—Nayeon, yo no puedo hacer nada más que darles los resultados a ambos y llamar a alguien que realmente pueda ayudarte.
—¡No! Deme los resultados a mí, mi esposo me matará si se entera — La menor pidió asustada.
—Nayeon, no puedo hacer eso, puedo pedir ayuda por ti si lo deseas — La taiwanesa ofreció amablemente.
—Shuhua, por favor, no lo hagas, no tengo a dónde ir si mi esposo me abandona.
—Hay muchísimos centros de protección femenil en Seúl, lo correcto es llamar a uno, ahí van a ayudarte.
—No quiero, Shuhua— Nayeon estaba a punto de llorar.
—No es porque quieras, entiéndelo, lo necesitas y yo no puedo encubrir una infidelidad, maltrato doméstico y darles resultados falsos, porque corro el riesgo de perder mi trabajo o acabar en la cárcel.
—Eso no va a pasar, solo continúa haciendo tu trabajo y no te metas en mi matrimonio.
—Nayeon, no.
—Solo lo tengo a él, Shuhua— Finalmente las lágrimas de Nayeon comenzaron a bajar por sus mejillas.
—Me tienes a mí, yo puedo ayudarte, solo déjame hacerlo— La taiwanesa insistía bastante preocupada, tanto por Nayeon como por su carrera.
—Que no, ya te dije que no tengo a dónde ir sin él— Nayeon lloraba.
—Puedes quedarte en mi casa si no quieres estar ahí, pero hay que tomar medidas legales.
—¡No! Shuhua, solo dame los malditos resultados a mí.
—Ya te dije que no puedo, no puedo cometer un delito, me esforcé tanto por graduarme, no puedo perder mi trabajo por encubrir a un abusador.
—No lo estás haciendo, me estás encubriendo a mí, por favor ayúdame.
—Nayeon, no te estoy ayudando.
—Por supuesto que no lo estás haciendo hasta que me des los papeles.
Shuhua se quedó en silencio y tomó nuevamente los papeles del escritorio antes de que Nayeon pudiera quitárselos.
—Shuhua— Nayeon gruñó comenzando a enojarse al ver que la doctora había tomado de nuevo los resultados —Ya he lidiado con esto por más de 5 años, ahora dame los papeles.
La doctora estaba asustada, ella jamás había cometido un delito, vino desde Taiwán para terminar su carrera en Corea y tener mejores oportunidades de trabajo, se había esforzado demasiado para estar en dónde estaba y no podía simplemente perderlo todo por una mujer que se negaba a ser ayudada. Inevitablemente sus ojos se pusieron llorosos.
—Dame eso, Shuhua, no te pedí tu ayuda, solo ocúpate de tus propios asuntos— Nayeon sujetó el otro extremo de la carpeta que contenía los resultados.
La mayor bajó la cabeza y fijó su mirada en la carpeta que aún sujetaba con fuerza.
—Shuhua, dámelo, ya te dije que no necesito ayuda.
Pero la mayor sabía que ella sí necesitaba ayuda.
—Shuhua…— Nayeon la llamó tirando de la carpeta —Shuhua, suéltalo.
Shuhua mantenía su agarre firmemente, a pesar de todo, ella continuaba aferrándose a su carrera.
—¡Shuhua!— Nayeon gruñó fuerte.
Entonces Shuhua soltó la carpeta bajando totalmente la cabeza.
—Gracias— Nayeon se levantó con dirección a la puerta del consultorio doblando la carpeta para meterla en su bolso.
—No deberías doblar esos papeles— La mayor habló seriamente.
—De todas formas nadie los verá— Ella terminó de meterlos y caminó hacia la puerta con la intención de salir, entonces Shuhua se levantó llegando hasta donde ella se encontraba —¿Y ahora qué?— Soltó con fastidio al verla detrás de ella.
—Si te vas sin decir nada tu esposo puede sospechar, solo le diré que todo está bien— La taiwanesa respondió abriendo la puerta de su consultorio.
En seguida Minhyuk se levantó preocupado al ver a Nayeon con lágrimas en los ojos.
—¿Qué pasa, amor? ¿Por qué estás llorando?— Este preguntó mostrando preocupación mientras limpiaba con sus pulgares las mejillas de Nayeon —Doctora, ¿Está todo bien?— El preguntó fijando su preocupada mirada en Shuhua.
Entonces ella dudó un poco sobre lo que Nayeon le había dicho, él parecía un muy buen hombre y era algo sospechoso que Nayeon hiciera todo lo posible porque su esposo no supiera sobre su infidelidad, le parecía ilógico que si él la maltrataba la menor insistiera tanto en esconderlo, porque si era verdad entonces, ¿Por qué no simplemente pedía ayuda?
—Todo está bien señor Lee— Shuhua forzó una sonrisa y volvió a hablar —Nayeon lloró de felicidad al saber que su primer bebé estaba en excelentes condiciones.
De todos modos, Shuhua había prometido guardar el secreto y no iba a romper su promesa así como así. Solamente esperaba que Nayeon fuese cuidadosa.
—Entonces, ¿Sería todo por hoy?— Minhyuk preguntó sacando a Shuhua de su pequeño trance.
—Sí, es todo, agendaré su primera cita para la próxima semana y después nos veremos cada mes para hacer ultrasonidos, les mandaré los detalles por correo, que tengan buen día— Ella estaba a punto de irse.
—¿Y los resultados?— Pero Minhyuk la detuvo con aquella pregunta, estaba algo confundido ya que se suponía que venían a recoger eso.
—Esos se me quedan a mí, todo está bien, no hay de que preocuparse— Shuhua se despidió con una reverencia y volvió a su consultorio de forma apresurada.
Entonces la pareja comenzó a irse.
—¿Segura que está todo bien, cariño?— Minhyuk preguntó acariciando el hombro de su esposa.
Y ella asintió caminando a su lado sin poder mirarlo a los ojos.
Nayeon tenía miedo, sabía que guardarle ese secreto era peligroso, pero no podía decírselo si no quería acabar muerta o peor, acabar con un aborto espontaneo y maltratos nuevamente, no, no, ella debía continuar fuerte y seguir como si nada hubiera pasado, ese hijo era de Minhyuk y nadie más que ella o Shuhua podían saber lo contrario, ella continuaría casada y tendría la familia feliz que siempre quiso, ahora las cosas estaban yendo mejor, Minhyuk estaba siendo bueno con ella, ella había cumplido su parte dándole un hijo y él también hacía la suya cuidándola y queriéndola como todos estos 5 años no lo hizo.
Sin embargo Nayeon no se esperaba que una llamada de Tzuyu le llegara de la nada al regresar a casa, por suerte Minhyuk estaba en la cocina y ella en la habitación, por lo cual este no escuchó el sonido de la llamada.
Entonces Nayeon corrió hacia el baño para responder la llamada escuchando aquella voz que tanto había extrañado, pero no podía admitir.
—¿Nayeon?— La voz de Tzuyu sonaba algo quebrada.
“Es normal esa voz en ella ¿No? Después de todo debe estar dando clases de baile a estas horas” pensó Nayeon.
—¿Por qué me llamaste?— Aquellas palabras habían salido más duras de lo que Nayeon quiso sonar.
—Yo… Te extraño— Admitió Tzuyu ante aquel regaño.
—Es peligroso que me llames, mi esposo está en casa.
—Lo siento, solo quería escucharte.
—Tzuyu, ya no podemos seguir siendo amigas.
—¿Qué? No te entiendo— Aquello había golpeado de manera brusca a Tzuyu.
—Ya no puedo tener nada contigo, Tzuyu.
—Pero, pero, ¿Por qué, Nayeon? ¿Te hice algo malo? Yo… No era mi intención, discúlpame si yo…
—Tzuyu, basta, estoy esperando un hijo de Minhyuk, no sería apropiado que siguiéramos viéndonos— Nayeon la interrumpió.
Y dicho esto la menor colgó.
Lo había destrozado todo, había acabado completamente con aquella dulce amistad que tanto apreciaba.
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Estéril // Natzu [Adaptación]
RomanceDespués de cinco años de matrimonio, Nayeon comienza a ser víctima de violencia doméstica por parte de su marido, quien la acusa de ser incapaz de darle desendencia. En medio del caos y la tristeza conoce a Tzuyu quien se vuelve muy especial para el...