ɢᴏʟᴅ ʜᴇᴀʀᴛ | 𝓢𝓽𝓪𝓷𝓯𝓸𝓻𝓭 𝓟𝓲𝓷𝓮𝓼

𝟘𝟡. 𝐋𝐚 𝐟𝐢𝐞𝐬𝐭𝐚

Pov. Narrador

Estaba todo ya preparado para la fiesta, la gente empezaba a venir y el salón se llenaba.
Soos estaba de DJ, Melody y la abuelita estaban en la casa, puesto que no se encontraban para fiestas, Mabel se encontraba con sus amigas en la pista de baile mientras Dipper hablabla con Pacífica intentando no quedar en ridículo y alejándose de su hermana para que no le fastidiara, en cambio, en una esquina se encontraban los adultos, Stan estaba tomando una cerveza mientras hablaba con Marta, Ford estaba sentado cerca con un vaso de agua, él no sabía por qué había decidido ir a esa fiesta.

- Stan, no deberías tomar tanto.

- Oh, tranquila Marta, yo controlo el alcohol, ¿tú no vas a tomar?

- No, no, yo nunca probé el alcohol.

- ¿En serio? Pues hoy lo vas a probar, venga, un poco solo. Si no te gusta, yo me la termino. Venga, vamos.

- En serio, no hace falta, Stan.

Estuvieron varios minutos con ese argumento hasta que Marta se cansó y terminó gruñendo rendida por la insistencia de Stanley.

- Bien, tomaré una...

- Genial, por fin.

- Pero, Ford también debe beber.

Stanford, a esto se giró, los miró a los dos y luego fijó sus ojos en ella. Eso no le hacía mucha gracia, sí, bebía de vez en cuando, pero, sobre todo solo o con su hermano, no con tanta gente, eso le ponía incómodo.

- Eh... ¿Y por qué demonios lo debo hacer?

- Oh vamos, cerebrito. Tú sí tomas.

- Sí, pero solo o como mucho contigo y ya está, Stanley, además están los niños.

- Nerd, los niños están en sus cosas.

- Por favor, Ford, solo unas pocas, no mucho, vamos.

Fue hacia él y lo tomó de las manos sonriendo, el de seis dedos se sonrojó y suspiró pesadamente, le era imposible negarle nada a ella.

- Bien, pero no mucho, además, lo haré más para controlarte, no me siento seguro dejándote con mi hermano y alcohol de por medio.

- Por mi bien, vamos, Ford.

- Me ofendí por eso, Sixer.

- No me hagas un drama ahora.

Pov. Stanford

Fuimos hasta la barra, tome dos cervezas, una para mí y otra para Marta, para nada de mi sorpresa Stanley pidió otra para él, no sé cuántas llevaba ya, cinco o seis, da igual, nos dirigimos a unas sillas y nos sentamos en círculo, Marta le dio un pequeño trago a la cerveza, poniendo una cara de asco, fue algo graciosa.

- Eww, no sabe nada bien esto, Stanley.

- Porque debes tomar más para que sepa.

- Hazlo despacio, Marta, es la primera vez que tomas y tu cuerpo no está acostumbrado a ello.

- Tch, ni caso al soso esté, hazme caso a mí, yo se más de todo esto, el seis dedos no.

- Que no tome todos los días, no quiere decir que no sepa del tema, Stanley, sé mucho.

- Como os vayáis a pelear por una mierda así, os pegó, en serio.

Varios minutos después, ella ya estaba por la mitad de la primera. Stan ya llevaba dos más, se le notaba algo borracho y yo iba por la segunda. Parecía que ya no le disgustaba el sabor, igual, no iba a dejar que tomara más de tres. Por su seguridad, es la primera vez que toma, no quiero que acabe enferma.