—¿Nueve millones? ¿Acaso te volviste loca?—Es lo que cuesta una boda.
—¿Y de dónde crees que voy a sacar ese dinero? No nos queda nada.
Hyunjin se apoyó contra la puerta cerrada del despacho de su padre. Dentro se libraba una nueva batalla por el dinero.
Era la tercera de la semana.Su padre había estado trabajando hasta la madrugada para mejorar los pocos proyectos que le quedaban a la
Constructora. Aun así, nada sería suficiente para producir, de un momento a otro, veinte millones de wons para costear la escandalosa boda que planeaba su madre.—Es tu hija —gruñó ella con los dientes apretados.
-Y la amo, pero no tengo dinero. No tengo ya nada, Hyori.
Dime, ¿cómo lo hago?
—Debiste manejar mejor nuestro patrimonio —recriminó—.
Dilapidaste las dotes de tus hijas y--¡Por favor, Hyori! Basta con eso. Sí. Yo hice malos negocios, pero tú no me has ayudado.
—¿Cómo dices?
-Para mantener las apariencias como te gusta, he tenido que hacer muchos sacrificios por los cuales ahora no tengo el dinero que me pides. Entiéndelo.
—¿Y qué esperas que les diga a los Bang?
-Ambos vamos a costear la boda. Solo diles que será más sencilla
Hyori jadeó ofendida, conteniendo en su boca un par de insultos en contra de su esposo. Ella no podía imaginar una boda sencilla para su hija. Era inconcebible la idea.
-Quedaremos en vergüenza y-
—Ellos saben de nuestra situación. Ni siquiera es un secreto.
—¡Pero sí una vergüenza!
—Lo superarás. Trataré de conseguir algo de dinero, pero no me pidas más.
—Tú... Oh, más vale que lo hagas —farfulló antes de caminar hacia la puerta.
Hyunjin escuchó el repiqueteo fuerte y enervado de los tacones. De un salto se escondió tras el mueble con un costoso jarrón dorado en el centro. Su madre salió enervada, gruñendo en voz baja sin ser consiente de nada, hasta que desapareció por las escaleras.
El suspiró.
—¿Nueve millones?
En silencio entró al despacho.
La vieja habitación tenía siempre un particular aroma a hojas viejas y tabaco. Hyunjin solía pasar ahí las tardes de su niñez, escarbando entre los viejos libros de historia que tenía su padre, justo a lado del portón de cristal al jardín. Ahora era un lugar un poco más sombrío, parecía que se entristecía conforme la vida del amo se iba en esfuerzos vanos.
El viejo estaba desparramado en la silla mullida frente al escritorio. Rendido. Y frente a él estaban muchas hojas.
Facturas.
-Papá —llamó Hyunjin con tono suave.
—Oh, mi querido Hyunjin , ¿qué puedo hacer por ti?
La renovada energía del hombre destrozó a Hyunjin. No era verdad. Incluso si el hombre se irguió en la silla y desplazó una sonrisa radiante.
—¿Qué está pasando?
—Nada, nada, mi niño.
—Papá —insistió Hyunjin—. Creí que los Bang conocían de nuestra situación.
ESTÁS LEYENDO
A Bed of Thorn and Roses 「Chanjin 」
Fanfiction¡ADAPTACIÓN¡ Un omega debe ser bonito, delicado y de aroma delicioso. Hyunjin no reunía ninguna de esas cualidades. Y quizás por eso ningún alfa se interesaba en él. Pero estaba bien si no se casaba y no tenía hijos nunca, o eso pensó hasta que se e...