Un pequeño silencio se adueñó de su alrededor luego de que Hayden le contará a su alfa lo que le había pasado de pequeño, las complicaciones que trajo consigo esa operación que en su momento creyó inofensiva porque creyó en su madre. Sin esperarse que sería todo lo contrario y le afectaría en su día a día.
Todo momento el alfa sostuvo la mano de su Omega y era el alfa el que exponía sus deseos de torcerle el cuello a Rodolfo, por otro lado el Omega joven ya no sentía nada al recordar o hablar de eso porque su tiempo de duelo ya había pasado. Tampoco tenía lágrimas para seguir llorando ese pasado que en su momento estuvo a punto de destruirlo.
No obstante, Maximiliano parecía que explotaría en cualquier segundo, enojado y con esa terrorífica presión como sed de sangre. Queriendo ir a donde se encuentra el desmayado Rodolfo, despertarlo de una patada o con un fierro caliente al marcarlo como ganado. Para el alfa esos pequeños golpes no es el suficiente castigo, ese hombre debe de sufrir todavía mas al punto en que quede irreconocible.
—Así fue como me enteré que esa cosa me arruinó mas de lo que su partida ya había hecho.—Hayden hablo para quitar esa tensión en se podría volver mucho más sofocante.
Maximiliano solo estaba pensando en que debería ir a exprimir la última gota de sangre de Rodolfo, enviar su cadáver a algún laboratorio para que experimente con él.
—No estás arruinado y nunca lo estarás.—Lo arrulla en sus brazos ambos están sobre la espaciosa cama.
Los dos se habían transferido a la cama luego de ducharse, tenían que quitarse el hedor a sangre así como el de las feromonas que en su momento había soltado Rodolfo como medio de protección, algo inútil porque no le sirvió para nada.
—El crear o dar vida no te define como persona al igual que una casta.—Expresa.—Para mí y para todas las personas que te aprecian eres un brillante y muy excepcional persona, mi mas deslumbrante tesoro.—Besa la frente de Hayden.—El único podrido aquí es ese bastardo que se encuentra en el sótano.—Declara con esa mirada oscura y sanguinaria.
‹Ese maldito seguirá sufriendo y así tenga que darlo por muerto para todos e Incluso para Hayden, lo haré. Pero de que ese maldito seguirá sufriendo incontables años lo hará. Lo que le hizo a el amor de mi vida no se quedará con una simple paliza.
Voy hacer de su vida un maldito infierno en vida, y si las feromonas de Hayden no le dañaron su estómago entonces mejor aún. Le haré esa misma operación pero sin anestesia para que vea lo que se siente. Ojo por ojo diente por diente.› Ese celeste muestra una incontable sed de sangre.
—Mi Reina...—Guarde silencio.
No negaré que en su momento tuve miedo sobre esto, es una de las razones por las que también me tarde en acercarme a Maximiliano, porque estaba muy consciente de no poder darle un hijo.
—Yo los tendré.—Su mirada se encuentra con esa sorprendida mirada roja.
—¡¿Qué?!—Sentí un vortice de incontables emociones únicamente en mi pecho.
—Si lo que te está preocupado es eso entonces no tienes porque preocuparte.—Acaricia el rostro del contrario.
¿Qué me impide ser yo el que de a luz? Nada, y tampoco me hace menos alfa, hombre. Mucho menos me importa lo que llegue a pensar los demás alfas o castas sobre mí.
ESTÁS LEYENDO
Rosa sangrienta
General FictionHayden es un joven que fue abandonado desde niño en casa de sus abuelos, por sus e irresponsables padres, creció muy bien con los cuidados de sus amados abuelos. Pero esa comodidad se ve arruina por la inesperada visita de su "padre" a quien no habí...