Cielo Desgarrado ~ Buda y tú

~𝐓𝐄𝐌𝐏𝐄𝐒𝐓𝐀𝐃~ Prologo

(Gritos y vítores llenan el estadio, resonando como truenos entre dioses y humanos, sacudiendo los cielos con su intensidad. La arena del Ragnarok vibra con una energía palpitante, mientras la multitud, sedienta de sangre y gloria, espera el desenlace. El aire es pesado, cargado con la tensión de lo inevitable.)

Lectora (pensamientos): No puedo creerlo... Los escucho gritar... Los humanos... Aquellos que prometí proteger... No puedo fallarles ahora. No puedo...

(De repente, un flashback atraviesa su mente, cortante y vívido, como una herida recién abierta.)

Madre de la lectora: "Protégelos... A todos... No te dejes vencer por esto... Ellos solo están asustados..."

Lectora (gritando): "¡MAMÁ! ¡NO TE VAYAS! ¡DEJENLA! ¡DEJENLA!"

(La imagen de su madre se desvanece, tragada por las sombras de la memoria, dejando tras de sí un vacío que nunca se llena.)

(El rugido de la multitud se apaga repentinamente. Un silencio sepulcral envuelve la arena, un sudario que cae sobre dioses y humanos por igual. Todas las miradas se posan en la lectora, expectantes, como si el tiempo mismo se hubiera detenido.)

Lectora (pensamientos): ¿Qué está pasando? ¿Por qué se detuvieron...? ¿Acaso ocurrió algo... grave?

(Buddha, siempre tan sereno, exhala un suspiro profundo, cargado de una mezcla de resignación y algo más... algo que rara vez deja traslucir. Sus ojos, usualmente indiferentes, muestran ahora una ligera sorpresa, aunque su expresión sigue siendo un misterio.)

Buddha (murmurando para sí mismo): "Las flores... no aparecieron otra vez, ¿verdad?" (Su suspiro es suave, casi imperceptible, pero lleva consigo un dolor sutil que solo él comprende.)

(Zeus, el rey de los dioses, observa con una mirada que trasciende la sorpresa. Su habitual arrogancia y orgullo han sido reemplazados por algo más profundo: admiración.)

Zeus (en un susurro): "No tenía idea de que este resultado sería... tan... hermoso."

(Ares, siempre tan explosivo, se inclina hacia Zeus, luchando por contener su furia. La incomprensión y la rabia arden en sus ojos, mientras sus palabras estallan en el silencio.)

Ares (gritando, lleno de frustración): "¡Padre! ¿Qué... qué significa esto? ¡¿POR QUÉ?!"

(Las preguntas de Ares se pierden en el aire, mientras la arena del Ragnarok sigue sumida en ese extraño e inquietante silencio, una calma antes de la tormenta, donde todo parece a punto de desmoronarse o de alcanzar una resolución inesperada.)

Continuará...