En un mundo devastado por un catastrófico frio eterno, Astrid, una joven valiente y decidida, lucha por sobrevivir en un entorno hostil. La Tierra está congelada, y la humanidad se encuentra al borde de la extinción. Su objetivo: Proteger y manten...
Después de que el sol se viera afectado por una anomalía y esté bajara su intensidad, el mundo comenzó a colapsar, El planeta se tiño de un color gris, las plantas comenzaron a morir, estallo la guerra por víveres.
La oscuridad era total, solo interrumpida por la débil luz de la luna que se filtraba a través de las ventanas heladas y el nulo sonido de la gente que solía vivir en calle. Yo Astrid soy una de esas personas que tiene el "lujo" de vivir, si a esto se le puede llamar lujo, ya que no considero que alguien que ya no tiene nada en esta vida se le pueda llamar suerte de sobrevivir, aunque si tengo suerte de tener a mi fiel amigo Loki mi perro, un can que llego a mi vida mientras los dos buscábamos comida para sobrevivir. Traje a Loki hace 1 mes a mi refugio, mi hogar donde el frío se infiltraba por debajo de las ventas y puertas, pero era el único lugar donde me sentía segura en este mundo congelado y era lo único que me quedaba en esta tierra inhóspita.
Fue cuando Loki cumplió el mes conmigo cuando toda mi vida cambiaria.
Astrid se levantó de la cama y se dirigió a la cocina cuando noto que el generador aún funcionaba, proporcionando una débil luz y calor. Astrid sonrió al ver a Loki, durmiendo en su cama de mantas. Preparó un té caliente y se sentó en la mesa, mirando por la ventana. La nieve cubría todo, convirtiendo el mundo en un paisaje blanco y silencioso. El invierno había durado años y había perdido la cuenta de los días
Se levantó y comenzó a revisar su lista de tareas:
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Astrid se puso su ropa de invierno y se dirigió a la puerta. Loki la siguió, moviendo su cola con entusiasmo.
—Vamos, Loki. Hoy vamos a buscar suministros.
La puerta se abrió con un crujido, y Astrid salió al frío extremo. La nieve crujía bajo sus pies mientras caminaba hacia el pueblo abandonado.
El silencio era total. No había pájaros cantando, ni viento susurrando. Solo el crujido de la nieve y el sonido de su propia respiración.
Astrid se estremeció. Este mundo era un lugar solitario y peligroso. Pero ella no se rendiría. Ella sobreviviría.
Hola, soy nueva en esto, espero que les guste la historia, si hay algo que debería de cambiar para hacer la historia más interesante háganmelo saber y perdón por los errores ortográficos.
