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El gran equipo avanzaba hacia las tierras de Iwa. Sasuke, nervioso, caminaba al lado de Comadreja, mientras que Naruto, igual de inquieto, iba junto a Búho.

—¿Pasa algo, chicos? —rompió el hielo Búho—. Los veo nerviosos.

Naruto tosió un poco antes de responder a defender a su mejor amigo.

—Lo que pasa... —empezó a decir, pero las palabras se le quedaron en la garganta.

—¿Será por lo de más temprano? Sasuke, no parecías muy bien —intervino Kakashi, lanzando una mirada significativa a Sasuke.

Naruto fulminó a Kakashi con la mirada, y todos dirigieron sus ojos a Sasuke, esperando una explicación.

—Al parecer, algo me cayó mal, pero ya estoy mucho mejor —respondió Sasuke.

—¿Seguro? —preguntó Comadreja, con seriedad.

—Sí, estoy bien. Dobe, ¿puedes acompañarme un momento? —Sasuke miró a Naruto, quien asintió y lo siguió hasta un árbol, fuera del alcance del oído de los demás.

—¿Por qué no les dices la verdad? —preguntó Naruto en un susurro.

—Aunque la prueba haya salido negativa, ¿te imaginas cómo se pondría Aniki si se entera de que ya no soy virgen? Según él, iba a mantenerme "puro" hasta el matrimonio... ¿Has visto a Shika? No hubiera aguantado tanto.

Naruto se echó a reír en voz baja.

—Como quieras, teme. Al menos ya te quitaste un peso de encima.

—Sí, y vaya peso.

Después de un largo trayecto, el equipo llegó finalmente a Iwagakure. El Equipo Siete, los ambu y Guy fueron escoltados hasta la oficina de Oonoki. La tensión en el ambiente era palpable.

—Tsuchikage-sama, los ninjas de Konoha están aquí —anunció Kitsuchi.

Oonoki levantó la vista y, al ver a los de Konoha, su mirada se detuvo en Búho, frunciendo levemente el ceño.

—Namikaze, ha pasado mucho tiempo.

—Tsuchikage-sama, me alegra verlo bien. Hemos venido desde las tierras del Fuego para entregarle un mensaje, redactado personalmente por el Quinto Hokage, Shisui Uchiha —Menma sacó un pergamino sellado de su equipo y lo entregó al Tsuchikage.

Oonoki, sin quitarle la mirada a Menma, tomó el pergamino y comenzó a leerlo en silencio.

Estimado Tsuchikage Oonoki:

Konoha lamenta profundamente los recientes acontecimientos que han llevado a una ruptura en la paz entre nuestras aldeas. El ataque injustificado de Iwagakure a nuestras fronteras representa una violación flagrante de los acuerdos establecidos y una amenaza directa a la estabilidad de la región.

Sin embargo, debe quedar claro que nuestra aldea no tolerará futuras provocaciones ni agresiones de su parte. Hemos tomado las precauciones necesarias y estamos preparados para defender Konoha con todo nuestro poder si se llegara a presentar una amenaza directa nuevamente. No tomaremos ninguna decisión sin antes ofrecer a Iwagakure la oportunidad de explicarse y buscar un acuerdo que beneficie a ambas aldeas.

La presencia de nuestros mejores shinobi en la entrega de este mensaje es una muestra de nuestro compromiso, pero también un recordatorio de que Konoha no teme defenderse de aquellos que amenacen su paz. Si este intento de mediación es ignorado o rechazado, interpretaremos esa decisión como una declaración formal de hostilidad por parte de Iwagakure y tomaremos las medidas necesarias para proteger nuestra aldea y nuestros aliados.

Esperamos su respuesta para coordinar una reunión lo antes posible y resolver esta situación de manera diplomática.

Con respeto y determinación,

Shisui Uchiha, Quinto Hokage de la Aldea de la Hoja

—Ya veo... ¿Debería interpretar esto como una declaración de guerra, Namikaze? —preguntó Oonoki, con el ceño fruncido.

Menma se tensó, consciente de que el Tsuchikage había reaccionado tal como lo había previsto Shisui.

—No lo tome de esa manera, Tsuchikage-sama. Hokage-sama solo busca una audiencia con usted, especialmente tras el reciente ataque a nuestra aldea por sus shinobi.

—Mi deuda aún no está saldada; este ataque es mínimo en comparación con la destrucción que Minato causó a mi aldea.

Naruto, ya perdiendo la paciencia, dio un paso adelante con una expresión de enfado.

—Mire, viejo, eran tiempos de guerra. Así como usted defendía su aldea, mi padre protegía la suya. ¡Era una guerra! ¿Lo entiende?

Menma colocó una mano en el hombro de Naruto, instándolo a retroceder.

—Calma, otouto, no entres en esta discusión.

Oonoki sonrió apenas.

—Bien, aceptaré la audiencia y un tratado de paz... con una condición.

—¿Qué condición? —preguntó Menma, con cautela.

—Que uno de ustedes se quede en Iwagakure. Podría ser tú, o tu pequeño hermano.

Todos los presentes fruncieron el ceño, claramente molestos. Naruto estuvo a punto de saltar de nuevo, pero Comadreja lo detuvo, guiándolo hacia atrás.

—¿Podemos saber la razón de dicha condición? —preguntó Menma nuevamente, con tono firme.

—Así se saldarían las muertes de mis mil shinobi y la destrucción que Minato causó a mi aldea.

Itachi intervino, manteniendo la calma.

—Disculpe mi intromisión, Tsuchikage-sama, pero pienso que su condición carece de sentido. Si ese fuera el caso, usted podría enviar a su nieta a Konoha en reparación por el ataque reciente a nuestra aldea. Así, ambas aldeas estarían a mano, ¿no le parece?

—Uchiha, no te metas en esto. Esto es entre el Namikaze y yo.

—Sin embargo, estoy de acuerdo con Comadreja, Tsuchikage-sama —habló Menma.

El silencio cayó sobre la sala por unos instantes. Oonoki estaba visiblemente molesto.

—Tsk. Largo. Mandaré mi respuesta en unos días.

El equipo completo salió, y Oonoki los observó en silencio. Al cerrarse la puerta, el Tsuchikage esbozó una leve sonrisa y le hizo una seña a uno de sus shinobi para que los siguiera. Este desapareció en el acto.

Cicatrices (Itanaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora