Capítulo 10

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Punto de vista de Harry

Harry miró a Regulus mientras estaba sentado en silencio en la silla junto a su cama con la cabeza gacha. Ahora sabía que Snape era un maestro en controlar sus emociones, y que si bien estaba tranquilo por fuera, probablemente no lo estaba tanto por dentro. Harry le creyó a Snape cuando dijo que estaba feliz de que Regulus estuviera vivo, pero sospechaba que no era tan simple.

Se sentía cercano a Snape después de su reciente tiempo juntos. Sentía lástima por el hombre que, al igual que Harry, pasó su vida siendo manipulado y abusado por aquellos que se suponía que debían cuidarlo. Harry no podía evitar pensar que Regulus era solo otra de esas personas. Tenía cierta simpatía por el hombre que huyó a la primera oportunidad de libertad de una vida dura, pero dejar que Snape creyera que estaba muerto incluso después de que Voldemort cayera no era más que cruel en la mente de Harry. Incluso si no quería quedarse con Snape, debería haberle dicho la verdad y que quería mantenerse alejado, el hecho de que amaba a Snape solo lo empeoraba.

Después de un rato, Regulus miró a Harry. "¿Confías en Severus?"

"No veo que eso sea asunto tuyo" respondió Harry con un tono breve, incapaz de ocultar su actual desdén hacia el hombre frente a él.

Pareciendo darse cuenta de la aversión de Harry, se levantó. "Conozco a Severus, es experto en ocultar lo que realmente está pensando, estaremos todos aquí juntos durante los próximos siete meses, espero que te tomes el tiempo para descubrir quién es realmente y en quién deberías depositar tu confianza con más cuidado".

"No sabes quién es Snape, y ni siquiera parece que supieras quién era en realidad. Creo que deberías seguir tu propio consejo antes de dárselo a nadie más". Harry sabía que no entendía por completo a Snape, pero no permitiría que un hombre que abandonó a la única persona que aparentemente amaba por culpa de Voldemort le dijera en quién confiar.

"Severus ha hecho cosas horribles, incluso a tu propia familia" respondió Regulus en tono cortante.

"Lo dice el hombre que arrastró a su amante a una guerra y lo dejó solo a merced de un maníaco homicida para encontrar su propia paz. No creo que debas estar jugando a ser superior aquí. Creo que deberías irte antes de que digas más cosas de las que luego te arrepientas".

Sin querer, Harry usó su magia para empujar a Regulus fuera de la habitación y cerró la puerta. Supuso que debería estar agradecido de que al menos fuera lo suficientemente suave como para no causarle daño, pero el uso accidental de su magia había asustado a Harry y lo había llevado a un pánico casi instantáneo. Después de una vida de ser golpeado por su magia que se encendía accidentalmente, esto lo envió a una respuesta de miedo por un golpe que no venía. Parecía que no podía calmar su ritmo cardíaco, y sus costillas heridas apuñalaban de dolor por su respiración dramática. Trató de calmarse, pero sus respiraciones rápidas estaban limitando su consumo de oxígeno y se estaba mareando cada segundo. Las cosas solo empeoraron cuando olvidó que no podía usar su mano derecha y dejó escapar un grito bajo después de que intentó agarrar su pecho con ella. Se cayó de la cama en su angustia y cayó al suelo, el impacto le quitó el último aliento restante.

Finalmente, cediendo al dolor, Harry tomó su brazalete para llamar a Snape. Odiaba la idea de hacer que el hombre regresara después de todo lo que acababa de pasar, pero la agonía finalmente ganó.

Momentos después escuchó a Snape gritar "¿Qué hiciste?" Antes de irrumpir en la habitación y cerrar la puerta en la cara de Regulus, que todavía estaba de pie justo dentro del pasillo.

"Harrison, ¿qué te pasa? ¿Qué necesitas?" preguntó Snape mientras agitaba su varita sobre el cuerpo de Harry.

"Yo... yo solo... no puedo respirar, por favor ayuda, me duele. No puedo respirar". A medida que pasaban los segundos, Harry encontraba difícil contenerse, sollozaba y extendía la mano en un intento de encontrar a Snape a través de la confusión. Repetía "no puedo respirar" una y otra vez. Podía sentir a Snape tratando de presionar una poción en sus labios, pero su respiración agitada no dejaba pasar nada, sentía que si dejaba de respirar aunque fuera por un segundo, moriría.

Más allá de las barreras de sangre | SeveritusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora