Un amor no superado puede llevar a tantas cosas... Especialmente si tras él vive el sentimiento de rencor por un rechazo.
¿Hasta dónde sería capaz de llegar en busca de venganza? O... si realmente puede llevar a cabo su plan.
Después de todo... Dond...
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A las nueve de la noche llamó a Ning, avisando que sí iría, por lo que empezó a prepararse.
Se acercó a la sala de estar, donde el matrimonio miraba una película.
-Jihyo.- llamó, esta le dio de su atención. -Saldré, voy a llegar mañana.- avisó y ella asintió.
-Claro, cielo. Que te vaya bien.- se despidió con una sonrisa y dio play a la película, por su parte, Bang se quedó mirando en su dirección curioso a pesar que este ya hubiese desaparecido escaleras arriba.
-Voy a buscar mi teléfono.- avisó mientras se levantaba, su esposa simplemente asintió mientras seguía viendo la serie que empezaron juntos.
Al estar arriba miró a los costados del pasillo, asegurándose de que ninguno de sus hijos estuviera viendo y se adentró en la habitación de Seungmin rápidamente.
-¿Qué haces?- cuestionó curioso, tapándose con la camisa que aún no se había puesto.
-Lo lamento.- bajó la mirada. -No era mi intención entrar así, no pensé que te estuvieras cambiando.- mencionó y el menor asintió no tomándole importancia y terminando de ponerse su camisa.
-No te preocupes... ¿Necesitas algo?- cuestionó acercándose a él hasta abrazarlo por los hombros.
-Nada más a ti.- rozó sus narices y Kim sonrió besando sus labios en un suave roce.
-Ya me tienes.- se alzó de hombros, -Soy tuyo...- susurró y se fundió en sus labios.
Bang le siguió el beso, tomando su cintura para crear cercanía con su cuerpo, dando una suaves caricias con sus dedos en esta.
-Te ves hermoso.- besó sus labios más veces. -Eres tan lindo, Seungmin.- llevó sus besos a sus mejillas con cariño.
-Gracias.- susurró en sus labios.
-¿Adónde vas esta noche, cariño?- cuestionó sobre su cuello.
-Iré con unas amigas a una fiesta.- dijo y él hizo una mueca.
-¿A qué se debe dicha fiesta?- cuestionó.
-Es la celebración de mi cumpleaños atrasado.- dijo finalmente y el mayor abrió los ojos en grande.
-¿Cuándo cumpliste años? ¿Por qué no me dijiste?- cuestionó.
-No estaba de humor... llevaba muy pocos días aquí, fue hace dos domingos.- dijo, el mayor entonces asintió.
-Lamento no saberlo, me gustaría compensarlo.- dijo y el menor negó.
-No tenías forma de saberlo, no te preocupes, cariño.- compartieron un beso más. -Tengo que maquillarme aún.- mencionó, miró la hora en su teléfono y sonrió. -Aunque puedo relajarte unos minutitos...- dijo en un susurro.
-¿Sólo unos minutos?- cuestionó con sus ojos en los del menor, hablando en el mismo bajo tono.
-Por ahora sí.- sonrió, el mayor afiló su mirada en su dirección. -Me tengo que ir, no estés molesto conmigo. Otro día lo vamos a pasar increíble, créeme.- besó sus labios unas veces más en picos.
