𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 2

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¿𝑅𝑒𝑝𝑒𝑡𝑖𝑚𝑜𝑠 𝑒𝑙 𝑒𝑛𝑡𝑟𝑒𝑛𝑎𝑚𝑖𝑒𝑛𝑡𝑜?

El mediodía había llegado, y el calor del sol pesaba sobre ellos. Tanto Maki como Yuji estaban exhaustos, con sus cuerpos sudorosos y tensos después de horas de entrenamiento ininterrumpido.

Desde que el sol había salido, hacía un par de horas, no habían parado de moverse, y ahora se enfrentaban el uno al otro, jadeando para recuperar el aliento.

El aire escapaba de sus pulmones en forma de jadeos profundos, y sus pechos subían y bajaban con cada respiración. El sudor brillaba en sus frentes y gotas de agua caían por sus rostros, mezclándose con el polvo del terreno.

Maki pasó su brazo sobre su rostro para limpiar el sudor, dejando visible su sonrisa cansada.

—Nada mal —dijo, evaluando a Itadori con una mirada crítica— Con razón sobreviviste contra esa maldición en la batalla de escuelas junto a Todou.

Yuji dibujó una sonrisa de lado, con su rostro iluminado por la admiración hacia Maki.

—Tú tampoco lo haces mal —dijo, copiando la acción de la mujer y pasando su brazo sobre su frente sudorosa— Pero bueno, ¿te parece si continuamos? —preguntó Yuji, con su voz llena de determinación.

La expresión de Maki se volvió seria.
—¡Claro que sí! —dijo, ajustando su postura y preparándose para seguir adelante…

Mientras Maki y Yuji seguían con su intenso duelo, Panda y Toge estaban disfrutando de un descanso relajante en la colina, bajo el sol del mediodía. Recostados sobre las escaleras del sendero, rodeados de hierba verde y flores silvestres, ambos estaban inmersos en un mundo de videojuegos y música clásica.

La melodía suave de Chopin llenaba el aire, creando un ambiente tranquilo y sofisticado. Panda se puso lentes oscuros y tomó un sorbo de su jugo de frutas, sintiendo el frescor en su garganta.

—Esto es vida —dijo, sonriendo— Sin estrés, sin preocupaciones.

Toge miró hacia arriba y dijo:
—Salmón.

Panda asintió con la cabeza.
—Exacto —dijo— Ni cuenta se dieron que nos fuimos y volvimos para comprar jugos.

Miró hacia Maki y Yuji, que estaban en pleno combate. La Zen'in había aplicado una llave de estrangulamiento a Itadori, y su rostro estaba contorsionado en un esfuerzo por mantener la presión.

—Aunque hay algo que me sorprende de Itadori —dijo Panda subiendo sus lentes, viendo la cara endemoniada de la chica al pelear contra Yuji— Y es su increíble fuerza física. Maki parece no contenerse.

La música clásica continuó sonando, creando un contraste interesante con el sonido de los golpes y gruñidos que provenían del duelo en el fondo.

Y mientras Panda y Toge se concentraban en sus nintendos, la pelea entre Maki y Yuji llegaba a su punto álgido. Con el sol del mediodía brillando sobre ellos, iluminando la escena de tensión…

Itadori, desesperado, golpeó el suelo varias veces, pidiendo que Maki aflojara su llave de estrangulamiento. Finalmente, la chica cedió, levantándose con una sonrisa triunfante.

—Yo gané —dijo, sacudiéndose el polvo de la ropa.

Yuji se levantó, jadeando y frotándose el cuello dolorido.

—¡Eso es trampa! —protestó— Esto era una pelea justa y tú usaste una llave. Además, golpeas muy fuerte, ¿no te estabas conteniendo?

Maki levantó una ceja, sorprendida.
—¿Tú te estabas conteniendo? —preguntó, incrédula— Tus golpes dolían mucho.

Compañeros de entrenamiento (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora