1980
Casa de Siena
(Eva y Siena están acurrucadas en una cama con sábanas blancas que resbalan de sus cuerpos relajados mientras se abrazan. Ambas miran fijamente al techo.)
Eva
(Apensar, pausada)
A veces me pregunto... ¿y qué pasaría si no tocara tu mano?
Siena
(Suavemente, reflexiva)
¿Mi mano? No creo que esa sea la razón por la que estamos aquí.
Eva
(Con intensidad)
Piénsalo... no sabía nada de ti hasta que lo hice. Solo en tu piel conocí el nombre de mi alma.
Siena
(Con serenidad)
Tu identidad ya existía en el mundo antes de que yo llegara. A mí... solo me puso el destino en el momento indicado.
(Eva se vuelve hacia Siena y la mira a los ojos.)
Eva
(Casi en un susurro)
Creo que ambas estamos en el momento indicado. Cuando estoy contigo... todas las voces, los propósitos que creía destinados a mí, desaparecen. Porque mi alma ya se siente completa con la tuya.
(Comienzan a brotar lágrimas en el rostro de Siena.)
Eva
(Con ternura, acariciando el rostro de Siena)
(Suavemente)
Déjame...
(Eva lame las lágrimas que caen de los ojos de Siena.)
Siena
(Sonriendo con dulzura)
Ahora soy más tuya que mía. Mis lágrimas te pertenecen, ¿no es así?
Eva
(Con pasión)
Tus lágrimas me permiten nadar en el lago de tu verdad. Y la verdad... es que estoy perdidamente enamorada de las incógnitas que te hacen ser tú.
