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Tú y Yo: Caminos Cruzados pt.2

Sarah miró a Luther algo decepcionada, ¿porque estaba agarrado de ella? ¿Porque estaban tan juntos? ¿¡Quien coño era ella!? ¿Había venido a arrebatarle a su mejor amigo? No, no podía permitir eso, sin darse cuenta ya estaba celosa a más no poder.

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Atem: Y ahí va tu hombre, follandose a otra puta mientras tu andas en el hospital por culpa de sus estupideces, sabía yo que no había que perdonarlo.

Del: ¡No empieces! Ya vas a empezar a dañarme a la niña. 💢

Atem: ¡Perdón por ser sincero, mi pan de Dios!

Del: Cierra la boca, no nos desanimemos, seguro es su hermana.

Atem: Él no tiene hermana.

Del: ¿Prima lejana?

Atem: ¡Tiene cara de norteño! 💢

Del: Vete a la mierda, de todos modos somos sus amigos, no podemos ponernos así por una chica.

Atem: A ella le gusta Luther pendejo, ¿porque crees que te hizo caso?

Del: ª

Atem: ¿Y ahora que prosigue? Yo voto por jalarle el cabello y cargar a Luther.

Del: No, que mierda te pasa.

『••✎¡𝐑𝐄𝐀𝐂𝐂𝐈𝐎𝐍𝐀 𝐒𝐀𝐑𝐀𝐇! ••』

Sarah volvió a la realidad, miraba con total impotencia la escena hasta que sus ojos inevitablemente conectaron con los de Luther, un contacto visual intenso que ambos tuvieron. El tiempo se frenó, su corazón aceleró y sus cuerpos empezaron a temblar, ambos se miraban fijamente.
El momento parecía.. Mágico.. De no ser por que él chico se sintió demasiado inseguro y había dicho que la olvidaría, apartó su vista de ella y siguió de largo, bajando su cabeza con decepción.

Después de aquel cruce de miradas, Sarah sintió cómo algo dentro de ella se encendía. No podía dejar las cosas así, no después de todo lo que había pasado. Sin pensarlo dos veces, comenzó a caminar en dirección a donde había visto a Luther y Roselia. Lilly y su madre la llamaron, preocupadas, pero ella no se detuvo. Estaba decidida a aclarar lo que sea que estaba sucediendo entre ellos.

Cuando llegó a donde Luther y Roselia estaban caminando, su voz salió antes de que pudiera contenerla.

-¡Luther! -lo llamó, logrando que ambos se detuvieran y la miraran sorprendidos.

Luther apretó los labios, incómodo. Roselia, por su parte, se mantuvo calmada, aunque podía ver la intensidad en la mirada de Sarah.

-¡¿Qué estás haciendo?! -gritó Sarah, tratando de mantener un tono un poco neutral pero no pudo evitar que un poco de amargura se filtrara en sus palabras-. ¿Desde cuándo te ves con ella?..

-Sarah. . . Yo-
Deberíamos dejar esto aq-

-Luther Artwright será mejor que respondas mi maldita pregunta.

-Espera un minuto, tu no eres mi mad-

Roselia habló con un tono tímido, sabía que entre ellos dos había algo, algo en lo que no se podía entrometer. -Nos encontramos por casualidad. Luther es un amigo, eso es todo.

Sarah no estaba convencida. Sus ojos viajaron rápidamente de Luther a Roselia, el enojo se se le veía claramente.

-¿Amigos? -repitió Sarah, notando cómo el corazón le latía con fuerza-. Porque no parece que sean solo amigos.

Luther dio un paso hacia adelante, queriendo intervenir. -Sarah, no es lo que piensas. Solo... -Hizo una pausa, buscando las palabras-. No quería preocuparte, por eso no te dije nada.

-No me parece justo que me mantengas fuera de esto -respondió ella, con los ojos brillando por la frustración contenida-. Después de todo lo que ha pasado.. Desapareces y.. Y..- ¿no merezco al menos una explicación?

Roselia miró a Luther y luego a Sarah, notando la tensión. Dio un paso hacia atrás, dejando que Luther tomara la iniciativa.

-No hay nada entre nosotros, Sarah -intervino Roselia de nuevo, esta vez con un tono más firme-. No quiero que pienses lo contrario. Solo estoy aquí porque Luther lo ha estado pasando mal y pensé que podía ayudarlo.

-Tu ya no hables más, no tienes nada que ver aquí.

- . . .

Sarah tomó un respiro, sintió cómo sus hombros se relajaban ligeramente, pero el dolor seguía allí. Era más por la distancia que Luther había puesto entre ellos que por la posibilidad de una relación con Roselia. Aún así, no podía evitar la sensación de haber sido dejada a un lado.

Luther miró a Sarah con una expresión de arrepentimiento, pero también de duda. No estaba seguro de cómo dar el siguiente paso, cómo acercarse a ella después de todo lo que había ocurrido. Finalmente, se limitó a decir:

-No quería que esto terminara así.

¿Eso era todo? ¿Eso era lo que él se suponía que la amaba? Por supuesto ambos eran demasiado orgullosos para declarar sus sentimientos así que no estaban tan claros.
Sarah lo miró con sus ojos llenos de dudas y dolor.

-Luther, si así te importa nuestra amistad, que yo me voy a la camilla y tu estás acostándote con una cualquiera..-dijo en voz baja, sintiendo un nudo en la garganta-. Entonces no sé a donde vamos a llegar con esto.
Pero algo si te digo, cuida a esa maldita..
Porque yo no pienso rendirme tan fácilmente.

Con esas palabras, Sarah se dio la vuelta y empezó a caminar en dirección contraria, dejándolos a ambos de pie en el parque. Luther la miró alejarse, se sentía dividido.. ¿Amistad? El no sentía eso, el sentía "Amor." amor verdadero según sus pensamientos pero al momento de hablar siempre se congelaba, justo cuando iba a seguirle fue tomado de la mano por Roselia, que frenó su caminata de golpe.

-Tal vez sea mejor dejarla en paz y enfocarte en otras cosas.

-Supongo que tienes razón..

¿𝚁𝚊𝚣𝚘́𝚗?
¿𝙳𝚎 𝚚𝚞𝚎 𝚑𝚊𝚋𝚕𝚊𝚜?
𝙳𝚒𝚕𝚎 𝚊𝚕𝚐𝚘, 𝚒𝚖𝚋𝚎́𝚌𝚒𝚕.
𝚂𝚒𝚐𝚞𝚎𝚕𝚊, 𝚊𝚋𝚛𝚊𝚣𝚊𝚕𝚊, 𝚋𝚎𝚜𝚊𝚕𝚊.
𝙳𝚒𝚕𝚎 𝚚𝚞𝚎..
¡𝐘𝐎 𝐀𝐔𝐍 𝐓𝐄 𝐀𝐌𝐎!