Marina Fran
Mantengo mi rostro recostado contra la ventanilla mientras el auto avanza por la carretera rumbo al nuevo pueblo que sera nuestro hogar.
Nos estamos mudando por que mama tiene una oferta muy buena de trabajo que le permitiría darnos una mejor vida a las tres, ella mi hermanita menor y yo ya que mi papa murió en un accidente de transito hace tres años.
Cuando el volivia de su trabajo en una noche de lluvia los frenos de su auto fallaron y el auto se descarrilo chocando contra un poste de luz dejando inconsciente a mi padre y causando que el auto se incendiara generando su muerte.
Desde ese momento la vida se volvió mas difícil pero logramos salir adelante, la única que a tenido secuelas desde ese día es mi hermana Amelia que ahora tiene seis años, ella actúa como si papa estuviera vivo, habla con el, pone un plato en la mesa para el y en algunas ocasiones nos dice cosas que el le pide que nos cuente.
Los doctores dicen que es su forma de afrontar el duelo.
Lo único que yo lamento es que tengo que alejarme de mi novio Tom pero ambos acordamos tener una relación a distancia. Pero yo ya me he acostumbrado a su compañía y a vernos todo el tiempo.
Puedo ver por la ventana como el día va culminando y la noche amenaza con hacerse presente, justo pasamos por enfrente de un cartel que dice "Bienvenidos a Ontario"
El cansancio me gano y me quede dormida...
(...)
- Marina - Me llamo una voz conocida mientras me movía intentando despertarme. - ¡Marina despierta, ya llegamos!
Abrí mis ojos y me encontré con mi hermanita Amelia que me mira con sus ojitos cansados por el sueño.
- Mama dice que entremos a cenar. - Me dijo mientras bajamos del auto. - ¿Pero no desvariamos des empacar?
- No. - Le dije mientras le daba la mano y nos dirigíamos a la casa. - Mama mando al camión de la mudanza hacia aquí antes de que nosotras llegáramos y les pago para que desempacaran, lo único que debemos hacer es des empacar nuestra ropa.
- A - Me dijo mientras me dedicaba una linda sonrisa. - ¿Mar?
- Dime. - Le dije mientras la miraba.
- Papa dice que te ama mucho. - Me dijo con una sonrisa en el rostro.
- Dile que yo también lo amo mucho. - le dije, la verdad es que me duele que ella me diga estas cosas pero le sigo la corriente por que es su forma de afrontar el duelo. - Vamos, mama nos esta esperando.
Entramos y mi madre ya nos estaba esperando en la mesa con una caja de pizza con queso y peperoni, la casa estaba completamente arreglada como si nosotras estuviéramos vivido desde siempre allí.
Comimos tranquilamente, ente bromas y risas, luego de un rato mi madre nos confeso que esta casa estuvo abandonada durante un par de años y que las personas que se encargaban de la mudanza encontraron un par de cosas de los dueños anteriores y como no sabían que hacer con ellas las guardaron en una caja y nos la dejaron.
Nos mostró la caja y como las criaturas curiosas que somos mi hermana y yo nos asomamos a la caja, en ella se encontraban un par de muñecos de juegos antiguos, una nintendo 64 con un juego colocado en ella y otras cosas que no le di importancia ya que me apresure a tomar la nintendo junto con el juego y le deje el resto de cosas a mi hermana.
Tome un plato y coloque dos pedazos de pizza para hirme a mi cuarto para probar mi nueva adquisición, subí apresurada las escaleras y entre a mi cuarto, deje el plato sobre la mesita de noche y me apresure a conectar el televisor junto a la consola y los mandos, intente descifrar cual era el juego pero le faltaba la etiqueta y solamente tenia escrito con rotulador la palabra "Majora"
Le di a iniciar al juego y resulto ser The Legend of Zelda: Majora's Mask recuerdo este juego de cuando era una niña pero son vagos recuerdos, el juego marca que ya hay una partida iniciada con el nombre de "Ben" intente borrar esa partida pero el juego no me deja, así que comencé una nueva partida y le coloque mi nombre "Marina" el juego es extraño parece una versión para Halloween del juego original.
A menudo aparecía Eskulkir en partes donde no deveria mirándome fijamente y la estatua de Linck me perseguía haciendo animaciones extrañas y teniendo unos ojos aterradores, completamente negros con un punto rojo en el centro que brillaba, no tarde mucho en perder gracias a la dichosa estatua de Linck y el apareció en la pantalla diciendo "¿Te has encontrado con un final terrible no es así, hermosa?" luego la pantalla se fue a game over.
Arroje el mando al suelo irritada, este juego es una porquería lo mas seguro es que sea un juego pirata, de un momento a otro la imagen de Linck apareció en la pantalla, no hace nada, estaba congelada, intente quitarla pero no pude.
Decidí dejarlo así y tome mi pijama me quite mi ropa y me coloque el pijama, para ir a dormir, mañana sera otro día...
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The Game of Death / Ben Drowned.
FanfictionEn el mundo retorcido en el que vivimos algo tan inocente como un juego se puede volver lo mas retorcido de nuestras vidas. Eso fue lo que me sucedió a mi ... Un simple regalo se volvió mi sentencia de muerte, mía y de los que amo. El no es un produ...