Mientras tanto en el Olimpo
En lo alto del Olimpo, donde los dioses vivían inmersos en su eterna inmortalidad, Ares, el dios de la guerra, rondaba por sus aposentos, lejos del bullicio y los chismes incesantes de las deidades. Mientras caminaba con paso firme, sus pensamientos no podían alejarse de la guerra, el único placer que se encontraba entre los mortales. Las batallas eran como un juego para él, un entretenimiento que rompía con la monotonía de la inmortalidad.
Se detuvo un momento para observar la Tierra, esperando ver alguna batalla que mereciera su atención. Mientras observaba las interminables disputas humanas, algo capturó su interés. Un pequeño pueblo ardía en el caos. Fuego, gritos, y una multitud de figuras sombrías atacaban sin piedad.
Ares entrecerró los ojos, curioso. "¿Qué tenemos aquí?" Pensó mientras se dirigía su vista hacia una figura en particular. Una mujer, liderando a un grupo de hombres, se destacaba entre el caos. Ella luchaba con una ferocidad y precisión que Ares reconocía. Su estilo de combate, su control sobre la batalla, todo en ella le recordaba a los héroes de antaño.
Ares irritado e intrigado-"Esto se pone interesante..."
Sin darse cuenta, Hermes, el mensajero de los dioses y su hermano, había entrado en la sala. Viendo la concentración de Ares, Hermes se acercó con curiosidad.
— Hermano, ¿Qué es lo que observas con tanto interés? —preguntó Hermes, acercándose al mirador.
Ares no respondió de inmediato, sus ojos seguían fijos en la escena. La mujer luchaba con una rabia que parecía sobrehumana, derribando a sus enemigos uno tras otro. Los hombres que la seguían parecían nutrirse de su valentía, lanzándose al combate sin vacilar.
Finalmente, Ares habló, sin apartar la mirada de la batalla.
—Mira , Hermes. Esa mujer... —dijo con voz grave—. Lucha como los grandes héroes de antaño. Tiene el espíritu de Aquiles, la furia de los dioses en su interior.
Hermes, intrigado, se acercó más para observar mejor. Vio a la mujer peleando con una mezcla de brutalidad y habilidad. Su rostro estaba marcado por la determinación, y sus movimientos eran calculados, como si cada golpe estuviera destinado a destruir a su enemigo por completo.
— Es impresionante, —admitió Hermes, con su típica sonrisa despreocupada—. Pero, ¿realmente es digno de tu atención, Ares?
Ares soltó una risa corta y profunda.
— Digna... si fuera una diosa, podría rivalizar con los mejores guerreros del Olimpo. No lo dudes, Hermes, esta mujer es algo fuera de lo común. —dijo Ares, con una chispa de admiración en los ojos.
Ambos dioses continuaron observando mientras la mujer y su caballo fiel luchaban contra las sombras que asolaban el pueblo. La batalla era feroz, pero la mujer no mostraba señales de flaqueza. Ares sintió un fervor creciente al ver cómo ella manejaba cada situación con táctica y brutalidad, desafiando las probabilidades.
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Cielo Desgarrado ~ Buda y tú
FanfictionEntre la tempestad de los dioses y la humanidad, dos almas errantes se encuentran en un cruce inesperado. Buddha, el sereno y distante, quien ha trascendido el sufrimiento y la ilusión, conoce a alguien que, como el viento indomable, revoluciona su...