Relatos +18

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OcxOc

Narra Nick

-¿Por qué?...

¿Por qué tenían que mudarse? Entendía la situación: su padre no tenía un buen trabajo en el pueblo de donde venían. Sin embargo, Nick no quería dejar todo atrás. Ninguno de su familia deseaba hacerlo, pero lamentablemente, no tuvieron otra opción.

-¡Nick! -llamó su madre desde la cocina.

-Voy -respondió, levantándose. Hoy era su primer día de clases en su nueva ciudad. Ya se había preparado, pero solo podía renegar en la habitación que le tocó en el departamento que alquilaron.

-¿Emocionado? -preguntó su madre. Sabía muy bien que su hijo no estaba feliz, pero también era consciente de que eventualmente se acostumbraría.

-Hmm... -fue todo lo que emitió, un ligero sonido de queja.

-Escucha, sé que el cambio es difícil. Para mí y para tu padre también lo es, pero es lo que tenemos -dijo esta vez su papá.

Nick solo desvió la mirada.

-Ya verás que todo mejorará -

concluyó su padre-. Bien, vámonos. Nick dejó a su padre en su nueva escuela.

-Bien, aquí voy -murmuró tras soltar un profundo suspiro.

La escuela era enorme y, a pesar de ello, los estudiantes no hacían mucho ruido.

Sin prestar atención a por dónde iba, chocó contra un chico. Era alto y musculoso; no del tipo delgado y largo, sino con una estructura robusta y hombros anchos. Tenía el cabello azabache y unos bellos ojos verdes.

-¿Estás bien? -preguntó el chico desconocido. Aunque Nick no era particularmente bajo, al lado de este chico parecía un enano.

-E-eh... sí... -contestó, sintiendo cómo su cara ardía.

-¿Cómo te llamas? ¿Eres nuevo, verdad? -dijo él con una sonrisa amigable.

-S-sí, soy Nick -respondió, sintiendo por primera vez esos nervios tan intensos.

-El gusto es mío. Soy Alex -respondió el chico extendiendo la mano.

-E-el gusto es mío -terminó por decir Nick mientras estrechaba su mano.
Justo en ese momento sonó la campana y Nick le pidió la dirección del salón. Resultó que estaban en la misma clase, así que al ver un asiento vacío al lado de Alex, decidió sentarse allí.

La jornada transcurrió bien; Nick pasó la mayor parte del tiempo hablando con Alex. A medida que avanzaba el día, su amistad crecía y crecía.

Hasta ese día...

-El equipo 16 estará compuesto por Alex y Nick -anunció la profesora de sociales con un tono amargado.

-¡Qué bien! -exclamó Nick emocionado-. Podemos hacerlo en mi casa.

-Me parece bien -respondió Alex con una sonrisa cómplice.

Ya en casa de Nick, Alex observó el lugar con admiración.

-Wow, tu departamento es bonito-dijo mientras sus ojos recorrían el espacio.

-Gracias, mis padres no están-respondió Nick, cerrando la puerta tras él-. Por favor, siéntate.

-Ok-contestó Alex, acomodándose en una de las sillas del comedor.

-Y bien, ¿por dónde empezamos? -preguntó Nick con una sonrisa.

El proyecto no era complicado y lograron terminarlo rápidamente.

-¡Al fin! -exclamó Alex, provocando una risita en Nick-. Oye -dijo sonrojándose ligeramente; se habían movido al sofá, sentados uno al lado del otro-. Me gusta... pasar tiempo contigo~-