Qualia - Fase 1

Capítulo 7: Todo por querer ser un héroe

Seis semanas pasaron desde mi llegada a este mundo, y creo que me he adaptado. Pero eso no cambia el hecho de que aún es un mundo completamente nuevo y misterioso para mí. Mi situación no es muy diferente a haber aparecido en algún otro país con una cultura diferente a la mía, como por ejemplo la India o algún país árabe. Solo que aquí hablamos de un planeta completamente diferente al mío, así que la diferencia es aún mayor.

Todavía estoy aprendiendo muchas cosas acerca de este mundo. Los habitantes de este planeta lo conocen como Geocora. También estudio el idioma, llamado humañol y la escritura. Ya sé algunas palabras y frases básicas, pero su sistema de escritura es otro tema. A diferencia de nuestro alfabeto de 23 consonantes y 5 vocales, su escritura está conformada por medio de silabarios, así como el japonés. Usan también 5 vocales, pero tienen sólo 16 consonantes, y las combinan de tal forma que su escritura consta de 186 símbolos, qué loco. Pero cuando le agarras la maña, es más fácil entender cómo funciona.

También tienen un sistema calendárico diferente al nuestro, obviamente porque acá no nació Jesús. Tienen 12 meses de 30 días cada uno y 5 días intercalados a lo largo del año para dar los 365 días. Estamos en el año 652 de la Unificación, pero no sé bien a qué se refieren con Unificación. No he encontrado libros de historia por acá.

Me he puesto a pensar en mi situación, todavía no comprendo del todo cómo fue que terminé apareciendo en otro mundo. Se me cumplió la fantasía de muchos otakus de viajar a mundos como este con magia y esas cosas, pero no es bonito. O sea, lo es un poco, pero estar acá me hace extrañar a mi familia que sé que estarán sufriendo porque desde hace seis semanas no saben nada de mí, así que no puedo disfrutar este mundo como me gustaría. Incluso todavía hoy sigo soñando con ellos y siempre despierto llorando. Pero ya ni modo.

Cambiando de tema, Koyara aún tiene esa costumbre de salirse a entrenar sola o algo así. A veces la hemos encontrado en el suelo toda lastimada. Y sigo sin preguntarle nada al respecto. No es que me importe realmente, pero no lo hago de todos modos. Y yo sigo practicando la magia que descubrí que poseo. Ahora ya puedo manejar cosas más pesadas que físicamente no podría hacer. Y todavía no le digo a nadie de esto.

A pesar de todo, este lugar tiene sus ventajas. No hay escuelas o universidades con exámenes rigurosos. No hay trabajos en oficinas ni burocracia (excepto en la Sociedad de Aventureros, pero no es tan mala realmente). No hay tráfico ni contaminación. Me pagan bien por hacer misiones sencillas y vivimos en una casa bien bonita. Hay aire fresco y paisajes lindos. Ya que no creo que pueda regresar a mi mundo, al menos me gustaría quedarme aquí.

Pero bueno, creo que tengo la costumbre de hablar antes de tiempo y cagarla ¿no?

Año Unificado 652, Noveno día del Mes Livada

Este día marcaría como suelen decir algunos, mi evento canónico. Aunque todavía me pregunto, de no haber hecho lo que hice ¿las cosas hubieran seguido igual?

Aquel día acabamos más temprano las misiones en el gremio así que nos dividimos para comprar los ingredientes para el almuerzo en nuestra casa del gremio. A mí me tocó comprar las verduras y otros condimentos y en eso estaba cuando, de reojo, pude ver cómo otros dos jóvenes, discretamente se metían algo de fruta en unas bolsas que llevaban con ellos.

El dueño del negocio se percató de lo que estaban haciendo, pero para ese momento estos ya habían salido disparados con lo robado. Aunque el tendero gritó para que los detuvieran, lo cierto es que nadie le hizo caso, eran bastante veloces.

Ahí fue cuando decidí actuar. Hasta ese momento manipulaba mi poder mágico a solas, pero ya estaba un poco fortalecido. Esta, pensaba yo, era mi oportunidad de poder mostrar lo que era capaz de hacer.