Parte 6

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Un día más Samuel amanecía al lado del amor de su vida, aquel chico de ojos rasgados y cabello oscuro, con aquel cuerpo esbelto pero bien marcado y definido. Lo tenía abrazado por la cintura y el menor se encontraba con la cabeza recargada en su pecho, Samuel admiró detenidamente cada una de las facciones de su prometido, cada rasgo de él se le hacía tan perfecto que a veces creía que era mentira que estuviera pasando eso, después de tanta tempestad no podía creer que al final las cosas sí habían resultado bien. Aún después de que todo se arregló seguía teniendo miedo de perderle de nuevo, incluso había días que tenía pesadillas donde él se volvía a alejar pero cuando despertaba y estaba a su lado el sentimiento de paz invadía su cuerpo.

Minutos después de que Samuel despertara y comenzara a divagar su mente, los pequeños ojos de su amado se abrieron dejando ver lo iluminados que estaban cuando lo primero que vio al despertar fue a su prometido.
-Buenos días.- Dijo Guille para luego plantarle un beso a Samuel en la mejilla.
-Buenos días.- Saludó Samuel y él le dio un beso en los labios.
-¿Sabes qué día es hoy?- Preguntó el menor con cierta inocencia.
-Domingo.- Respondió seguro, pero el menor frunció el ceño, haciendo dudar al mayor sobre su respuesta,
-No solo es domingo. Justo hoy faltan tres días para nuestra boda.- Anunció feliz Guille mientras abrazaba más fuerte a su prometido.
-¡Oh! Cierto, se me había olvidado.- Dijo despreocupado, lo cual desconcertó a Guille, haciendo que este se separara del cuerpo musculoso de su amado.
Lo miró preocupado, ¿realmente lo había olvidado? Su mirada de preocupación hizo sonreír al de ojos cafés y enseguida agregó.
-¡Hala! Que es broma, mi amor. ¿Cómo lo podría olvidar?- Se acercó al menor y besó lentamente los labios de su amado.
-Es tonto.- declaró Guille en medio del beso, haciendo así que Samuel sonriera y lo siguiera besando.

Ambos se levantaron de la cómoda cama y se dirigieron a la cocina para desayunar, entre los dos prepararon una tortilla, tostaron unos panes, cortaron un poco de fruta e hicieron café. El desayuno del domingo era la mejor parte del día tanto para Guille como para Samuel, ya que estaban juntos sin que nada más los distrajera que los ojos del otro. Reían, jugaban, hablaban de todo y nada a la vez, pero sobre todo se decían lo mucho que se amaban. Ninguno quería que eso volviera a cambiar, estaban felices juntos y ahora nadie más se iba a entrometer en su relación en la cual aun con altos y bajos lograron mantener a flote. Y ahora ese juramente de "Juntos por siempre" lo harían oficial ante la ley en tan solo un par de días, aunque faltaran unos cuantos preparativos de la fiesta, ellos ya se sentían preparados emocionalmente para entregarse en cuerpo y alma.

Terminando el desayuno la madre de Guille llegó junto a Carol a la casa de Guille y Sam, sabiendo que ya habían terminado y también sabiendo lo mucho que ellos amaban desayunar juntos los domingos los dos solos. Entraron y saludaron tanto a Guille como a su novio con dos besos uno en cada mejilla, después de eso se metieron al estudio para así continuar con todo el trabajo pendiente que quedaba de la organización de la fiesta. La madre de Guillermo no se podía encontrar más feliz respecto a la boda de hijo, no podía creer que su pequeño ya había dejado de ser ese niñito que necesitaba de ella. En cierta parte le causaba nostalgia, pero por otra su alegría era incontenible. ¿Le importaba que se casara con un hombre? Para nada, si su hijo era feliz ella no veía algún motivo para no serlo también.

Pasaron la mayor parte del día haciendo los últimos preparativos de la fiesta, lo más tedioso de una boda son todos los preparativos previos que se tenían que hacer antes del gran día y ese miedo de que algo se viese arruinado en el último momento. Aquello estaba agobiando un poco a Samuel y a Guillermo, entonces decidieron salir un rato al cine a ver una película que Guille tenía muchas ganas de ver. Se salieron de la casa dejando a la madre de Guille, a su hermana y a la tía de Samuel, quien había llegado después de mediodía para también ayudar a terminar los preparativos.

No te Vayas || WigettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora