Llegué a casa cansada luego de un día largo. Al entrar, mis perras me saludaron, y no sabía si era más por emoción o por hambre. Les llené sus platos y me dirigí a la heladera; sabía que no había nada más que la pizza fría del mediodía, pero tardé unos segundos en agarrarla.
Comí un par de porciones y me llevé dos más en un platito para la PC. Me senté en mi silla y abrí mi navegador, esperando encontrar algo que me entretuviera. Por las noches, suelo ver directos de personas que juegan League of Legends y hoy sería más de lo mismo, pero ya estaba cansada de los main Akali, así que decidí abrir pestañas en canales nuevos, esperando encontrar a alguien carismático.
Pasé diez minutos entrando y saliendo de directos que parecían prometedores, pero resultaba que era solo una persona golpeando su escritorio. Hasta que di con un chico en un extensible. Era lindo, tenía el cabello alborotado y estaba en cuero. Me llamó la atención su belleza, pero lo que en realidad me hizo quedarme fue su manera de pronunciar las "LL" y las "Y"; tenía algo que me causaba gracia y me hipnotizó.
Ese día no mandé nada, ni siquiera le dejé el follow, pero di por hecho que al día siguiente volvería.
El día siguiente fue igual de ajetreado: llegué a casa, las perras hicieron exactamente lo mismo y agarré otra vez pizza de la heladera. Me dirigí a la PC para disfrutar un rato más del chico lindo, pero no lo encontré. Me sentí una estúpida; ¿cómo no le dejé el follow?
No había nada que hacer, así que me quedé viendo a los main Akali de siempre. Disfruté de su stream, pero yo quería ver al chico lindo; lo sentía como un antojo de helado, quería verlo un rato más.
Casualmente, en el chat del stream, vi un nombre que me resultaba familiar: "Cufatrufa22". De repente, se me erizaron los pelos y algo en mí me dijo que husmeara en su perfil. Para mi suerte, era él, el chico que había estado buscando desde que llegué a casa; estaba en el chat en el que siempre suelo estar.
Parecía que había terminado el extensible y se había tomado el día para descansar de la PC. Sin decir nada, le di follow y esperé su notificación.
Pasaron tres días sin ninguna señal de él. Intenté no darle importancia, seguí con mi vida; tal vez era uno de esos streamers que solo prenden una vez al mes, por eso nunca lo había visto. Pero, para mi sorpresa, esa misma tarde, alrededor de las cuatro, recibí el aviso de la aplicación diciendo que "Cufatrufa22" estaba en directo.
No me importó estar en la oficina; abrí la pestaña de su directo y, en silencio, puse los auriculares en la computadora del trabajo.
Más por impulso que por intención decidí escribirle "estoy hace días esperando que prendas". A lo que él respondió "Gracias Corporativo IS 19, pero ni siquiera me tiraste el follow". No sabía donde esconderme, estaba con la cuenta del trabajo, ¿Qué iba a hacer ahora? No se me ocurrió mejor idea que decirle que estábamos interesados en trabajar con él para no quedar tan mal, pero cuando caí en lo que escribí, me di cuenta que me había enterrado, a mi y a mi trabajo. Ahora debía intentar que mi jefe lo tome como un posible socio y decida trabajar con él.
Le dije que dentro de poco sabría más de nosotros y me puse manos a la obra para intentar idear un plan para no salir mal parada de esta.
Esperé a volver a casa y desde la cuenta de la empresa le escribí que una de nuestras asesoras se comunicaría con él para confirmar si cumple los requisitos, le pedí su número de teléfono y me lo pasó por MD. Al ver que tenía el número de ese chico algo me pasó por todo el cuerpo y me volví a emocionar como una chica de quince.
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Cufatrufa22 y yo. Mi media mandarina.
RomanceEsta es la historia de como me enamoré de Cufatrufa22, un streamer en auge que me dejó perpleja con solo oírlo hablar.