Los días restantes pasaron como lamentos silenciosos. Una pueblo carente de motivos para celebrar, siguiendo adelante con la esperanza de un mejor mañana.
Hornet finalmente tomó las riendas de su pueblo, y su presencia en todos los rincones de Nido Profundo fue recibida con una mezcla de esperanza y melancolía. Allá a donde fuese, su figura era recibida con respeto, con palabras de aliento y pésame por la pérdida. Pero la tejedora de rojo se mantenía firme ante las palabras de aliento. Ya había llorado lo suficiente.
Sin embargo, al séptimo día posterior a la tragedia, Nido Profundo recibió con fe y esperanza la caravana proveniente de Sendero Verde, esta vez, con Sun Quang a la cabeza y acompañado por Kaede. Hasta el propio hermano intermedio de los Sun, aún con cierto rencor hacia las tejedoras, no pudo evitar sentir la presión en su pecho, cuando vio la devastación que la traición había dejado en ciudad Komonosu.
La caravana, esta vez más pequeño debido a la falta de preparación y la carencia de tiempo, fue recibida personalmente por la guardia real de Nido Profundo, así como su nueva regente y ministros importantes. Hornet no permitir que otra tragedia se desatara, y para este punto, su confianza estaba tan resquebrajada que simplemente no podía darle la espalda a este asunto y delegarlo en las garras de alguien más.
—Khan Hornet, un placer volver a verla. Vinimos tan pronto recibimos la noticia. —Cometó Sun Quang, tan pronto bajó de la carreta que guiaba el grupo y se posicionó frente a la tejedora, dedicándole una pequeña muestra de respeto.
—Agradecemos vuestra presencia, general Quang. Nido Profundo estará agradecido eternamente por esta muestra de amparo. Nuestra retribución al tratado será inmediata.
—Ya hablaremos de eso luego. Se que ahora hay asuntos que imperan más de su atención.
Puede que Sun Quang no le agradase la idea de permanecer mucho tiempo en Nido Profundo, pero era lo suficientemente sensato para entender la urgencia de este asunto. Hornet agradeció esta comprención en silencio y con una pequeña reverencia, antes de darle vuelta y dirigirse a sus soldadas. Ella personalmente, descendería a los niveles más bajos de ciudad Komonosu y repartiría las raciones entre la población. Mientras, Sun Quang, acompañado por Kaede, se hicieron a un lado, dirigiéndose a donde la mayor de los Sun esperaba con Bretta a su lado.
—Te vez terrible. —Comentó Sun Quang tan pronto estuvo cerca de su hermano.
—Han sido días... difíciles.
Las palabras del hermano del medio de los Sun no carecía de razón. Aunque más aliviadas, las ojeras en el rostro del mayor de los hermanos aún estaban presentes, y a juzgar por sus hombros medianamente caídos, se podía asumir que su cuerpo también presentaba síntomas de fatiga y penuria.
—Entiendo. Un gusto volver a verla, señorita Bretta.
—El placer es mio, Sun Quang-sama.
—Espero disculpen mi petición, pero mi hermano y yo necesitamos discutir de algunos asuntos importantes.
Aunque discreto, las palabras de Sun Quang no carecía de carácter imperativo. Tanto Bretta como Kaede asintieron y se retiraron de lugar, dejando a los hermanos en un en un silencio abrumador. Entonces, fue el mayor quien rompió la calma.
—¿Cómo está hermana? —Sun Quang deja escapar un suspiro de pesar.
—Cansada... como todos.
—Oye... Yo lo siento... No pensaba que...
—Está bien, Sun Ce. —Lo detuvo con palabras y un gesto de su mano. —No tienes que darme explicaciones. No a mi. Te conozco lo suficiente. Pero no abuses de la confianza de la emperatriz.
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Hollow Knight Fanficción - Honor y Sangre
FanfictionUn era de conflictos se extiende por Hallownest. Las seis grandes naciones han establecido sus fronteras, y las dispustas por el control de las tierra son cada vez más frecuentes. Los grandes señores de la guerra no cederán terreno bajo ningún conce...