historia 5 🍩Una Sorpresa Dulce🍉

81 7 2
                                    

Era una tarde lluviosa de octubre, y la pastelería de Miriam y Jake olía a canela y vainilla. Jake estaba decorando una tanda de cupcakes mientras tarareaba una melodía. Miriam, siempre sonriente, le pasaba las bandejas y lo miraba con orgullo. A pesar de que el día estaba gris, la atmósfera dentro de la pastelería era cálida y acogedora.

Gabs, la pequeña gata, descansaba en una manta cerca del mostrador, acurrucada y ronroneando con suavidad. De vez en cuando, miraba a Jake con sus ojitos curiosos, como si entendiera cada palabra que él le susurraba.

Mientras tanto, Tom estaba terminando su turno en la comisaría. Había tenido un día bastante ajetreado, pero no podía evitar que sus pensamientos se desviaran hacia Jake y la sorpresa que le había preparado. A través de las ventanas empañadas de su oficina, veía la lluvia caer y eso le daba la excusa perfecta para lo que tenía planeado.

Finalmente, llegó la hora de cerrar, y Tom se apresuró a la pastelería, llevando consigo una bolsa misteriosa. Al entrar, el suave tintineo de la campanita del local anunció su llegada. Jake levantó la mirada y una sonrisa se dibujó en su rostro al verlo.

—¿Qué haces aquí tan tarde? —preguntó Jake mientras se acercaba a Tom, limpiándose las manos con un trapo.

—Vine a verte... y a darte esto —respondió Tom, sacando una cajita envuelta en un papel plateado de la bolsa.

Jake lo miró con curiosidad, tomando la cajita con delicadeza. La abrió lentamente y se encontró con una pequeña pulsera de cuero, decorada con un pequeño colgante en forma de estrella. La estrella tenía grabada unas letras : "T+J".

—Quería que tuvieras algo que te recordara que, sin importar lo que pase, yo siempre estaré a tu lado —dijo Tom, un poco nervioso. Jake lo miró, conmovido, y se mordió el labio, tratando de contener la emoción.

—Tom... es preciosa. Gracias —murmuró Jake antes de abrazarlo con fuerza. Gabs, como si entendiera el momento, se acercó y comenzó a frotarse contra las piernas de ambos, ronroneando felizmente.

Después de un momento, Jake lo miró y sonrió travieso.

—Ahora es mi turno —dijo, tomando la mano de Tom y llevándolo a la cocina de la pastelería. Sobre la mesa, había un pastel cubierto de glaseado blanco, decorado con pequeños detalles de chocolate. En el centro, estaba escrito "Para mi héroe".

—Quería agradecerte por todo lo que haces, no solo por mí, sino también por nuestra comunidad. Eres más que un policía, eres alguien que cuida de los demás, y para mí, eso te hace un héroe —dijo Jake, mirándolo con cariño.

Tom se quedó sin palabras. Miró el pastel y luego a Jake, sintiendo un calor agradable en el pecho. Se acercó lentamente, tomando el rostro de Jake entre sus manos y besándolo con suavidad. Fue un beso dulce, cargado de gratitud y promesas silenciosas.

La lluvia seguía golpeando las ventanas, pero dentro de la pastelería todo parecía más brillante. Miriam, desde la trastienda, asomó la cabeza y sonrió al ver la escena, mientras Gabs se acurrucaba entre los dos, como si supiera que ese momento también era suyo.

Tom, Jake, y Gabs disfrutaron de la noche juntos, compartiendo el pastel y la calidez de su amor. Porque al final, eran esos pequeños gestos, como una pulsera o un pastel, los que hacían que cada día valiera la pena.









                                                                                    FIN

Mini historias TomJake 🍉🍩Donde viven las historias. Descúbrelo ahora