La mañana comenzaba en la mansión Jeon, donde la señora Park, madre de Jimin, trabajaba como mucama. Jimin, un omega de 7 años, ayudaba a su madre a preparar el desayuno para la familia.
Mientras pelaban frutas y verduras, Jimin escuchó la voz de Jungkook, el hijo de 9 años del señor Jeon.
-Buenos días, señora Park -saludó Jungkook.
-Buenos días, joven maestro -respondió la señora Park.
Jimin se sintió nervioso bajo la mirada de Jungkook. No estaba acostumbrado a estar cerca del hijo de la familia que empleaba a su madre.
-¿Qué estás haciendo? -preguntó Jungkook, acercándose a Jimin.
-Ayudo a mi madre -respondió Jimin, sin levantar la vista.
Jungkook observó a Jimin con interés. Notó la forma en que sus manos se movían con cuidado.
-Eres muy hábil -comentó Jungkook.
Jimin se sonrojó y miró hacia arriba. Sus ojos se encontraron con los de Jungkook, y por un momento, el tiempo se detuvo.
La señora Park interrumpió el silencio.
-Joven maestro, su desayuno está listo.
Jungkook asintió y se sentó a la mesa. Jimin se sintió atraído hacia él, como si una fuerza invisible los uniera.
Mientras Jungkook comía, Jimin se mantuvo cerca, sirviéndole jugo y pan tostado. La conexión entre ellos crecía con cada paso.
La señora Park sonrió suavemente al ver a su hijo y al joven maestro interactuar con tanta naturalidad.
«Es como si estuvieran destinados» pensó para ella misma borrando la sonrisa cuando un escalofrío recorrió su cuerpo , un mal presentimiento surgía en lo más profundo de su corazón.
La señora Park se sacudió el mal presentimiento y se centró en su trabajo. Sin embargo, no podía evitar notar cómo Jimin y Jungkook comenzaban a pasar más tiempo juntos.
Los días pasan convirtiendose en semana y meses donde ambos empiezan a convivir y cada vez se escuchan más y más risas alrededor de la mansión.
Jimin era un pequeño y muy inocente omega que se sentía atraído por la belleza de la naturaleza y la música lo que hacía que Jungkook no pudiera sacar la hermosa sonrisa que se forma en sus labios y el brillo en sus ojos cuando lo escucho hablar de lo que tanto le gusta. A diferencia de Jungkook que está siendo criado para tomar las riendas del imperio que ha construido su familia generación tras generación, siendo educado para convertirse en un alfa respetable y la cabeza de su familia centrado en estudios y aprender de los negocios de su padre.
Jungkook, fascinado por la inocencia y la curiosidad de Jimin, empezó a buscarlo en cada momento libre. Jimin, a su vez, se sentía atraído por la confianza y la autoridad que Jungkook mostraba con su presencia.
Comenzaron a jugar juntos en el jardín, explorando los rincones más escondidos de la mansión y creando mundo imaginarios donde son felices juntos. Jungkook enseñaba a Jimin sobre los negocios y la responsabilidad, mientras Jimin compartía su pasión por la música y la pintura , ambos sienten que el contrario es quien complementa su existencia.
La conexión entre ellos crecía con cada día. La señora Park veía cómo su hijo reía con Jungkook, cómo sus ojos brillaban con emoción y su corazon se remueve con ansiedad.
El mal presentimiento persistía. La señora Park sabía que la relación entre un omega y un alfa era complicada, especialmente en un entorno como la mansión Jeon donde eran muy tradicionales y fieles a sus creencias capaces de hacer cualquier cosa con tal de mantener el control y orden que ellos imponen.
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Euphoria
FanfictionRecuerdo cuando era niño, lleno de sueños y esperanza. La vida era un cuento de hadas, un mundo de posibilidades infinitas. Pero con el tiempo, la realidad se impuso, y mi corazón se cubrió de una capa de cinismo y desilusión. Jungkook , un joven al...