///////////////Capítulo 1////////////////
¿Esto es libertad? Ayanokouji x high school of the Dead
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POV. Ayanokouji Kiyotaka.
Mientras avanzaba por las calles de Tokonosu en mi motocicleta, sentía el viento golpeando mi rostro a través del casco. A pesar de la velocidad y el rugido del motor, mis pensamientos estaban lejos de la carretera. El segundo año de preparatoria había comenzado hace un par de meses.
Tokunoso era un lugar que, a pesar de su apariencia tranquila, ocultaba una constante tensión. Me había mudado aquí hace poco más de un año, dejando atrás las comodidades y las personas que, de alguna forma, definían mi vida. Ema y Yuma, mis dos fieles maids, ahora solo existían en mis recuerdos. Pero, ¿quién podía culparme? Ese hombre, mi padre, decidió que vivir solo sería parte de mi "formación". No es que me importara demasiado.
Hace más de un año, llegamos a un acuerdo: tres años de libertad antes de que me arrastrara a su mundo, la política, cuando cumpliera los dieciocho. Su plan inicial era tenerme en ese juego mucho antes, pero consiguió hacer una concesión. Libertad, lo llamó. La realidad era que podría hacer lo que quisiera. Literalmente. Si decidiera eliminar a alguien, estoy seguro de que lo encubriría sin problema.
Aunque, claro, no es algo que tenga en mente... por ahora...
No se crean, fue una broma...
Un dato curioso que descubrí recientemente es que tengo una hermana. Un año menor que yo. Vive con "nuestra" madre y, según Matsuo, cuando ella se enteró de mi existencia, quiso conocerme. Me invitó a su cumpleaños. Me negué, obviamente. No tengo ningún interés en conocerla a ella o a esa mujer que llamo "madre". Al parecer, ambas se entristecieron por mi rechazo. Aún así, no es algo que me preocupe.
Mis pensamientos se desvanecieron cuando vislumbré la entrada de la preparatoria. Reducí la velocidad de la moto mientras me dirigía al estacionamiento. El sol de la mañana era implacable, así que busqué la sombra de un árbol cercano. Aparqué, asegurándome de que mi moto quedara protegida de los rayos del sol.
Me quité el casco, dejando que el aire fresco golpeara mi rostro mientras bajaba de la moto. Dejé el casco sobre el asiento, con la mirada puesta en la entrada principal de la escuela.
Los pasos resonaban ligeramente en el suelo mientras me dirigía hacia la parte trasera de la escuela. Las escaleras hacia los pisos superiores eran el acceso menos transitado y, para mí, el lugar perfecto para evitar a cualquiera que quisiera entablar una conversación sin sentido. Con más de treinta minutos antes del inicio de las clases, decidí subir al techo. Siempre había algo en esa vista desde lo alto que me calmaba, como si el ruido del mundo se desvaneciera al contemplar la ciudad que se extendía ante mí.
Tras algunos minutos de ascenso, empujé la puerta que daba al techo y el aire fresco me golpeó de inmediato. La ciudad se desplegaba en el horizonte, bajo un cielo azul salpicado de nubes esponjosas. El viento jugaba con mi cabello, y por un breve instante, cerré los ojos, permitiéndome disfrutar de la soledad y el silencio. Fue una pausa fugaz.
"Oye, Kiyotaka, ¿por qué rechazaste darle clases particulares al mantecoso de Hirano?" La voz, claramente molesta, rompió la tranquilidad. Era femenina, y no me tomó por sorpresa.
Abrí los ojos lentamente y me giré hacia la fuente de la interrupción. Allí estaba ella, Takagi Saya, una de las mejores estudiantes de la preparatoria, y alguien a quien podía llamar "amiga". Aún que Para mí, esa palabra carecía de profundidad.
Su uniforme resaltaba cada aspecto de su figura: la falda verde corta y la camisa blanca de manga larga se ceñían a su cuerpo de una manera que, seguramente, atraía las miradas de los demás. Su cabello rosado atado en colas gemelas ondeaba con la brisa, mientras que sus ojos dorados me escrutaban, esperando una respuesta.
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¿Esto es libertad? Ayanokouji x high school of the Dead
FanfictionAyanokouji Kiyotaka x High School of the Dead POV: Ayanokōji kiyotaka. Había pasado más de un año desde que me mudé a la ciudad de Tokonosu, una ciudad tan común que era fácil perderse en la monotonía de la vida diaria. Me dirigía al colegio como si...