Seis meses después…
Las cartas de Jimin dejaron de llegar después de cuatro meses. Nunca hablaba de su operación, siempre contaba cómo era allá, y lo hermoso que se veía todo. Aunque solía preguntar seguido con respecto a su estado, siempre decía que estaba bien sin dar más detalles.
Después de unos meses sus cartas me parecían ajenas, como si no fuera él quien las escribía. Mis padres dijeron que no habían podido comunicarse con su padre, ni siquiera yo pude hacerlo. Yoongi Hyung dijo que habló con Jimin hace unos meses después de su partida y que no lo hizo de nuevo. Jimin solo respondía sus mensajes de manera corta, con frases secas y sin detalles.
A decir verdad todos comenzamos a preocuparnos, hasta que un día llegó una de sus cartas. La reconocí al instante por su letra, aunque la tinta parecía más pálida que de costumbre.
“Jungkook”
“¿Eres feliz?”
Recuerdo haberla leído cientos de veces, con la esperanza de encontrar algún significado oculto en esas palabras. No había nada más escrito en ella, solo eso y una carita feliz a un costado, dibujada con un trazo tembloroso.
Había logrado entrar a una buena universidad, obtuve una beca deportiva y estaba en el equipo de natación como lo tenía planeado. Pero las cosas seguían sintiéndose vacías sin Jimin allí. Cada victoria, cada logro, cada momento de felicidad se sentía incompleto sin él.
Honestamente, una parte de mí quería creer que aún estaba con vida, que él seguía allí, luchando por recuperarse. Que esas cartas eran su forma de decirme que aún estaba ahí, que no me había olvidado. Pero al no tener noticias, esas esperanzas se agotaban en mi garganta por las noches cuando pensaba en él, cuando la soledad se apoderaba de mí y las lágrimas se convertían en mis únicas compañeras.
Cada día que pasaba, la incertidumbre se convertía en una pesada losa sobre mi pecho, y la esperanza se desvanecía como la tinta de sus últimas cartas.
— Hiereme, sáname…— suspiró Soyeon a mi lado.
Cuando Jimin se marchó, ella se pegó mucho a mí, en su defensa decía que se sentía sola sin Jimin aquí y yo le recordaba mucho a él.
— ¿Qué lees? — pregunté.
— Un libro…— dijo obvia.
— Me refiero a de qué trata, tonta — reí.
— De dos personas que se hieren mutuamente por errores del pasado, pero intentan sanar juntas…
— Dime qué el bien gana…
— No puedo hacer eso— rió y yo la observé desde mi lugar en la cama.
— ¿Por qué?— pregunté.
Soyeon suspiró y se acomodó en la silla de escritorio.
— Porque aún no termino el libro — sonrió.
Yo solo asentí con mi cabeza y miré el techo de mi habitación por varios minutos antes de mirar en su dirección una vez más.
— Soo…
— ¿Mmm?— asintió quitándose su atención del libro para centrarse en mí.
— ¿Crees que él esté bien?— pregunté.
Sabía que era un tema delicado, incluso para ella, pero necesitaba que alguien me dijera que sí, que Jimin estaba bien y todo estaría bien.
— No lo creo, lo sé — me sonrió con una mezcla de tristeza y seguridad.
Después de oír eso, me sentí feliz, aliviado. Deseando con todas mis fuerzas que ella tuviera razón. La verdad es que, aunque Soyeon no lo dijera, todos sabíamos que la operación de Jimin era un riesgo, y la falta de noticias solo alimentaba la incertidumbre.
Pero en ese momento, sus palabras me llenaron de un poco de esperanza. La esperanza de que Jimin, a pesar de todo, estuviera bien.— ¿Quieres ir por unos helados?— pregunté y ella dejó su libro a un lado sobre mi escritorio y asintió — Vamos entonces, le diré a Yugyeom, dijo que está aburrido.
Me puse de pie y me quité mi camiseta para colocarme otra.
— Él no me agrada — murmuró Soyeon con una pequeña mueca.
— Lo dices porque le gustas y siempre te molesta por eso.
— También — suspiró.
Yo solo reí y me vestí rápidamente mientras ella me daba la espalda.
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Hurt me, Heal me
FanfictionJimin sabía que jamás escaparía de su destino y se resignó a ello, a nunca encontrar la felicidad y no poder volver en el tiempo a esos pequeños momentos, pero ahora podría tener otra oportunidad. . . . 🍂Parejas: Jimin y Jungkook 🍂Ship: kookMin ...