𝐕𝐎𝐈𝐃: Kᴀᴛsᴜᴋɪ Bᴀᴋᴜɢᴏ

ocho

OCHO
a new kind of love

—  Tienes razón.  —  Murmuró dejándome las llaves sobre la palma de mi mano. — Se me había olvidado esa parte.

Cada vez que parecía que de alguna forma me acercaba un poco más a él me volvía a recordar la despreciable persona que era, lo único que le mantenía atado a mi es la sensación de poder que le doy.

Abrí la puerta con rabia para después cerrar esta con fuerza delante de Bakugo, mi visión se comenzaba a nublar por las lágrimas de impotencia que se acumulaban en mis ojos.

— Tara. — Escuché de nuevo su voz y pasé rápidamente mi mano por mis ojos para ocultar las lágrimas.

Su mirada estaba sobre mis mejillas mojadas, pero aún así tenía una expresión era neutral.

— Recuerda que tenemos que organizar la presentación. — Dijo sin parar de caminar hacia la salida.

Nunca voy a odiar tanto a alguien como le odio a él.

Ya no podía seguir estancada en la idea de que podría cambiar, y en esta cuidad ya me sentía lo bastante sola como para que además mis únicas interacciones sociales sean burlas por parte de Bakugo.

Saqué mi teléfono buscando el número de la única persona a la que se me ocurría llamar.

El tono de espera del teléfono sonó un rato hasta que contestó.  —  ¿Tara?

—  Izuku, ¿Estás ocupado?  —  Me sentía mal por llamarle, sabía que él sí estaba ocupado.

—  ¿Estas llorando?  —  Negué repetidas veces a su pregunta pero él insistía mucho.

—  Tuve un problema pero no es eso por lo que te llamo.  —  El parecía estar esperando a que siguiera hablando.  —  ¿Quieres salir conmigo?

Obviamente no utilice las palabras correctas porque a pesar de estar en llamada noté como Izuku se quedó petrificado, lo que me hizo cambiar mi pregunta al instante.

—  ¡Perdón! Quería decir si tú quisieras salir ahora, no salir conmigo, o sea si conmigo pero no como tú piensas.  —  Dije apresuradamente.

" Te estás luciendo Tara"

—  Dame diez minutos y estoy ahí.  —  Dijo nerviosamente para después colgar.

—  Izuku espera-  —  Murmure inútilmente pues ya había colgado.  —  Ni siquiera le he dicho dónde estoy...

Me senté en uno de los bancos del parque que queda cerca de la escuela, esperando a que el peli verde realmente supiera dónde estoy.

Daba pequeñas patadas a las piedras de alrededor mientras esperaba aburrida, di una mirada a mi teléfono viendo que quedaban dos minutos para que se cumplieran los diez en los que prometió estar.

— ¡Hola! — Izuku me agarró por lo hombros de sorpresa haciéndome sobresaltar en mi sitio.

— Idiota casi me matas del susto. — Le di un pequeño puñetazo en su hombro haciéndole reír más. — ¡No ha tenido gracia! — Grité, Izuku solo levantó sus dos brazos en señal de rendición.

Es la primera vez que le veía sin la ropa de la escuela, parecía que venía de entrenar, mentiría si dijera que no estaba sorprendida, ¿En que momento Izuku se había puesto así?

Deje mi mirada inquieta aún lado cuando el peli verde tomo asiento, realmente no quería mirar más pero no lograba entender dónde venía ese cambio, esta debía ser la razón de su cansancio constante.

— ¿Puedo saber que te pasaba antes? — Solté una pequeña risa para disimular la situación. — Fue una tontería, no se ni porque me puse así de verdad.

— ¿Fue por Kacchan cierto? — Preguntó recibiendo mi silencio como respuesta.

— No fue nada importante, de verdad no se-

Iba a seguir hablando pero el peli verde me agarró por los hombros obligándome a mirarle.

— Yo me quedaré contigo, para que no te vuelva hacer llorar.

⭒

Había llegado bastante tarde a casa, pensé que sería solo un rato pero acabé pasando el día entero con Izuku, realmente es muy bueno conmigo, hace que me olvide de Katsuki.

"¿Qué harías si crees que te gusta una amiga?"

La pregunta que me hizo aquel día resonaba en mi cabeza una y otra vez, ¿se refería a mi?

Obviamente me hace falta dormir, es tarde y ya empiezo a delirar, agarre mi teléfono para colocar la alarma viendo que había mensajes nuevos.

Bakugo.

Mañana en mi
casa a las 15:00.
23:37.