Capítulo XIII: Donde verdaderamente perteneces.

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Tweek camino casi sin rumbo antes de coger un taxi e irse a la central, al aeropuerto no volvía ni loco y mucho menos porque de donde estaba iba a pasar por esa calle sí o sí.

Una vez en la central se quedó parado sin saber bien a donde dirigirse, pensando que tan buena idea era esta, sin embargo, el dolor de su corazón le decía que lo hiciera, que no perdía nada y aunque era egoísta, quería una vida propia.

Camino sin rumbo hasta un mostrador de una línea de autobuses donde, sorprendentemente encontró a Henrietta del otro lado.

- ¿Tweek? Hola rubio ¿qué haces aquí? -Preguntó animada la mujer al chico.

-Yo... ahm... necesito un boleto.

- ¿Adónde vas a ir?

-A cualquier lugar, lo más lejos que puedas. -No sabía dónde y no quería saber, cosa que Henrietta no dejo pasar y suspiro cansada, conocía ese tipo de arrebatos locos.

-Oye, no pienses con la cabeza fría, ¿quieres un café? De todas formas era mi hora de descanso. -Aseguró la mujer sin venderle nada a Tweek y, aunque este iba a protestar decidió seguir a la mujer.

Llegaron a una cafetería de la estación donde lo único que tenían era americanos y ambos pidieron uno para cada uno con un pan reseco e insípido.

-Apenas puede llamarse café. -Aseguro Tweek, realmente no era café eran químicos con aromatizante a café.

-Sí la vez de tu café me supo exquisito. -Alago la mujer. -Pero no estamos aquí para hablar de cafés ¿Por qué estas huyendo?

Tweek entonces decidió confesarle toda la verdad a su amiga.

Desde cuando era un niño y la muerte de su mamá, su accidente de auto y la pérdida de su bebé, como conoció a Marsh, su vida antes de León y como salvo al mismo de morir y que no era su madre biológica, si no un niñero. Incluso le contó sobre como era su relación con se jefe y la traición de cómo se sentía con sus amigos.

No omitió nada, sobre Gary, sobre Red, Laura, la verdad de su madre y el parentesco que tenía con los Donovan, el reemplazo que se sentía de Thomas y mientras más hablaba lloraba en cada proceso siendo sutilmente consolado por la mujer enfrente suyo que no decía nada, pero que asentía levemente con su cabeza en señal de que le ponía atención.

Al acabar de contar, después de dos americanos pues era una conversación larga y difícil la mujer por fin dio su opinión.

-Tweek realmente no eres conformista, dios tu vida ha sido difícil. -Fue lo primero que pensó la mujer. -Vamos por partes... ¿Crees que eres el reemplazo de un amigo?

-Ese amigo es mi hermanastro y yo... yo sé que ellos ni han de haber sabido que tenía un hermanastro porque yo no salía si había visitas, mucha gente piensa hasta hoy en día que son solo ellos tres como familia. -Era algo triste para Tweek, pensando cuanto su papá lo amaba cuando era niño.

Henrietta lo vio con cariño, desde ahí estaba su herida.

-Tweek ¿Tú y yo somos amigos? -Preguntó la chica y el pelinegro asintió algo decaído.

-Sí, bueno, tú deberías conocer a Thomas, el verdadero esposo de Craig, no a mí. -Aseguró el chico sabiendo que Henrietta era su amiga porque era la mamá de Allan.

- ¿Y si no? Me dijiste que cuando estuviste herido estuviste en el regional ¿verdad? Mi hermano Telman trabaja ahí.

- ¿¡Tú hermano es Pete Telman!? -Preguntó sorprendido, si se parecían. -Fue mi médico.

- ¡Vez! Aun con tu primera vez nos hubiéramos podido conocer, ser amigos y ¿tú crees que eres mi único amigo? -El chico esta vez negó confiado. -Claro, tengo otros amigos góticos como yo y uno que se cree hijo del diablo con su ángel perdido y queriendo completar los 7 pecados capitales.

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