Segundo Plato

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Octubre 2018

Rivers POV

Sábado por la noche. Me encuentro sola en mi departamento, ya que como es costumbre, cuando él está en la ciudad, tú me haces a un lado y corres detrás de su fugaz sombra, olvidándote por completo de mi existencia.

Lleno mi vaso con un whisky del año 1970 y salgo hasta el balcón para contemplar mi privilegiada vista de la ciudad. Doy un sorbo a mi trago y me río, ya que me da gracia el hecho de que el alcohol que bebo sea muchísimo más viejo que yo.

Me acuesto en uno de los muebles de exterior que tengo en mi amplia terraza. Con el paso de los minutos mi vaso se va vaciando, al igual que la botella. Sopla una cálida brisa que poco a poco está consiguiendo apaciguarme, pero sin advertencia alguna, el vibrar de mi celular me saca del ensueño.

Miro la pantalla del aparato, es un mensaje tuyo y lo leo de inmediato.

 
Ari: "Ya no tengo planes para esta noche ¿Qué te parece si nos vemos?”

Tiro el celular hacia el piso y sigo bebiendo de mi copa. No te niego que mi primer impulso fue el de responderte que vinieras, o ir yo a buscarte como siempre lo hacía, pero no, Abril, hoy todo será distinto. ¿De qué me vale llevarte de ida y vuelta a la luna todos los días, si tú a su menor petición volverás con él? Y me dejarás sola, de nuevo.

No puedo evitar preguntarme ¿Qué te habrá hecho esta vez? ¿Por qué habrán cancelado su cita? Supongo que esa pregunta hoy quedará sin respuesta para mí. No logro comprender por qué Juan es así contigo, es decir, solamente está unos pocos días en la ciudad cada tantos meses y aún así, cada vez que viene consigue hacerte llorar, porque estoy seguro de que te ha hecho llorar de nuevo… Como siempre. Pero igual respondes a su llamado cuando él viene.

De verdad, no cabe en mi mente el hecho de que sea posible que alguien tan insignificante como él te ignore a ti, si todo en ti es tan perfecto, tu cabello, tu aroma,  tu sonrisa, tu mirada, esos intensos ojos café que con tan solo mirarlos unos segundos logran transportarme hasta las estrellas.

Escucho mi celular sonar desde el rincón hasta el cual fue a parar, me levanto de mala gana y lo tomo, estás llamándome.

No Ari, no más. Juro por todos los santos que no volveré a dejarme llevar por ti de nuevo.

Camino hasta la baranda y miro hacia abajo, cuarenta y dos pisos, hacen de mi edificio un lugar muy alto. Mi celular continúa sonando, yo sin pensarlo más lo dejo caer, esta noche quiero estar tranquila.

De verdad, estoy cansada de que contigo sea lo mismo una y otra vez, estoy harta de ser la pieza que sobra en el rompecabezas. Estoy aburrida de ser la opción que buscas cuando tu primera idea te falla.
 
Nada de lo que yo haga vale para ti realmente, por más que me esfuerce en hacerte sentir como una princesa, por más que luche por ti, por más que te quiera y ame, por más que haga hasta lo imposible por bajarte las estrellas, por más que aguante tu idas y venidas, tú siempre lo amaras a él, yo sólo soy la estúpida ilusionada. La imbécil que cree que algún día podrá hacerte cambiar de opinión, la pendeja que sigue pensando que todo va a ser diferente, que tú te enamoraras de mí, cuando ambas sabemos perfectamente que no es así.

Vuelvo a sentarme en el mueble y trato de relajarme un poco. Mis labios se curvan hasta formar una sonrisa irónica. Recuerdo aquel día cuando te decidiste a confesarle tus sentimientos a Juan. Su noviazgo  lleva poco más de año y medio, luego de eso, él se hizo famoso y se olvidó de ti.

Tú sigues pensando que cambiará, que volverá a ser lo mismo de antes, que te tratará bien, que algún día te pedirá que te cases con él y formaran una familia, pero sé realista, eso nunca ocurrirá, se ven como mucho 12 días en un año y del resto ni un DM te envía.

No sabía que el recuerdo de un amor adolescente podía más que los años que he estado a tu lado, brindándote todo de mí.

Aún recuerdo la primera vez que logré besarte fue increíble, todavía puedo ver como si fuera ayer la primera vez que hice el amor contigo, recuerdo que me dijiste que nunca antes te habías sentido tan plena. Todavía logro acordarme de como empezamos con este error, que hoy viene a convertirse en mi delirio y en mi condena.

¿Por qué? ¿Por qué no puedes olvidarlo? y simplemente entregarte a mí los 365 días del año, sabes que yo siempre estaría para ti si te decidieras.

Una lágrima cae por mi mejilla, soy la idiota más idiota en el planeta Tierra. Siempre mantuve la esperanza de que lo nuestro se transformara en un para siempre, pero ahora logro darme cuenta de la verdad, nuestro "amor" es solo un disfraz, no existe de verdad, por lo menos no de tu parte. Tan sólo soy para ti un pañuelo de lágrimas. Puedo recordar todas las cosas que él te ha hecho, todas las veces que has venido llorando hasta mí, porque Juan olvidó tu cumpleaños, porque te dijo que eras solo una distracción, porque creía haber embarazado a alguien, y así una y otra historia que tú a la final justificabas de una u otra manera.

Tengo que confesarte que mis días a tu lado son increibles, me siento tan realizada, feliz y logro sentir que tú también lo eres, se te nota en la mirada, en la piel, en todo, pero luego derrumbas el mundo que hemos creado con tan solo decir "Juan está en la ciudad" . Paso a sentirme miserable y engañada, como un niño que descubre que Santa no existe. Quiero romper con eso, quiero darle fin a esto que me tiene estancada, no puedo ser tu juguete, no puedo estar para ti las 24 horas del día, los 7 días a la semana, para cubrir ausencias de un verdadero imbécil como él.

Espero que algún día puedas darte cuenta de que Juan no te merece, de que eres mucho para él. No prometo estar para ti el día que lo hagas, ya que de hoy en adelante intentaré salir del hueco en el que me estanqué, intentaré enamorarme, encontrar a alguien que valga la pena, que aprecie todo lo que haga por ella.

Mientras decidas seguir con un recuerdo de novio te tocará conseguir a alguien más que cubra sus fallas, que te haga sentir mujer, que te diga cosas lindas al oído, que sueñe contigo, que vele por ti, pero ese idiota ya no seré yo, eso tenlo por seguro.

Estoy harta de dar tanto y no recibir nada. No quiero seguir compartiendo tus dulces besos. No quiero ser un segundo plato. No quiero ser a quien acudas en segunda opción, yo simplemente no puedo más con esto.

Alzo mi mano y apunto mi copa hasta el cielo en señal de brindis.

Adiós Abril, se acabó.

FIN

Holaaaaa, espero estén bien, vengo a dejarles este pequeño  oneshot, aún estoy editando el capitulo de Siempre estaré a tu lado, y tengo un Rivama pendiente que quiero subir, espero le den mucho amor a este, los quiero mucho y ojala tengan un buen inicio de semana 🫶🏻🫶🏻🫶🏻🫶🏻🫶🏻🫶🏻

Segundo Plato (Rivari)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora