Ship: Izo x Ox
Universo de Saint Seiya.// Headcanon.// Omegaverse.
•=•=•=•=•=•=•=•=•=•
El celo no era una época sencilla para un Omega. Desde los días previos, cuando comenzaban los primeros cambios y pequeños malestares que anunciaban la inminente llegada del celo, hasta los días posteriores, con la regla y los malestares propios que traía consigo.
— Izo...
— ¿Pasa algo, Ox?- Preguntó, saliendo con algo de dificultad al encuentro de su amigo.- ¿El Patriarca me necesita?
El Santo de Tauro lo observó, ligeramente encorvado y sujetando su vientre, intentando disimular los gestos de dolor en su rostro.
— No. Solo venía a ver cómo estabas.
— No te preocupes, estaré bien.- Afirmó con una pequeña sonrisa, claramente buscando ocultar el dolor en su vientre.- Un poco de dolor no va a matarme.
Era demasiado obvio cuánto estaba sufriendo, pero también sabía lo orgulloso y testarudo que podía llegar a ser ese Omega. Así que, sin decir nada, lo sujetó en brazos para llevarlo al interior del décimo templo, y dejarlo en sus aposentos privados.
— Ox...
— Iré a preparar algo de té.- Respondió, después de cobijarlo con una manta.- Te ayudará con el dolor.
— No es necesario...
— No dudo que eres un Omega muy fuerte, Izo. Quizás también el más valiente que conozco. Y sé que no te gusta depender de otros, pero está bien si de vez en cuando necesitas ayuda.
El azabache permaneció en silencio por unos segundos, antes de sujetarse el vientre y apretar los dientes, presa del dolor.
— Déjame ayudarte.
— Está bien.- Murmuró con la mirada baja.- Me duele la espalda y la cadera. Casi no puedo moverme sin sentir que voy a desmayarme del dolor.
— Tranquilo, no voy a dejarte sólo.- Prometió el Alpha de cabellos rubios, acariciando la cabeza del Omega.- Iré por el té y algo de comida. También te prepararé un baño caliente, te ayudará a relajarte.
Izo solo asintió, sintiendo un fuerte sonrojo pintar sus mejillas por la vergüenza.
Ox fue directo a la cocina, encargándose de poner suficiente agua en el recipiente y algunas flores y hierbas, para después dejar que el calor del fogón hiciera el resto.
Mientras las hierbas y flores liberaban sus propiedades relajantes en el agua, puso manos a la obra para cocinar algo. Sabía que en esos días a Izo no le sentaban bien muchas comidas, así que prefirió apostar por algo sencillo como un estofado.
El té estuvo listo unos minutos después, justo a tiempo para endulzarlo con un poco de miel e ir a dejarlo a la recámara del Omega de Capricornio, mientras el estofado terminaba de cocinarse.
— Toma, te ayudará a calmar un poco el dolor.- Dijo, entregando la taza al azabache.- Dentro de poco estará listo el estofado.
— Gracias, Ox.- Murmuró el Omega, dándole un pequeño sorbo al brebaje.- No era necesario que hicieras todo esto. Puedo arreglarmelas solo.
— Sé que puedes, pero no estás sólo, Izo.- Respondió, acariciando la espalda ajena.- ¿Estás bien con tu cabello suelto, o quieres que te ayude a peinarlo?
— Descuida. No es necesario.- Respondió con un pequeño sonrojo.- Después lo sujeto con una cinta.
— ¿Seguro?
— Sí.- Afirmó, bebiendo otro poco de té.- No me molesta si me ves con el cabello suelto.
— Te ves lindo.- Comentó el Alpha, aumentando el sonrojo en el pálido rostro del Omega.- Bueno, no quiero decir que no te veas bien con el cabello sujetado... Te ves diferente... Bueno, no te ves mal... Quiero decir...
El nerviosismo del rubio no paso desaparecido para su acompañante, que solo dejó escapar una pequeña risa al observar su sonrojo.
— Está bien, entiendo.- Rió ligeramente Izo.- Gracias por el té.
— ¿Ya te sientes mejor?
— Sí.- Asintió, después de dar el último sorbo.- ¿Qué le pusiste?
— Unas de las hierbas que tenías en la cocina, y unas flores que Shijima me dió. Dijo que son muy efectivas para aliviar los cólicos.- Narró el griego.- Me pidió que te trajera algunas cuando le dije que vendría a ver cómo estabas.
— Recuérdame agradecerle más tarde.
— Por supuesto.- Sonrió el Alpha.- El estofado ya debe estar listo. Te traeré un poco, necesitas recuperar algo de energía.
Izo solo sonrió, dejando escapar un suspiro enamorado en cuanto vio salir al Alpha de su habitación.
Desde hace años suspiraba por ese hombre. Anhelaba su compañía, soñaba con dormir en sus brazos, imaginaba el tacto de sus labios... Pero temía al rechazo.
Ox era su amigo de la infancia, habían pasado todo tipo de cosas juntos, antes de separarse por unos años, cuando Izo fue enviado a su tierra natal para completar su entrenamiento, prometiendo volver.
Para cuándo regresó al Santuario, fue imposible negar la forma en que miraba a su mejor amigo, lo enamorado que estaba de él, y cuánto deseaba ser algo más que su amigo... Pero nunca hallaba el momento ni el valor necesario.
Ese Alpha era todo lo que podría desear. Amable, dulce, algo torpe pero innegablemente tierno, gentil, noble, cariñoso, sincero, leal... ¿Quién no caería rendido a los pies de un hombre así?
Por eso temía tanto confesar sus sentimientos, no ser correspondido y arruinar una amistad de prácticamente toda una vida... Pero la guerra santa estaba cada vez más cerca. Dentro de poco no quedaría nada qué perder.
Quizás ese finalmente podría ser el día en que fuera capaz de abrir su corazón.
Quizás finalmente sabría que era correspondido con la misma intensidad desde hace muchos años.
ESTÁS LEYENDO
Flufftober 2024. Saint Seiya Ships
أدب الهواةCompendio de shots y Drabbles de diferentes ships de la franquicia de Saint Seiya, participando en el #Flufftober2024