Un día más parecía normal en la aldea Hongo, o al menos eso creía Benny, ese mapache. La rutina seguía su curso habitual: escuchar las quejas de Moca y Chi, y lidiar con montones de papeleo que lo mantenían trabajando hasta altas horas de la noche. Sin embargo, algo lo inquietaba últimamente, y no tenía que ver con el trabajo ni con las quejas. Había algo que lo perturbaba, pero no lograba identificar qué era exactamente. Cada vez que veía o hablaba con Tsuki, ese conejo parlanchín, sentía una mezcla de mareos y nervios que nunca antes había experimentado, lo cual lo confundía aún más.
Benny siempre se había considerado heterosexual, así que no entendía por qué este conejo ruidoso lo hacía sentir de esa manera. La sola idea de que la alcaldía, o peor aún, su familia, pudieran enterarse lo aterrorizaba.
Su mente empezó a divagar, sobreanalizando la situación una vez más. Tan absorto estaba en sus pensamientos que no notó que había sobrecargado la impresora con papeles. Sólo volvió a la realidad cuando escuchó un suave estallido y vio cómo el aparato comenzaba a soltar humo y tinta. Horrorizado y sintiéndose completamente idiota, soltó un gemido de frustración.
—"E-eh... No... no no... ¿Qué he hecho? La impresora está arruinada… Soy un idiota, un completo idiota para ser alcalde… Ahg, mañana resolveré esto… si es que puedo."—
El mapache se jaló un poco del pelo, frustrado, antes de suspirar profundamente. Apagó la impresora y comenzó a limpiar la tinta derramada con un trapo. Tras unos minutos de fregar el suelo manchado, se recostó en su silla, agotado, e intentó continuar con el papeleo a mano, sin la impresora.
Cuando finalmente terminó, ya eran las once de la noche. Le había tomado el doble de tiempo y esfuerzo, y el cansancio pesaba sobre él como una losa. Se levantó de su silla, organizó los papeles y apagó las luces antes de salir de su oficina, arrastrando los pies por la aldea Hongo. Apenas tenía fuerzas para caminar, pero debía llegar a casa. Mientras avanzaba, empezó a llover suavemente, pero pronto la lluvia se transformó en una tormenta que empapó su cuerpo por completo. No tenía energía ni siquiera para correr. Simplemente continuó su marcha hasta que, de repente, se dio cuenta de que estaba cerca de la casa de Tsuki.
Benny sabía que no tenía otra opción: o iba a la casa del conejo y pedía quedarse por la noche, o seguiría caminando bajo la lluvia hasta llegar a su hogar, completamente empapado. Con un suspiro de derrota, caminó hacia la casa árbol de Tsuki, encogiéndose de hombros. Sin otra alternativa, tocó suavemente la puerta y esperó unos segundos.
—"H-hey... Tsuki... ¿P-puedo quedarme en tu casa...? Solo por esta noche... P-por favor."—
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Hola, está es mi primera historia vvs
Y la voy a hacer de un ship de Tsuki Odyssey que me saque del kl (luego me funan en X) espero que les guste esta mdLos weyes que se leyeron esto:
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Sentimientos extraños!
Random{Cierto mapache de la aldea Hongo últimamente se ha sentido extraño por cierto conejo parlanchín...}