-Wow, pero tienes un cuerpo muy bien trabajado, cariño. Eso fue lo primero que escuché cuando salía del baño, listo para nuestro día en el spa. Puse los ojos en blanco ante las risitas tontas de ambos. Lo que había notado era que a Tom le gustaban mucho los piropos; jamás le había dicho uno, solo cuando quería tenerlo encima mío y durante el sexo. Lo miré y vi el sonrojo en sus mejillas y esa sonrisa que hacía que sus ojitos se volvieran pequeñitos. ~Muy adorable~.-Estoy listo-. Tomé una toalla, mi teléfono y mi cartera.
-Bueno, vamos-, dijo Peter, abriendo la puerta para Tom, pero éste me indicó que saliera primero. Así lo hice, viendo la cara del tipo volverse rígida.
-¿Qué tienes, Peter? Estás callado-, comenté mientras caminábamos hasta la zona de belleza.
Como no dijo nada, seguí molestandolo: -Te ves incómodo, no es necesario que nos acompañes.
-Se olvida que para hacer esto me están pagando-
-Lo se... ¿Hay WiFi aquí?- pregunté cuando entramos al sauna.
-Claro que no... y dame eso; aquí está prohibido- Me arrebató el teléfono y mi cartera y los metió en un locker. Bufé molesto, pero entré, me quité la camiseta y mi pantalón corto, los doblé y, con la toalla en mis piernas, me senté cerca de las piedras humeantes. Miré a Peter porque no me había quitado los ojos de encima y noté que miraba mi cuerpo. Vi deseo en su mirada, muy distinta a la que le daba a Tom.
-¿Peter?- llamó Tom cuando este no le contestaba la pregunta que le había hecho.
-¿Sí?- murmuró Peter, apenado, viendo a Tom.
-¿A qué horas salimos de aquí?-
-Tienen todo el tiempo que quieran-, dijo Peter, sin mirarlos. -Toquen este botón y enseguida la chica viene por ustedes para el masaje. Después, pueden ir a la piscina número 483, que es privada. Así que pueden nadar desnudos si quieren. Allí hay un altavoz; lo oprimen y ordenan el almuerzo o bebidas.
-¿Están de acuerdo?- preguntó Peter, mirando su tablet, pero evitando sus miradas.
-Sí, de acuerdo-, contestó Tom.
Peter asintió y dio por finalizada su visita, pero antes de irse, lo detuve.
-¿Hay salón de belleza aquí, Peter?-
-Claro, ¿necesitas que te aparte una cita?-
-Te lo agradecería.
-De acuerdo. Ahora sí, me voy. Que sea una mañana agradable para ustedes.
Asentimos y Peter desapareció por la puerta, dejándola bien asegurada.
-¿Qué le sucede?- comenté cuando rociaba con agua las piedras humeantes.
-Tú le gustas- murmuró Tom con una mueca de fastidio.
-¡Ah!- Solo dije eso; era una locura saber que yo le gustaba a Peter.
-¿Es broma, no?- pregunté sonriendo, pero Tom se tornó serio.
-Pero si me trata horrible y no deja de coquetear contigo.
-No has oído la frase que dice que entre más te odio, más te deseo.
-Bueno, no importa, él a mí no me gusta nada.
-Lo sé, no es tu tipo de hombre.
-No lo es.
Nuestras manos estaban cerca una de la otra al borde de los escalones donde estábamos sentados. Al principio fue un roce, pero después estábamos jugueteando con nuestros dedos. Ambos estábamos nerviosos; era lógico por estar en un lugar cerrado, caliente y con poca ropa.
Si carraspeé, rompió el silencio de allí y finalmente preguntó:
-¿Has pensado sobre lo que dije ayer?
-¡Oh!... ¿Sobre descubrir si aún hay algo que salvar?- indagué curioso y vi como asentía acercándose más.
-Lo he pensado y creo que no perdemos nada con intentarlo.
Sonreímos acercándonos hasta probar de nuevo nuestros labios. No lo negaba, estaba muy nervioso por la cercanía, pero moría por tenerlo así de nuevo.
Profundizamos más el beso hasta el punto de tener enormes erecciones. Me levanté y lo tomé de las manos para que me siguiera.
-Vamos a la habitación -propuse, pero Tom negó con la cabeza y se separó de mí.
-¿Por qué?-
-Esta vez será diferente -murmuró, colocando sus manos en mi cintura.
-¿Cómo diferente?-
-Nada de sexo.
-¡Nada!- chillé alarmado. Pero tenía que hacerlo si quería intentar acercarme a Tom.
-Puedo hacerlo -dije, no muy convencido, y vi de nuevo esa sonrisa.
-Te ves hermoso sonriendo.
-Tú también. Ya deberíamos salir -murmuró, tocando el altavoz.
-¡Espera!- Tomé su mano para que dejara de presionar y pasé mis brazos por su cuello para acercarlo a mí. Él entendió de inmediato y nos volvimos a besar contra la pared.
La puerta se abrió unos minutos después y tuvimos que deshacer nuestro beso apasionado. La chica nos indica el camino hacia el locker para tomar las cosas que guardó Peter. Veo que Tom me indica que va al baño; yo asiento. Sacó todo, pero la chica detiene mis movimientos.
-Puedo ayudarte con eso- me dijo con una sonrisa traviesa en su rostro.
-Tranquila, yo puedo sacarlos solo.
-Hablo de eso... Seré muy delicada- ofreció, viendo mi erección que no podía ocultar bajo esa diminuta toalla.
Por algún motivo, me sonrojé. Las mujeres también llamaban mi atención, pero no era tan notorio como con los hombres. Claro que había tenido experiencia con muchas mujeres, pero todo eso fue antes de conocer a Tom.
-Vamos, que tu amigo no dirá nada-
-No soy un amigo, soy su esposo... y él no necesita de tu ayuda. ¿Estás listo?- me preguntó.
Yo asentí. Tom tomó sus cosas y me sacó de allí, entrelazando nuestros dedos.
-¿A dónde vamos?- le pregunté mientras me arrastraba por los pasillos del interior del crucero.
-A la piscina.
-¿Estás molesto?-
-No... Puff... ¿Por qué debería?, cuando te descuido por un momento y ya tienes una chica encima tuyo-
-Oye, no tengo culpa de que esa niña se me haya lanzado como gata-
-Eso lo sé. Siempre tuve que ahuyentar a muchos, especialmente a mujeres-
-Yo igual. Así que es empate.
No pude evitar reírme y él me siguió. Llegando a la puerta número 483, que era nuestra piscina privada, me detuvo para besarme de nuevo. En medio de este beso, tecleó el código y la puerta se abrió. Luego, me empujó literalmente adentro.
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𝑵𝒐 𝑷𝒖𝒆𝒅𝒐 𝑫𝒆𝒋𝒂𝒓𝒕𝒆 𝑰𝒓 [TwcNr]
Romance𝚂𝚒𝚎𝙼𝙿𝚛𝚎 𝚑𝚊𝙱𝚛𝙰́ 𝚞𝚗𝚊 𝚜𝙴𝙶𝚞𝚗𝙳𝚊 𝙾𝚙𝚘𝚛𝚝𝚞𝚗𝚒𝚍𝙰𝚍 𝙴𝙽 𝙴𝚕 𝚊𝚖𝚘𝚛... ¿𝚝𝙾𝙼 𝙻𝙰 𝙳𝙰𝚁𝚊́? 𝚋𝚒𝚕𝚕 𝙻𝙰 𝙰𝚙𝚛𝚘𝚅𝙴𝚌𝙷𝙰𝚁𝚊́... ⟥𝙵𝚎𝚌𝙷𝙰 𝙳𝚎 𝚒𝚗𝙸𝙲𝚒𝙾: 10-junio-2024. ⟥𝚏𝚎𝙲𝙷𝙰 𝙵𝚒𝙽𝚊𝙻 :