Eran pasadas las dos de la mañana, Lizzie dormía. No podía lograr hacerlo yo.
Miraba el techo, lo hice un buen rato hasta que el nido en mi garganta se hizo insoportable.
Las lágrimas cayeron lento al principio y solo en poco tiempo no podía detenerlas, salí de la cama y baje en busca de un trago.
Salí al jardín y me senté en el sofá que Lizzie tenía para leer.
Había caído en cuanta que era demasiado para mí, podía contarle muchas cosas a Summer, todo lo que ella me preguntara y quisiera saber.
Entonces llegué a este momento.
Los recuerdos de esos días llegaron como golpes.
Mi corazón dolió, cuando sin darme cuenta subí mi mano a mi cuello, era de madrugada y ya no tenía puesto su collar.
Era una de las cosas que me hacía recordarla y sentirla conmigo aún.
Cómo su colección de pingüinos que siempre estaba sobre la chimenea o toda su colección de peluches que en mi oficina se encontraban.
No podía contar más sobre esos días, cuando ella empeoró en esos días y no regreso a casa.
¿Cómo podría decirle aquello?
Ese vacío no se iba nunca.
Mi mirada se perdió en las rosas de Lizzie y el sonido de algunos grillos que por ahí andaban me hicieron perderme más profundo y claro en los recuerdos.
☆
Había regresado con Lizzie, se sentía el cambió que había. Claramente el amor ya no solo se notaba en las palabras, ambas estábamos demostrando con hechos lo que tanto decíamos.
Dejó de ser solo palabras.
Estábamos ambas en los sillones cerca de la piscina, estabamos mirando al cielo pues esa noche habría una lluvia de estrellas.
Estábamos esperando.
Ella quería pedir un deseó y Winnie también, esperábamos a Winnie que había ido al baño.
Pero pasaba el tiempo y no regresaba.
Esa noche también había grillos haciendo su peculiar ruido. No era una noche fría, se podía decir que incluso se sentía algo de calor.
Entonces paso.
Fue un espectáculo y ella se lo perdería.
Lizzie fue la primera en levantarse.
Lizzie: WINNIE, ESTA PASANDO
___: Iré por ella — me levanté y corrí a buscarla
Lizzie: BEBÉ — ella corrió tras de mi pero ella no me llamaba a mi, ella llamaba a Winnie — LINDA DATE PRISA
Entramos corriendo, llegamos a las escaleras y antes de si quiera poder dar la vuelta y subir...
Mamá y Jarnett bajaron corriendo.
Todo se sintió detenerse, no podía escuchar claramente.
Winnie en los brazos de Jarnett, sus ojitos cerrados. Aún podía ver la sangre que escurría por su boca.
Mamá lloraba, pero ella se mantenía lo suficientemente clara como para poder moverse rápidamente.
Lizzie tomo mi mano y me jaló.
Salimos tras de ellas.
Solté la mano de Lizzie cuando reaccione.
Jarnett me dió a Winnie que estaba recuperando la conciencia.