Possibly loved | JijiAira.

Capítulo 1

Possibly loved.
Enjoji x Aira.
SEMI-AU.
Short-fic.

N/A: me resbala un poco agregar más historias a la lista de "carajo, tengo que actualizar esta vaina"

En fin, historia corta que no se cuantos capítulos tendrá de estos dos que amo demasiado y necesito que interactuen más en el manga juasjuas

Intenté mantener un poco la comedia absurda del manga así que esto es un intento de comedia romántica.

...

Aira llevaba rímel en sus pestañas, un suave rubor en sus mejillas y un brillo labial que realzaba sus labios. Esa tarde se había tomado el tiempo de cepillarse el cabello una y otra vez, dándole forma hasta que quedara sedoso y perfecto. Cuando se miró al espejo, pensó que nunca había visto a nadie más hermosa que ella misma.

Con esa seguridad llegó a la casa de Ayase Momo, esperando que Takakura no pudiera apartar la vista de ella deslumbrado por su belleza. Sin embargo, la realidad fue otra. Él no paraba de mirar a Momo, que masticaba con la boca llena dejando migas por todas partes. Incluso él le había pedido que no siguiese hablando porque podía ahogarse. Desde su posición, Aira podía ver la salsa de tomate en la comisura de los labios de Momo y aun así, Takakura la miraba como si fuera la persona más hermosa del mundo. Mientras tanto, Aira que estaba vestida con su mejor conjunto, apenas había recibido un saludo de su parte.

Momo miró a Takakura y el rubor en sus mejillas fue evidente. Cualquiera con o sin sentido común, podría ver que esos dos eran unos completos idiotas enamorados. Para Aira, eso fue un golpe bajo.

Maldita Ayase Momo, pensó mientras apuñalaba con furia un trozo de tofu en su plato. Quería creer que su odio iba dirigido a Momo, pero en el fondo sabía que era hacia la realidad. Esa noche, finalmente lo comprendió: nunca sería la destinataria del amor de Takakura Ken.

—Aira, tofu —la voz dulce de Vamola interrumpió sus pensamientos. La alienígena le tendió el plato lleno de tofu con una sonrisa inocente y sintiendo el nudo en su garganta solo pudo tomar un trozo más, sin pronunciar palabra mientras sus palillos temblaban entre sus dedos.

—¡Waaaah, Aira, no estés triste! —a su lado, Jiji empezó a hacer gestos y caras extrañas intentando sacarle una sonrisa.

—No estoy triste —afirmó.

—¿Qué sucede, idiota? —preguntó Momo con su típica falta de tacto y la paciencia de Aira comenzó a agotarse.

—¿Te sientes bien, señorita Shiratori? —preguntó Okarun.

De repente, todas las miradas se posaron sobre ella. Aira sintió la vergüenza calentarle las mejillas.

—¡No entiendo por qué me siguen preguntando lo mismo! ¿En qué momento dije que estoy triste? —respondió, alzando la voz con frustración.

Todos intercambiaron miradas incómodas, lo que solo aumentó su irritación. Rin fue la que finalmente rompió el silencio.

—Es que... estás llorando.

—¿Qué? —Aira se llevó una mano a la mejilla y para su sorpresa, sintió la humedad en su piel. No había notado las lágrimas cayendo ni el típico ardor en la nariz que acompaña al llanto. Pero no podía, bajo ninguna circunstancia, admitir que estaba llorando. No frente a Momo y Takakura Ken— Ah, esto... condimenté demasiado la comida y la pimienta me hizo llorar.

—No sigas comiendo eso, podrías enfermarte —advirtió Zuma qué estaba al lado de Rin. Aira echó un vistazo a la habitación. Antes eran solo ella, Momo, Takakura y la abuela Ayase quienes cenaban juntos después de sus duras batallas. Ahora, más amigos se habían sumado a las cenas haciéndolas más alegres y caóticas. Incluso el maldito Serpo había sido invitado.