La puerta de la habitación de Taehyung y Jimin se abrió de golpe, dejando pasar a la pareja que soltaba risitas cómplices y vacilantes mientras buscaban sus labios con impaciencia y cerraban el pedazo de madera con una patada para brindarles más privacidad.
— Bendito sea que Atún decidió quedarse con Seokjin.— Jungkook extendió su mano hacia el cuello de Jimin y lo atrajo hacia él para volver a unir sus labios.
— Se llama Taehyung.— corrigió Jimin por milésima vez con el habla entrecortada, buscando nuevamente la cercanía de la boca ajena.
— Como sea.— el pelinegro sacudió su cabeza mientras despojaba la bata blanca que llevaba puesta y con sus grandes manos empujaba al pelirosa contra la puerta.— Ahora mismo me estoy concentrando en otra cosa.— susurró capturando el labio inferior del chico junto a él, deleitándose de la respiración agitada que obtuvo en respuesta.
Jimin entrelazó sus dedos en el cabello oscuro de su novio mientras su boca se movía con avidez, encantado de que el oxígeno se alejara de él a cada segundo que pasaba gracias al gran cuerpo de su novio que lo aplastaba y apretaba con sus dedos su delgada cintura.
— Siempre tan necesitado.— musitó con placer rompiendo el beso en un sonido húmedo y joder, quería tomar una fotografía de lo bien que lucía Jungkook en este momento; sus ojos oscuros, el pecho agitándose en cada respiración y su miembro casi queriendo escapar de sus pantalones debido a lo duro que se hacía a cada segundo que pasaba.
Jungkook se quedó callado ante ese comentario, extendiendo su mano hacia el pecho del príncipe, pasó sus dedos sobre la fina tela de la camisa y sostuvo la mirada de Jimin mientras desabrochaba con tortura botón por botón, revelando la piel desnuda.
El joven médico estudió el cuerpo de Jimin, su torso perfectamente esculpido, pectorales marcados por una capa fina, cintura pequeña y pezones rosados. Jungkook regresó su mirada al ojiazul y se acercó lo suficiente para hablar sobre sus labios.
— Sí, lo estoy.— confirmó llevando uno de sus dedos hacia el pezón izquierdo del príncipe, tocándolo con parsimonia mientras sonreía con sorna al notar como el cuerpo de su novio se estremeció ante el toque.— Te deseo. ¿Y qué, su alteza?— inclinó su cabeza hacia delante para apretar sus labios contra el pecho de Jimin, besándole la clavícula y el cuello.
— Ah, Jungkook...— gimió Jimin cerrando los ojos y lamiendo sus propios labios, disfrutando del toque de la lengua de su novio contra su cuerpo.— Sí, sigue así...
— Tú también me necesitas...— jadeó Jungkook antes de llevarse uno de esos exquisitos pezones rosados a la boca y comenzar a lamerlo y chuparlo, hizo contacto visual con su novio y sintió un tirón en su entrepierna al ver la expresión de placer de Jimin, desesperado y asintiendo con la cabeza, confirmando lo que ambos sabían.
Con urgencia, el pelirosa acercó sus manos a la camisa de Jungkook y comenzó a desabrocharla como pudo, abriendo con brusquedad los tres últimos botones, el pelinegro aún con el pezón de su novio en la boca, llevó sus brazos hacia atrás para terminar de quitar las mangas y que la camisa quedara olvidada en el suelo.
Luego de pasar unos segundos más jugueteando con el cuerpo de su amado, Jungkook extendió su mano hacia la nuca de Jimin y lo atrajo para que pudieran besarse nuevamente, cuando el pelirosa profundizó el beso dándole la bienvenida a un baile sensual de lenguas, las manos del pelinegro trabajaron para quitarle las prendas de ropa faltantes, incluyendo las suyas porque mierda, necesitaba verlo ya, necesitaba sentirlo, saborearlo, disfrutarlo.
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Gliese - Kookmin (+18)
FantasyEscapando de su hogar por culpa de una guerra, el príncipe Jimin y su gente llegan a un planeta completamente desconocido llamado Tierra. El pelirosa se promete a sí mismo no tener ningún tipo de relación con nadie en aquel lugar, sin embargo, el pr...