Pequeños Milagros

Capítulo XXIII: Ama de verdad.

Se quedarán en silencio solo con el ruido ambiental que hacía el elevador a bajar por los pisos hasta que Tucker lo rompió hablando.

- Perdón. -Clyde sabía que iba a decir eso, lo que no esperó es que el alfa tan fuerte e imponente que era su amigo cayera completamente roto a llorar mientras pedía perdón en muchas ocasiones. -Perdón, perdón, perdón.

-Mierda, Craig no llores o voy a llorar. -El castaño se agacho a abrazar a su amigo que estaba echo bolita llorando libremente, realmente la única vez que lo vio así fue cuando murió Thomas. -Oye sé que lo amabas, no fue tu culpa la decisión que tomo tu papá.

- ¡Claro que esto es mi culpa! Mi papá jamás hubiera hecho esto si yo hubiera sido un mejor esposo. ¡Yo soy quien debería estar muerto, no él! Joder, ¿¡Por qué duele tanto!? -Craig quería quitarse el corazón de su pecho, agarrando fuerte la camisa mientras Clyde ya había parado el ascensor por si las moscas. -Dios Clyde, debes odiarme.

-Nunca odiaría a mi mejor amigo, no fue tu culpa completamente. -No iba a mentirle tampoco, si nunca trató a su hermano como el príncipe que era, sin embargo Craig siempre fue así y él le advirtió a Thomas sobre eso, sobre que al final de cuentas Craig nunca iba a ser como su papá fue con su mamá. -Thomas quiso cambiarte por algo que no eras.

- ¡Debí hacerlo!, ¡Debí ir a esa estúpida cena!, ¡León tendría a su madre y mi padre no hubiera tenido que mancharse las manos de sangre! Joder soy un idiota, un verdadero imbécil que destruyó todo lo que toco. -El chico hipeaba mientras hablaba, llorando cosa que lastimaba al castaño quien solo abrazaba a su amigo.

-Amigo, voy a darte el mismo consejo que le di a Tweek, deja de pensar en el hubiera. Has hecho tu mejor esfuerzo Craig, lo hemos visto las personas a quienes le importas. -Decía Clyde obligando a Craig a verlo. -Yo lo he visto cómo te paras cuando todo está perdido y das lo mejor de ti; tú no querías heredar la empresa, quería ser astronauta y aun así haces un trabajo magnifico aquí; tú no querías hijos pero tuviste a León y eres un gran papá, has hecho un excelente trabajo como padre.

¿Gran trabajo? Mucho de su trabajo como padre se debió a Tweek.

-Tweek. -Lo dijo más como pensamiento que a Donovan.

- ¡Sí! Aun tienes a Tweek y a León, no digo que Tweek es el reemplazo de Thomas, por dios que nos ha costado que el rubio entienda esto, pero también es una nueva oportunidad para que hagas las cosas bien, con él. -Aunque Clyde sabía que iba a ser más fácil porque Tweek era más realista que Thomas.

Craig se relajo un poco con las palabras de consuelo de Clyde, este siempre había sido su apoyo incondicional y agradecía como lo cuidaba tanto, a pesar de que mucha gente pensará que era al revés, realmente siempre fue el castaño el que cuido del azabache.

Una vez que se relajó, ambos salieron en el auto del alfa rumbo a la mansión, sin embargo Donovan no pudo no evitar preguntar.

- ¿Le dirás a Laura sobre esto? -Era una pregunta difícil, la cara de Tucker lo delataba y Clyde se sintió obligado a continuar. -Digo, por mí que se quedé así, ya acabo la historia y no creo necesario hacerle ver a tu ma...

-No lo sé. -Fue su respuesta tajante, cosa que el castaño entendió y no toco más del tema por un rato hasta que el chico volvió a hablar. -Yo, necesito que te quedes en mi casa a cuidar a León, quiero hablar a solas con Tweek.

-Claro, entro y le avisó que te vea en el auto. -Craig asintió con una media sonrisa, que bien lo conocía su mejor amigo.

Llegaron a la casa y como a los 5 minutos salió Tweek algo asustado y sin entender todo lo que pasaba, subiéndose al auto y notando rápidamente que su novio había llorado un buen rato por lo hinchado que tenía los ojos.