La aventura de mateo

capitulo 2:la ciudad de lúmina

Mateo continuó su camino por el bosque, sintiendo una mezcla de emoción y ansiedad en su pecho. Después de un rato, los árboles comenzaron a dispersarse, y ante él apareció una ciudad deslumbrante. Sus ojos se abrieron de par en par al contemplar las murallas de piedra que brillaban con un suave resplandor dorado bajo la luz del sol. Un susurro de asombro escapó de sus labios.

La ciudad se llamaba "Lúmina", un lugar que parecía sacado de un sueño. Las calles estaban llenas de vida: personas de diferentes razas y especies se movían con propósito, llenando el aire con risas y charlas animadas. Mateo sintió un cosquilleo en su estómago, una mezcla de asombro y curiosidad. Era un mundo completamente diferente al que conocía, y aunque lo fascinaba, también lo llenaba de incertidumbre.

Mientras exploraba la ciudad, se topó con una joven de cabello largo y rizado, que parecía estar esperando a alguien. Su mirada era amable, y cuando lo vio, una sonrisa cálida iluminó su rostro.

“Hola, ¿eres nuevo en Lúmina?” preguntó, acercándose a él.

“Sí, me llamo Mateo,” respondió, aún aturdido por la belleza del lugar. A medida que hablaba, una sensación de calidez comenzó a disipar su nerviosismo.

“Soy Mely,” dijo ella, haciendo una ligera reverencia. “Déjame explicarte un poco sobre este mundo. Estamos en la región de Lúmina, una de las nueve regiones que componen este vasto mundo. Cada región tiene su propia cultura, magia y criaturas. Sin embargo, hay una décima región, oculta y peligrosa, donde habitan las criaturas del mal. Es un lugar que debes evitar a toda costa.”

Mateo escuchaba atentamente mientras Mely continuaba, sintiendo que su corazón latía más rápido con cada nueva revelación. “Aquí, todos poseemos un recurso llamado maná, que es la esencia mágica que fluye en nosotros. Es lo que nos permite realizar hechizos y conectar con la energía del mundo. Sin embargo, no todos pueden usar la magia de la misma manera. Algunos nacen con una conexión más fuerte, mientras que otros deben entrenar para desarrollar su habilidad.”

“¿Magia?” repitió Mateo, tratando de asimilar la información. “¿Puedo aprender a usarla?” La idea lo emocionaba, y al mismo tiempo, una parte de él temía no estar a la altura.

Mely sonrió, y en su mirada había una mezcla de comprensión y aliento. “Por supuesto, pero primero debes entender cómo funciona. El maná se encuentra en cada ser vivo y en la naturaleza misma. Aprender a controlarlo es esencial, y hay muchos maestros aquí en Lúmina dispuestos a enseñarte. Pero ten cuidado, porque aquellos que buscan el poder sin respeto pueden ser consumidos por la oscuridad.”

Mateo sintió que una nueva chispa de determinación ardía en su interior. Este lugar, con todas sus maravillas y peligros, lo estaba llamando a una aventura aún mayor. “¿Dónde empiezo?” preguntó con entusiasmo, su voz llena de esperanza.

“Primero, te llevaré a la Academia de Aventureros de Lúmina. Allí podrás aprender sobre tu maná y comenzar tu camino como aventurero,” respondió Mely, guiándolo con una sonrisa.

Mientras caminaban, Mateo no pudo evitar sentir que estaba cruzando un umbral hacia algo grandioso. La mezcla de emoción y miedo lo envolvía, pero sabía que estaba listo para enfrentar lo que viniera. Este nuevo mundo le ofrecía oportunidades que nunca había imaginado, y con cada paso que daba, sentía que se acercaba a descubrir su verdadero destino.