parte 14

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Un Mes Después

El tiempo había pasado y la atmósfera en el mundo de los cazadores y demonios era tensa, pero extrañamente tranquila. La tregua firmada entre Muzan Kibutsuji y Kagaya Ubuyashiki había creado un respiro inesperado. Aunque la desconfianza persistía, las escaramuzas habían disminuido. Los demonios y cazadores estaban empezando a adaptarse a esta nueva realidad, aunque no todos estaban convencidos de que duraría.

Desde la Perspectiva de Zenitsu

Zenitsu Agatsuma se encontraba en un estado de confusión y emoción. Su relación con Kaigaku, un demonio alfa, había evolucionado de manera inesperada. Cada encuentro era un delicado juego de risas y susurros, lejos de las miradas desconfiadas de sus compañeros cazadores. Zenitsu no podía evitar preguntarse si este amor era un lujo que podían permitirse en un mundo lleno de peligro.

—Tal vez la tregua no sea tan mala —murmuró mientras se recostaba contra un árbol, recordando los momentos compartidos con Kaigaku, las risas y las conversaciones profundas que habían tenido.

Desde la Perspectiva de Kaigaku

Kaigaku había estado lidiando con las repercusiones de su decisión. La tregua había permitido un respiro en las luchas, pero su relación con Zenitsu lo colocaba en una posición complicada entre sus propios aliados. La preocupación por su lealtad era constante.

Aun así, cada vez que pensaba en Zenitsu, una sonrisa involuntaria se dibujaba en su rostro. La vulnerabilidad y valentía del cazador lo cautivaban, y no estaba dispuesto a dejar que las opiniones de otros arruinaran lo que habían construido.

Desde la Perspectiva de los Demonios

Mientras tanto, en el bando de los demonios, había un aire de incertidumbre. Muzan, en su oficina, había convocado a sus seguidores más cercanos para discutir la tregua.

—La tregua ha funcionado hasta ahora —dijo Muzan, su voz resonando en la sala—. Pero no debemos bajar la guardia. Los cazadores son astutos, y cualquier señal de debilidad puede ser su oportunidad.

Demonios como Douma y Gyutaro intercambiaron miradas. Habían notado un cambio en el ambiente, una extraña calma que les hacía sentir incómodos. Algunos demonios eran escépticos sobre la tregua, pero otros, como Douma, se preguntaban si podían aprovechar esta pausa en la lucha.

—Tal vez podamos usar esta tregua para conseguir algo más —sugirió Douma, con una sonrisa traviesa—. Quizás incluso un pacto más fuerte con ciertos cazadores.

Gyutaro asintió, pensativo. Mientras el resto de los demonios discutía, su mente se centraba en sus propios problemas con Douma. La dinámica de su relación había cambiado, y la tregua también les había dado tiempo para explorar sus sentimientos.

Un Encuentro Decisivo

Un día, Zenitsu recibió un mensaje de Kaigaku. Se encontrarían en su lugar habitual, un claro oculto en el bosque. El corazón le dio un vuelco al pensar en él, y la emoción llenó su pecho. Sin dudarlo, se dirigió al encuentro.

Cuando llegó, Kaigaku lo estaba esperando, su mirada iluminada por la luna.

—Zenitsu —dijo, acercándose con una sonrisa—. Me alegra verte.

—Yo también —respondió Zenitsu, sintiendo cómo su rostro se sonrojaba.

En el Bando de los Cazadores

Mientras tanto, Giyuu Tomioka observaba a sus compañeros cazadores con preocupación. La tregua no era bien recibida por todos, y los murmullos de traición se hacían más fuertes. A menudo pensaba en Zenitsu y cómo su amigo había cambiado desde que comenzó a verse con Kaigaku. La inseguridad que siempre había rodeado a Zenitsu había disminuido, pero también había una nueva vulnerabilidad.

—¿Crees que deberíamos hablar con él? —sugirió Giyuu a Tanjiro.

—No podemos interferir en su vida, Giyuu. Zenitsu sabe lo que hace. Solo debemos estar ahí para él —respondió Tanjiro con su característico optimismo.

Giyuu asintió, pero la preocupación no lo abandonó. La relación entre Zenitsu y Kaigaku era un delicado equilibrio.

El Desenlace en el Claro

De vuelta en el claro, Kaigaku tomó la mano de Zenitsu con firmeza.

—Independientemente de lo que digan otros, quiero que luches a mi lado, no solo como cazador, sino como alguien importante en mi vida.

Zenitsu se sintió conmovido.

—¿Y si el mundo no lo acepta?

Kaigaku sonrió, su mirada llena de determinación.

—Entonces haremos nuestro propio camino.

Ambos sintieron que, a pesar de la inminente tormenta que se acercaba, su conexión era más fuerte que cualquier obstáculo que pudieran enfrentar. En un mundo de sombras, habían encontrado la luz el uno en el otro.

Conclusiones de la Tregua

Mientras tanto, tanto los cazadores como los demonios empezaban a notar que la tregua, aunque frágil, había creado una oportunidad. En algunos rincones, cazadores y demonios estaban comenzando a interactuar de maneras que nunca habrían imaginado. Se estaban compartiendo información, e incluso algunos cazadores estaban reconociendo que no todos los demonios eran enemigos.

La tregua había abierto la puerta a un cambio, y aunque las viejas rivalidades aún existían, había un destello de esperanza. Sin embargo, el tiempo diría si era suficiente para unir dos mundos que siempre habían estado en guerra.

obsesionado por tu amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora