Mini historias TomJake 🍉🍩

historia 3 🍩Entre Ronroneos y Sonrisas🍉

El sol de la mañana se colaba por la ventana, pintando la habitación de tonos dorados. En la cama, Tom y Jake estaban acurrucados, envueltos en las sábanas suaves, disfrutando de un momento de tranquilidad antes de que el día comenzara. Entre ellos, una pequeña bola de pelo ronroneaba, estirándose con pereza: Gabs, su gatita, de un pelaje gris con manchas blancas en el pecho y la punta de las patas.

Gabs era un regalo inesperado. Un día, mientras caminaban por el parque, la encontraron debajo de un banco, temblando de frío y con hambre. Jake, con su corazón siempre dispuesto a ayudar, no dudó en llevarla a casa, y Tom, aunque más reservado, se encariñó rápidamente con ella. Desde entonces, la gatita había llenado su hogar de travesuras y de ese tipo de amor silencioso que sólo los gatos saben dar.

Esa mañana, Gabs se estiró entre ellos y comenzó a mordisquear suavemente el brazo de Tom, exigiendo su desayuno. Tom rió, acariciando su cabecita, mientras Jake observaba con una sonrisa. "Creo que alguien tiene hambre", dijo Jake, su coleta azul un poco desordenada por el sueño. Tom asintió y se levantó, Gabs siguiéndolo con pasos juguetones hasta la cocina.

Mientras Tom servía la comida de la gatita, Jake se acercó por detrás y lo abrazó, apoyando la barbilla en su hombro. "No puedo creer cuánto cambió nuestra vida desde que Gabs llegó", comentó, su voz suave y llena de ternura. Tom, con una sonrisa, miró a la gatita que devoraba su desayuno. "Sí, ahora hasta la cama la compartimos con una bolita de pelos que nos despierta antes de tiempo", bromeó, aunque en el fondo sentía que la llegada de Gabs había hecho su hogar más cálido.

Jake se giró hacia él, tomándolo de la mano. "Gracias por estar conmigo en todo esto, Tom. Por cada día, cada risa, cada noche cuidando a esta pequeña", dijo, refiriéndose tanto a su vida juntos como a la gatita que habían adoptado. Tom le miró con esa mezcla de admiración y amor que siempre guardaba para él. "Eres tú quien ha hecho que todo valga la pena, Jake. Gabs y tú son lo mejor que me ha pasado."

En ese momento, Gabs levantó la cabeza, interrumpiendo el momento con un maullido corto, como si supiera que hablaban de ella. Ambos se echaron a reír, y Tom se agachó para tomarla en brazos. La gatita ronroneó feliz, restregándose contra su pecho mientras Jake acariciaba suavemente su lomo.

"¿Sabes?", dijo Tom, mirando a Jake con una sonrisa traviesa. "Creo que Gabs es una especie de Cupido. Nos ha hecho más cercanos que nunca". Jake rió y besó a Tom en la frente. "Pues entonces hay que agradecerle, porque gracias a ella, tenemos aún más motivos para sonreír juntos."

Los tres se quedaron así, abrazados en la cocina, con el sol de la mañana llenando el espacio de luz. Gabs ronroneaba contenta, entre los dos humanos que la habían convertido en parte de su familia. Y Tom y Jake, en esos momentos sencillos y cotidianos, supieron que no necesitaban más para ser felices.

                                                                         FIN

//dios, ame escribir esta historia, desde que empecé a escribir la historia quise incluir a gabs//

//tal vez la incluya en otras más, como sea chau//