—¿Y cómo está? —El pequeño miró a su hermano.
—Enojado desde ayer. No me habla el mocoso.
—Eres malo, Boo Boo —Dijo soltando una pequeña risa.
—¿Yo? Claro que no. Bueno, solo un poquito nada más. Es que Ari, debe esforzarse, ¿Qué cree que las cosas son sencillas? Pues no, merecen esfuerzo y debe al menos lograrlo, ¿No? Eso será un aliciente —Aaron ladeó una sonrisa y miró del otro lado a Oliver, el cual está acostado en la tumbona comiéndose una manzana —. Dentro de poco veremos lo que llegará a hacer.
—Yo pienso lo mismo, Boo Boo, tiene que esforzarse. Qué nos hagamos los tontos no significa que lo seamos. Ese amigo tuyo va por el mismo camino que él.
—Pronto terminará aceptándolo y el otro esforzándose para lograr lo que quiere. ¿Desea una relación poliamorosa? Tú y yo sabemos lo complicado que es mantener una.
—Demasiado complicado, Boo Boo.
—Sé que lo logrará, solo debe esforzarse más, porque se ha acostumbrado a tenerlo todo muy fácil y debe entender que para obtener algo, necesita esfuerzo y dedicación.
—A ti te gusta ver el mundo arder.
—Me fascina, Ari.
Vieron a Oliver ponerse de pie para entrar a la casa, este se dirigió a la cocina y observó a Adriel sentado en un banco bebiendo uno de sus energizantes. Este levantó la mirada para verlo y le regaló una pequeña sonrisa. El mayor sacó unas fresas y se sentó a su lado, ninguno de los dos dijo nada, pero había una tensión entre ambos.
—¿Quieres? —Adriel volteó a verlo y le estaba ofreciendo una fresa, asintió queriendo tomarla y el contrario la alejó con una sonrisa —No, yo te la doy.
El menor se fue acercando de a poco, mordió la fresa y ambos se quedaron mirando a los ojos. Oliver desvió la mirada, puesto que los nervios lo empezaron a inundar.
—¿No te gustaría bañarte en la alberca conmigo?
—Me encantaría, pero estoy esperando a mi Bias. Seguro que mañana sí, ¿Vale? —Oliver solo asintió con esa misma sonrisa —Si quieres puedes unirte a nosotros.
—No, no quiero molestarlos.
—No molestarías —Se miraron por un par de segundos, pareció que en ese momento todo se detuvo hasta que el mayor terminó desviando la mirada, se puso de pie casi para huir y el menor se le quedó viendo —. Veremos una película.
—Vale, quizás me una. Si a tu novio no le molesta, con mucho gusto.
—No le molestará.
—Vale.
—¡Gatito! —Tobias apareció, saludó a Oliver y luego se acercó a su novio, tomando sus labios sin dejarle respirar. El mayor desvió un poco la mirada y no supo por qué se sintió nervioso. Se fue alejando de ellos hasta salir de la cocina por completo para darles espacio.
Se dirigió a su habitación y lo único en lo que pensaba era en lo que acaba de ver. Cuando abrió la puerta, sufrió un sobresalto al ver a su mejor amigo sentado en la cama.
—Ay, joder, me asustaste.
—Eso puedo notar.
Entró despacio y se sentó a su lado junto con una sonrisa.
—¿Qué pasa, mejor amigo?
—Oli, ¿Sabes que en toda la mansión hay cámaras? —Al contrario se le fue borrando la sonrisa de a poco, luego desvió la mirada hacia otro lado y tragó con dificultad. Por alguna razón, empezó a sentirse más que nervioso tras esa pregunta —Yo suelo sentarme a ver las cámaras, ¿Nadie te lo dijo?
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Bajo Mi Infierno
Mystère / ThrillerSÉPTIMO LIBRO A la Bestia le tocará hacer todo lo posible por encontrar a su hermano. Los demonios más violentos han sido liberados y los desastres serán parte de su búsqueda. ¿Podrá lograr encontrarlo y llevarlo a casa? La venganza será un plato q...