¡no soy omega! ✧ kooktae

O29; celo

Mientras Jungkook y Taehyung caminaban tomados de la mano por el campus, ignorando con naturalidad las miradas curiosas o despectivas de los demás estudiantes, Jungkook mantuvo su mirada firme, lanzando alguna que otra advertencia silenciosa a los alfas que parecían observar desvergonzadamente a su omega.

Rodeó el hombro de Taehyung de manera protectora, y ambos continuaron su conversación, despreocupados, aunque Taehyung sentía en su estómago un pequeño nudo de nervios.

Pronto, cuando entraron al edificio, Jimin apareció en el pasillo y se acercó a ellos con una sonrisa divertida.

—¡Vaya, pareja del año! —exclamó el alfa, dándoles un ligero empujón a ambos—. ¿Acaso no saben lo celosos que están todos los alfas de la universidad? Ahora hasta yo tengo que cuidarme de sus miradas.

Jungkook se rió, pero sus ojos parecían evaluar a todos los que pasaban cerca.

—Que lo intenten si quieren —respondió Jungkook, apretando con más fuerza la mano de Taehyung.

El peligris, que intentaba mantener la calma, le sonrió a Jimin.

—No exageres, Jimin. No es para tanto.

—¿Ah, no? —Jimin arqueó una ceja, riendo un poco—. Bueno, entonces, explícame esto, Taehyung—dijo mientras sacaba un par de cartas y una pulsera brillante del bolsillo de su mochila y se las mostraba a Taehyung—. Esto estaba en tu casillero. Nuevamente.

Taehyung miró las cartas, suspirando, mientras Jungkook fruncía el ceño. Jimin los miraba con un brillo de diversión en los ojos.

—Es como si estuvieran compitiendo entre ellos para ver quién te impresiona más —se burló Jimin—. Hace tiempo que no veía tanto ajetreo en la universidad. Creo que ahora tienes un club de fans, Taehyung.

—Espera... ¿de verdad? —preguntó el omega, perplejo, y su mirada bajó al piso, sonrojándose levemente.

—¡Oh, pero claro! Ya sabes, todos quieren el número de teléfono del "omega que fingió ser beta". Eres como una especie de leyenda urbana ahora mismo —continuó Jimin, aguantando la risa.

Jungkook soltó una risa seca, cruzando los brazos mientras aún mantenía su brazo sobre el hombro de Taehyung.

—Si yo tuviera una moneda por cada idiota que se atreve a dejarle una carta, estaría pagando su matrícula.

Jimin soltó una carcajada.

—Relájate, Jungkook, la mitad de ellos no se atreverían a cruzarte el camino. Pero… —miró a Taehyung con una sonrisa traviesa—. ¿Qué opinas tú, Tae? ¿Qué tal ser el centro de atención?

Taehyung soltó una risa nerviosa, rascándose la nuca.

—No es tan malo… pero, um… a veces es un poco abrumador. —miró de reojo a Jungkook, inseguro—. Además, no me interesa recibir cartas o regalos. Ya tengo a alguien importante en mi vida y lo amo mucho.

Jungkook sonrió satisfecho ante la respuesta, y Jimin estalló en carcajadas.

—¡Eso es! —exclamó Jimin—. Directo al punto. Aunque, ¿quién lo diría, Jungkook? Eres oficialmente el chico más odiado y envidiado por todo el campus. Oye, ¿cuál es tu secreto para que no te saquen el lugar?

—Es sencillo —Jungkook se encogió de hombros, dándole un ligero apretón al hombro de Taehyung—. Nadie tiene el valor suficiente para intentarlo.

Jimin rodó los ojos.

—Es eso, o nadie quiere acabar en la enfermería —bromeó—. De cualquier forma, Taehyung, si algún día te cansas de tus "admiradores", puedes mandarlos a la mierda.