❝Todos los problemas de Lee HeeJin, o como ella se hace llamar; Jeon HeeJin, están comenzando a salir a la luz y por suerte o por desgracia no cuenta con el apoyo de su familia y sus hermanos, los cuales creen que la causa de su actitud de "chica pr...
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La dulce voz de Ricky resonó en mi móvil, trayendo una calidez que me envolvía. —"¿Estás segura de que no quieres que te acompañe?"
—"Gracias por preocuparte, amor, pero no hace falta," respondí, intentando sonar más tranquila de lo que realmente estaba.
—"Mmm..." Su tono no sonó del todo convencido. —"De todas maneras, avísame con cualquier cosa que pase, ¿vale?"
—"Está bien, bebé." No pude evitar esbozar una sonrisa tonta, sintiendo que mi corazón se aceleraba. —"Te quieroo." canturreé, dejando que la melodía llenara el aire.
—"Yo también, princesa," dijo, su voz suave y llena de ternura antes de colgar.
Al dejar el teléfono a un lado, me sentí flotando, como si el mundo se desvaneciera por un momento y solo quedara yo y mi felicidad. Justo entonces, Zhang Hao apareció, cruzado de brazos, observándome con una mezcla de diversión y sorpresa.
—Se me hace tan raro verte así de enamorada —comentó, su voz llena de incredulidad.
Lo miré, intentando contener la risa que se asomaba. —Lo siento...
—No te disculpes, boba —dijo Hao, su expresión suavizándose en una sonrisa genuina que iluminó su rostro—. Me hace muy feliz verte así. Tienes un brillo especial en los ojos siempre que hablas con él.
Su comentario me hizo sentir un torrente de calidez, como si su apoyo fuera un abrigo en un día frío. Era un alivio que, a pesar de los altibajos de la vida, aún había personas que se alegraban por mí.
—Es solo que... —comencé a decir, buscando las palabras adecuadas—. Me siento diferente, ¿sabes? Ricky me hace sentir especial, como si pudiera ser yo misma sin miedo.
Hao asintió, su mirada reflejando comprensión. —Eso es lo más importante. Alguien que te haga sentir bien contigo misma es lo que todos necesitamos. Te lo mereces, HeeJin.
Sentí que la risa se desvanecía y, en su lugar, una profunda gratitud llenaba mi pecho. En medio de las tormentas de la vida, tener a alguien que se preocupara por mí y a amigos que me apoyaran era como un rayo de sol atravesando las nubes.
—Gracias, Hao —dije sinceramente—. Sabes que siempre has estado ahí para mí.
—Y siempre lo estaré —prometió, acercándose un poco más. —Pero también debes recordar que no estás sola. Siempre puedes contar conmigo y con los demás.
La cercanía de su voz y su sinceridad me reconfortaron. En ese momento, supe que, aunque enfrentara dificultades, no tenía que hacerlo sola. Con el apoyo de mis amigos y la dulzura de Ricky, me sentía lista para enfrentar cualquier cosa que viniera.
—Vamos, antes de que lleguemos tarde —dijo Hao, rompiendo el momento y dándome un empujón juguetón. Reí y lo seguí.
La noche se cernía sobre la ciudad, tiñendo el cielo de un profundo azul oscuro, mientras los primeros destellos de estrellas comenzaban a aparecer. Era un recordatorio de lo efímero de la vida, de cómo todo podía cambiar en un instante. Hoy, hacía un año desde que Sung EunBin, la hermana de HanBin y la persona que más admiraba, había partido. La tristeza era una sombra constante en mi corazón, y sabía que mis amigos sentían lo mismo.
