El Duelo de los Herederos del Rayo

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(El castillo infinito es testigo de la intensa batalla entre Zenitsu y Kaigaku. Ambos guerreros lanzan poderosos ataques utilizando la Respiración del Rayo, llenando el aire de destellos y chispas eléctricas. Iguro observa desde un costado, ansioso por intervenir, pero algo en la mirada de Zenitsu lo detiene. Sabe que este combate es personal, una cuestión de honor.)

Kaigaku (con arrogancia, mientras sus relámpagos oscuros se cruzan con los de Zenitsu): —¡Deberías haberte rendido desde el principio, Zenitsu! Nunca fuiste más que una sombra bajo los pies de nuestro maestro. ¡Siempre su alumno débil y cobarde!

Zenitsu (concentrado, apretando los dientes mientras su cuerpo tiembla con la descarga de energía): —¡No hables de nuestro maestro! No te atrevas... Tú lo traicionaste. ¡Tú fuiste el cobarde!

(Los ataques de ambos se vuelven más feroces, los relámpagos chocan en el aire, creando explosiones de luz cegadora. Kaigaku se lanza hacia Zenitsu con la Segunda Forma: Bola de trueno. Zenitsu, agotado pero decidido, bloquea el ataque, sus ojos llenos de ira y dolor.)

Iguro (pensando, viendo la lucha con atención): —Zenitsu... Este no es solo un combate más para él. Está peleando por algo más grande... No puedo interferir en esto. Este es su camino, su venganza.

Kaigaku (burlándose, mientras lanza otro ataque devastador): —¡Nunca podrás vencerme, Zenitsu! ¡Yo soy el verdadero heredero de la Respiración del Rayo!

Zenitsu (con una sonrisa desafiante, mientras el sudor corre por su frente): —Eso es lo que crees... pero hay algo que nunca supiste, Kaigaku.

Kaigaku (deteniéndose, intrigado): —¿Qué es lo que dices?

Zenitsu (alzando su espada, la energía del rayo acumulándose en su cuerpo): —Tú siempre te jactaste de ser el mejor, pero mientras tú elegías el camino más fácil, yo entrené... y perfeccioné algo que ni siquiera tú conoces. ¡He creado una nueva forma de la Respiración del Rayo!

(Kaigaku frunce el ceño, sorprendido, pero no lo demuestra del todo. Piensa que Zenitsu solo está hablando para ganar tiempo. Sin embargo, cuando Zenitsu coloca su espada en posición, algo en el aire cambia. La electricidad a su alrededor crece en intensidad, chispeando con un poder que Kaigaku nunca había sentido antes.)

Kaigaku (inquieto): —¡Imposible! No puede ser... Tú no podrías...

Zenitsu (con determinación en sus ojos): —¡Esta es la Séptima Forma: Dios del trueno en llamas!

(Zenitsu desaparece en un destello rojo. Su velocidad es indescriptible, mucho más rápida que cualquier ataque anterior. Kaigaku, por primera vez, siente el miedo. Trata de defenderse, pero es demasiado tarde. Zenitsu aparece frente a él, golpeando con toda la furia de su nueva técnica.)

Kaigaku (gritando mientras es atravesado por el ataque): —¡Noooo...!

(El ataque impacta directamente en Kaigaku, su cuerpo es envuelto por la energía devastadora. Por un instante, todo el castillo parece temblar ante la colisión de poderes. Cuando la luz finalmente se disipa, Kaigaku cae al suelo, herido gravemente, jadeando en incredulidad.)

Kaigaku (con su voz temblorosa, en shock): —¿Cómo...? ¿Cómo es posible...? ¿Tú... superándome a mí...?

Zenitsu (respirando con dificultad, aún de pie, pero visiblemente agotado): —Porque... yo nunca abandoné a nuestro maestro... Y tú... lo traicionaste.

(Iguro observa en silencio, comprendiendo que Zenitsu ha logrado algo monumental. El combate ha sido decidido, pero no sin un precio.)

Iguro (pensando): —Zenitsu... has logrado superar tus límites.

(Kaigaku, derrotado y humillado, intenta levantarse una última vez, pero su cuerpo no responde. La batalla ha terminado, y Zenitsu, con un último vistazo de tristeza hacia su antiguo compañero, baja su espada.)

Zenitsu (en voz baja, dirigiéndose a Kaigaku): —Adiós, Kaigaku.

(La escena queda en silencio mientras el cuerpo de Kaigaku desaparece lentamente, desvaneciéndose como cualquier demonio al ser derrotado. Zenitsu cae de rodillas, agotado, mientras Iguro se acerca para ayudarlo.)

Iguro (mirando a Zenitsu con respeto): —Lo hiciste bien, Zenitsu.

(El duelo ha terminado, pero la guerra contra los demonios sigue adelante. Con Kaigaku derrotado, el camino hacia Muzan está un paso más cerca.)

(Para que se pueden imaginar la batalla de kaigaku y zenitsu)

Sombras en el Corazón (Shinomitsu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora