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-Entonces estamos solos

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-Entonces estamos solos.- dijo y el menor asintió a sus palabras.

-Solitos...- sonrió y se acercó hasta sentarse a horcajadas sobre él. -¿No estás cansadito de estar todo el día aquí, cariño?- cuestionó.

-Cariño...- repitió la forma en la que había sido llamado.

-Christopher, pues.- dijo rodando los ojos, pensando que no le había gustado la forma en la que lo llamó.

-No... cariño está bien, cariño.- dijo, notando como los ojos del otro brillaban. -Y no, no estoy cansado. Es lo que tengo que hacer.- se alzó de hombros.

-Trabajas tan duro... y nadie te recompensa nada, sólo te hacen menos aquí, mi Banggie...- dijo en un bajo susurro, acariciando con la punta de su nariz el cuello de este, deteniéndose a pronunciar con suavidad las últimas palabras en su oído.

-Seung... haces que mi corazón se acelere.- admitió y el chico hizo un ligero puchero con sus labios.

-Mi corazón ha tenido esa reacción a ti desde hace tanto tiempo...- admitió rozando sus narices. -Me encantaba verte darnos clases así no entendiera una mierda... hacías que las matemáticas me gustaran un poco.- dijo y el mayor besó sus labios en un ligero piquito.

-Tus ojos conservan el mismo hermoso brillo que hace cinco años...- dijo y acarició su mejilla con su pulgar mientras acunaba su rostro con su palma.

-Es porque siempre han estado en ti...- dijo bajito, logrando que el mayor sonriera.

-Lindo.- besó sus labios en varios picos y Kim abrazó su cuello para fundirse en un beso largo, este siendo guiado por Bang.

Sus labios jugaron con los contrarios durante largos minutos y cuando el aire reclamó su espacio fue que se separaron, Kim besó su mejilla y el mayor se sonrojó.

Seungmin estaba impresionado con aquello, había logrado un sonrojo en Chan, por lo que sonrió abrazándolo.

-Ya debería de irme para llegar a tiempo.- dijo y el mayor asintió a sus palabras.

-Nos vemos en un rato.- dijo y lo atrajo a un beso más, al momento de separarse lo abrazó y entonces salió, manteniendo en su rostro una sonrisa difícil de borrar.

En el camino puso la radio, sonaba una canción tranquila mientras movía su cabeza al ritmo de la misma, a las 6:00 los chicos estaban saliendo y él ya estaba enfrente.

-¿Cómo les fue?- cuestionó cuando habían cerrado la puerta ambos.

-Bien.- respondió Minji sin demasiados ánimos.

-Bien.- dijo el alto también, con un tono similar al de la más pequeña.

Él no quiso cuestionar nada, estaba feliz por lo que consiguió con Chan y no era problema de él entrometerse en la vida de los adolescentes.

The secret revenge²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora