Exceso de Velocidad |CHESTAPPEN|

Soborno

OS 🔞
Max! Top/Checo! Bottom

🚩Boypussy
🚩Boytits
🚩Omegaverse

El clima se hacia cada vez mas frio y el cielo se pintaba de un hermoso naranja, sentía su espalda pesada y las increíbles ganas de comer otro donuts se hacía mas tentadora. 

Vaya que fue una jornada cansada y muy aburrida, era siempre lo mismo; pararse a altas horas de la madrugada para ir a la estación y recibir la mismas y repetitivas indicaciones, alistarse con ese uniforme que cada día se hacia mas apretado, y después pasarse el jodido día entero camuflado entre arboles, soportando el sol infernal del desierto dentro de su preciosidad -su coche- ¡el que ni siquiera podía aprovechar al máximo! pues tenía que estar constate revisando el radar y ver si algún idiota se le ocurría pasar... los limites de velocidad.

Vaya suerte de mierda tenía, esforzarse desde muy temprana edad para ser uno de los mejores policías. Y claro, él solo quería un trabajo que implicara emociones al flor de piel, conducir a mucha velocidad para hacer justicia y blah, blah, blah... pero la realidad era una mierda.

Se le fue asignada un carretera que no pasaba ni un alma mas que simples tráileres de carga que no superaban los 60 km por hora, y de los pocos autos que llegaban a cometer una infracción cuando les detenía solo recibía malas caras, insultos e incluso amenazas. Él debería estar persiguiendo a delincuentes ¡no multando gente pendeja!

Pero en fin, ese era nuestro desafortunado Max Verstappen, un agente de transito de veintiocho años, sin pareja y con un sueldo de mierda. 

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Por otro lado, un joven recién graduado de la escuela media,  con la vida sin preocupaciones y con una paleta de cereza en la boca conducía su nuevo automóvil deportivo, un Lamborghini Revuelto color amarillo que había sido regalo de su papá por sus felices dieciocho años recién cumplidos, superando cada vez los limites establecidos. Pero ¿a quien le importa?, estaba estrenando su belleza en una carretera solitaria que de seguro ni policías tenía.

—¡Está a toda madre Carlos!— Gritó con las emociones a mil hacia su mejor amigo que estaba escuchando todo a través de la llamada telefónica. —Ay, estoy tan feliz. Ya hacía falta que algo me saliera bien.

"Joder Checo, no te vayas a accidentar por favor" advirtió su amigo en el alta voz, "A demás ¿Qué tanto dices? si te va bien siempre, se un poco humilde cabronaso."

—Me ofendes Carlos, no sabes todo lo que he tenido que soportar— se llevó una mano al pecho con dramatismo como sí su amigo pudiese verlo. —Te recuerdo que no me han dejado ir a fiestas, me prohibieron emborracharme, ¡Hasta me quitaron mi tarjeta negra!— chilló, alargando la palabra. —La vida me odia... pero ¡Ja! hoy me rio en su cara.

Carlos soltó un resoplido y volteó los ojos, después de todo era su mejor amigo. "Eres un puto consentido, y bien merecido lo tienes. Tantas mierdas has hecho que me sorprende que tu padre te haya comprado el coche ja, ja, ja."

Checo iba a replicar cuando vio la avenida solitaria y toda recta, o si, ese era su momento de explotar al máximo ese vibrante motor V12, se despidió de Carlos rápidamente y comenzó a acelerar desmedidamente. Este puto coche era una maravilla y  tenía tantas ansias de estrenarlo de mil formas, literalmente. 

Entonces su mente comenzó a recordar las veces que su ex novio se lo follo en su propio carro, tal vez al rato le daría una llamada y así poder estrenarlo con el suyo propio. 

Podrían pensar que es un cachondo empedernido, pero no podían culparlo con su cuerpo recibiendo constantemente toda esa vibración del carro,  así que entonces estiró su mano hacia la guantera del auto sin despejar la mirada de la carretera buscando su juguetito.