26. Calma

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Izuku se había quedado dormido durante el regreso a la mansión, Katsuki por su parte lo acomodo mejor en su regazo para que estuviera cómodo, por su parte Denki no dijo nada en todo el camino, ya habrá tiempo de que Deku le cuente los pormenores de lo sucedido si es que así lo deseaba.

Cuando llegaron a la mansión Denki abrió la puerta para Katsuki y este se bajo con el omega en brazos, sin decir nada entro a la casa, sus padres no estaban sorprendidos de su llegada pues Eijiro se había encargado de avisarles que su hijo había logrado escapar a pesar de la vigilancia, y que incluso llego antes que ellos.

Masaru se acercó, pero Katsuki que estaba muy territorial le gruño, aun no los perdonaba por haberlo dormido para evitar que fuera a rescatar a su destinado de las garras de Hisashi, así que solo se alejó.

Subió las escaleras hasta su habitación, lo colocó con suavidad sobre la cama, le quitó los zapatos, y lo cubrió con las sábanas, se sentó en la orilla de la cama y acaricio los risos de su omega, observó como respiraba profundamente.

—Creo que estas muy cansado mi amado omega — susurro mientras sonreía al ver cómo se acurrucaba buscando el calor de su alfa, así que dejó salir su aroma para marcarlo y que durmiera más tranquilo, unos minutos más tarde, decidió darse un baño y salir a buscar algo que su omega pudiera comer cuando despertara.

Al bajar las escaleras se encontró con su alfa Mitsuki, quien lo observaba buscando tener una respuesta de lo que había pasado.

—Katsuki... — habló ella, pero Katsuki le lanzó una mirada molesta

—No ahora, vieja — gruño — No quiero hablar contigo ahorita

—Katsuki, debes entender que eres el futuro líder no podíamos...

Escuchar esas palabras fue lo último que pudo tolerarle a la alfa

—¿Qué no podía ir a rescatar a mi omega? — pregunto molesto, su aroma comenzó a llenar el ambiente y por primera vez Mitsuki le tuvo miedo a su hijo, aunque su aroma no le afectaba de todo.

—¿Tienes idea de lo que hubiera pasado si no hubiera ido con mi motocicleta? — preguntó con ira contenida —¡Ese bastardo de Hisashi! ¡Estuvo a punto de marcar a mi omega!, si no hubiera ido sería demasiado tarde para Izuku.

Mitsuki se quedó en silencio, el peso de las palabras de su hijo cayó sobre ella como un balde de agua helada. Nunca antes había visto a Katsuki tan molesto, aunque lo entendía, ella estaría igual y sí algo similar le hubiera.

Katsuki no dijo nada más y caminó hasta la cocina, comprendía a sus padres, pero esa decisión pudo haber salido caro para Izuku, una vez en la cocina preparo algo sencillo y regresó a su habitación, colocó lo que trajo en una bandeja, se acercó al omega y comenzó a acariciar su mejilla hasta que comenzó a removerse.

Los ojos de Izuku se abrieron con lentitud, se sentía más tranquilo, como si estuviera liberado, lo primero que vio fue el rostro del su alfa quien le sonreía con suavidad, en ese momento recordó a su hermano "No te estoy diciendo que confíes ciegamente, pero debes darte la oportunidad de ver más allá del dolor y la desconfianza".

—¿Katsuki? —murmuró Izuku, aunque su voz sonaba adormilada.

—¿Cómo te sientes?

—Me duele mi cuerpo — respondió, por culpa de toda la adrenalina no se había percatado de todos los dolores que tenía producto de los golpes, por la explosión cuando fue secuestrado y también el dolor en su caderas por el abuso de su padre.

Katsuki sonrió ligeramente, se puso de pie y fue al baño, donde regresó con un botiquín, ahí tenía algunos medicamentos para aliviar el dolor, así que le pasó una pastilla y un poco de agua —Toma esto, Zuzu — pidió con suavidad con suavidad

Izuku tomó la pastilla con calma, se sentía extraño no estar a la defensiva con él alfa, trago la pastilla y se recostó nuevamente, soltando un suspiro.

—¿Te duele mucho? —preguntó Katsuki, acariciando con ternura los rizos de Izuku sus dedos se deslizaban por su cabello con suavidad.

—Estaré bien, no es la primera vez que termino lesionado — murmuró Izuku

—Tal vez, pero si será la última que te atiendas solo, estaré contigo

Izuku sonrió de lado — Vaya tendré los cuidados de un Alfa idiota

—Pero, tu Alfa al final del día, ¿Por qué en lugar de llamarme así no me dices como me llamaste enfrente a tu padre? — susurró con un brillo en su mirada

Izuku se puso rojo y giro su cabeza, no entendía porque lo había hecho, aunque sospechó que era por la situación, su omega interno lo había aceptado mucho antes que el mismo, levantó su mano a la altura de sus ojos, la marca temporal ya estaba casi borrada

—¿Por qué, aunque ese bastardo me dejo caer en una piscina llena de la sustancia que me inducir el celo la primera vez, no tuve la misma reacción? — preguntó desviando la atención del comentario de Katsuki

—Tal vez porque aún llevabas mi marca — respondió Katsuki quien regresaba con la bandeja de comida — Debes comer algo, luego le preguntaremos a Hanta sobre eso

—Gracias... —susurró Izuku, levantando la vista hacia su alfa, comenzaba a aceptarlo después de lo que hizo, de permitirle su venganza, pero no le iba a ser tan sencillo, no aún.

Izuku comenzó a comer el par de sándwich y el jugo de naranja recién hecho, cuando por fin terminó Katsuki dejó la bandeja en la mesa de noche.

—Aún no me has llamado como me llamaste antes, Zuzu —comentó de una manera juguetona.

—No lo haré —respondió con terquedad —Fue solo por la situación... espero que no te hayas acostumbrado.

Katsuki soltó una pequeña risa, acercándose para sentarse en el borde de la cama, cerca de su omega.

—Oh, me acostumbraré —respondió Katsuki, con confianza —Tarde o temprano, lo dirás de nuevo.

Izuku bufó, pero una pequeña sonrisa se dibujó en sus labios, aunque intentó ocultarla. — Te queda mejor alfa idiota

—Insisto, idiota o no, soy tu alfa — le susurro cerca de su rostro, donde le robó un beso

Izuku lo miro sorprendido, en su semblante se podía ver reflejado la lucha interna que tenía, Katsuki se había ganado su respeto de una manera que nunca se imaginó, aunque tenía miedo de abrirse, parecía que Katsuki estaba dispuesto a romper cada una de las barreras que había creado a lo largo de los años.

Katsuki notó la pelea interna que tenía el omega, así que deslizó su mano por el rostro de Izuku una vez más, acariciando su mejilla con el pulgar.

—Descansa, Zuzu —le comentó con suavidad en un tono de voz baja y llena de cariño —Hoy ha sido un día largo, y mañana será mejor.

Izuku no respondió, solo se acomodó en la cama y cerró sus ojos y volvió a quedarse dormido, Katsuki lo observó un poco más antes de salir de la habitación tenía que hablar con Denki, él se encargaba de falsificar papeles por lo que lo siguiente que haría Katsuki con Izuku es regresarle su identidad, dejar de vivir en las sombras bajo el nombre de Deku, si no que recupere su nombre, aunque no puede recuperar esos años perdidos si puede empezar desde cero.

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Hay el amor el amor....


Sombras del pasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora