El inicio
NADIA
¡¡Puta vida!
Ya llevo más de dos horas aquí, y la enfermera no llega a quitarme el bozal. Además, la maldita camisa de fuerza me está apretando todo el cuerpo. Me revuelvo en la cama, tratando de aflojarla, pero no pasa nada. De repente, la ventana se abre y ahí está él, Bryan, con su uniforme militar, impecable como siempre. Se ve buenísimo, para qué mentir.
-¡Al fin algo de compañía en tanta soledad! -me quejo con sarcasmo-. ¿Vienes de alguna misión?
Asiente en silencio, caminando hacia el sofá junto a la cama. Se quita la chaqueta militar y la deja sobre el brazo del sillón, con esa calma que me desespera y tranquiliza al mismo tiempo.
-¿Hace cuánto no te sueltan esa camisa? -me pregunta, con ese tono preocupado que odio y amo a partes iguales.
-Hace poco -miento, encogiéndome de hombros-. ¿Podrías llamar a la enfermera?
Antes de que responda, la puerta se abre de golpe, y ahí está la vieja bruja que se hace llamar "Enfermera amiga". Ni siquiera mira a Bryan, lo ignora como si fuera un mueble más de la habitación. Ya está acostumbrada a verlo aquí.
Con manos torpes, me quita la camisa de fuerza y el bozal. Veo la jeringa en el bolsillo de su uniforme, tentadora. Podría arrebatársela y dormirla para siempre, pero me controlo... aunque las voces en mi cabeza me lo susurran con insistencia.
"¡Hazlo, hazlo, asesina a la perra!", gritan, pero las ignoro.
Finalmente, la bruja se va, y yo respiro aliviada.
-Tienes visitas -me dice con ese tono dulce falso que tanto detesto.
-¿Quién es? -le respondo, sin interés.
-No sé, ni me importa. Sígueme.
Me levanto y la sigo hasta la sala de visitas. Apenas entro, lo veo. Mi tío. De toda mi familia, él y su esposa son los únicos que soporto. Corro hacia él y me cuelgo de su cuello, rodeándolo con mis piernas. Me besa la coronilla, y su perfume caro inunda mis fosas nasales, haciéndome sonreír.
-¡Vamos ya, greñas sueltas! -bromea, soltándome con una risa-. ¿No te da vergüenza tener el cabello así?
-¿Perdona? -finjo indignación-. ¡Mi cabello es perfecto! Además, somos los únicos de la familia que lo tenemos negro, eso ya es un mérito.
-Eso sí te lo reconozco -dice mientras nos sentamos en las frías sillas de metal-. Perdona por no haber venido antes, estaba hasta el cuello de trabajo.
-Por ser tú, te perdono -le respondo, sonriendo. Lo amo, lo adoro. Es lo más cercano a un padre que tengo.
-¿Sabes por qué vine? -me pregunta, con esa mirada que me lee como un libro abierto.
-¿A verme? -respondo juguetona, pero él niega con la cabeza, y mi curiosidad se despierta-. ¿Entonces?
-Tu papá cree que es hora de que te den el alta. Te necesitamos en la central. ¿Qué dices?
Una sonrisa lenta se dibuja en mi rostro. Jaque mate, hijueputa. ¡Al fin podré llevar a cabo mi plan!
-¡Claro que sí! No sabes cuánto odio este lugar. ¿Cuándo me voy?
-Mañana. Mandaremos un jet por ti. Me encantaría llevarte ahora mismo, pero tengo que resolver unos asuntos en Moscú.
-¿Sigues siendo capitán? -le pregunto con picardía, inclinándome un poco.
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VENGANZA DESEADA [#1 MUJERES INFERNALES: SAGA]
RomanceNadia James es una mujer cuya valentía no se puede encasillar en simples palabras. Es vengativa, egocéntrica, narcisista, malcriada y caprichosa, sí, pero ¿quién no lo sería después de todo lo que ha soportado? Las cicatrices invisibles de su pasado...