La historia empieza cuando Fernando se resigna a que perdió a Leticia en brazos de Aldo Domenzaín. Ella se ve perdidamente enamorada de ese hombre rubio que conoció en el mar. Ella ha demostrado una y otra vez que ama a Aldo y que dejó de amar a Fer...
Esperaron un buen rato en la oficina de Leticia. Ella no estaba ahí. Pero tras varios minutos, ella por fin apareció, entrando a su oficina, con una sonrisa de ilusión.
L: ¿Y ahora? ¿Qué hacen ustedes tres aquí? (Preguntó, mirando a Omar, a Carolina y a Marcia, los tres de pie frente al escritorio) Pero que bueno que están aquí, les tengo una magnífica noticia, fui a hablar con Luigui y me va a ayudar a publicar una fotografía de Fernando en los medios, periódicos, noticias, incluso en redes sociales, buscándolo. No sé cómo no se me había ocurrido... ¿Qué les parece?
M: Lety, quizás eso ya no sea necesario...
L: ¿Qué? ¿Por qué lo dices Marcia?
M: Mira esto...
Leticia tomó el teléfono, y miró la pantalla con atención.
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Fernando miraba expectante a Alejandra. Ella solo fingía no darse cuenta, mientras tomaba su jugo de naranja.
F: Bueno ¿me vas a decir qué te pasa? No te hagas.
AS: Fernando, no era nada, de verdad.
F: A mi no me engañas. Somos amigos, ¿no? Quiero corresponder a todo lo que has hecho por mí, puedo apoyarte si necesitas algo, de veraz.
AS: Está bien, te lo diré con una condición...
F: Claro, ¿cuál?
AS: Que tú me cuentes tu historia. Mira desde hace dos años que te conocí, se que algo te trajo a Brasil. En ocasiones veo tristeza en tus ojos, a veces te pones repentinamente triste... Y ahora que somos buenos amigos, me gustaría conocer esa parte de ti. Después de eso, te cuento lo que me pasa.
F: Eres una tramposa Alejandra. Pero está bien. Solo que eso será más tarde, porque los turistas están por llegar. ¿Te parece?
AS: Perfecto, entonces te propongo una cena. Yo voy a prepararla... Por tratarse de una ocasión especial.
F: Está bien, tu ganas.
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