Alice y Nick continuaron su relación durante varios meses más, eligiendo aferrarse a lo que habían construido a pesar de la distancia. Las videollamadas se convirtieron en su refugio, un espacio donde podían compartir risas y lágrimas, y explorar sus sentimientos sin las presiones del mundo exterior.
Cada noche, cuando Alice se acomodaba en su cama, el ritual comenzaba. Nick siempre la saludaba con una sonrisa, y ambos sabían que, aunque la distancia era un desafío, su conexión seguía siendo fuerte.
—¿Cómo estuvo tu día? —preguntó Nick una noche, con su rostro iluminado por la luz suave de su habitación.
—Bastante bien. Fui a una exposición de arte con mis primas. Te habría encantado —respondió Alice, sintiendo el cosquilleo de su voz en su pecho.
—Quizás pueda ir contigo la próxima vez. No quiero perderme esas experiencias contigo —dijo Nick, su mirada llena de sinceridad.
Alice sonrió. —Eso sería genial. Te mostraría mis lugares favoritos.
A medida que pasaban los días, Alice se sentía más tranquila al hablar de su vida en México. Las conversaciones con Nick la hacían sentir viva, y aunque la distancia era un obstáculo, la idea de estar juntos en el futuro la mantenía esperanzada. Sin embargo, Sebas seguía presente en su vida, un recordatorio de su pasado y de la vida que había dejado atrás.
Un día, mientras caminaba con sus primas por un parque, Sebas se acercó. —¿Te gustaría salir a tomar un café? —preguntó, su tono casual, pero con un destello de interés en sus ojos.
Alice se sintió atrapada. —No sé, Sebas. Tengo cosas que hacer —respondió, pero sintió que su respuesta no era suficiente.
—Vamos, no seas tímida. Podríamos ponernos al día. Además, no has dejado de hablar de tus aventuras en Europa —insistió él.
Finalmente, aceptó, y se encontraron en una cafetería cercana. La conversación fluyó fácilmente, pero en el fondo, Alice sabía que su corazón estaba en otro lugar. Mientras Sebas hablaba de su vida, su carrera y sus sueños, ella solo podía pensar en Nick.
—Parece que te está yendo bien —dijo Alice, forzando una sonrisa.
—Sí, pero siempre hay espacio para algo más. Y me encantaría saber si hay un espacio para mí en tu vida —dijo Sebas, su mirada fija en ella.
Las palabras de Sebas la hicieron dudar. Alice no quería ser cruel, pero la verdad era que su corazón pertenecía a Nick. Sin embargo, la presión de estar con alguien "a su altura" la incomodaba. Sabía que debía ser honesta.
—Sebas, aprecio que quieras estar cerca, pero en este momento mi vida está un poco... complicada. No quiero que haya malentendidos —dijo Alice, sintiéndose aliviada al soltar esas palabras.
La expresión de Sebas se tornó seria. —Entiendo, pero siempre estaré aquí si cambias de opinión. Solo quiero que sepas que te admiro —respondió, y Alice sintió un nudo en el estómago.
Al regresar a casa, Alice se conectó con Nick, sintiéndose más cerca de él que nunca. Compartieron risas y anécdotas, y aunque la distancia seguía siendo dolorosa, sus corazones parecían latir al mismo ritmo.
—Alice, ¿cuál es tu lugar favorito en México? —preguntó Nick, su voz suave y curiosa.
—Me encanta el centro histórico. La arquitectura es impresionante, y la cultura es vibrante. Pero, honestamente, mi lugar favorito es donde estoy contigo, incluso si es solo a través de una pantalla —dijo Alice, sintiendo cómo la sinceridad llenaba el espacio.
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Are you Gay?
Fiksi RemajaTerminada. En un mundo donde las expectativas y los estereotipos marcan el rumbo de las relaciones, Nick Nelson parece tenerlo todo: un novio amoroso y un futuro brillante en la universidad. Sin embargo, su trabajo como entrenador en un gimnasio lo...