Yo no sabía que esta noche sucedería el evento que cambiaría mi vida para siempre.
Yo solo estaba divirtiéndome con mis amigos, una noche tranquila, un par de cervezas, unas cuantas chicas y un club lleno de gente sudorosa bailando al ritmo de la música. Todo parecía normal, Fred estaba hablando con una linda castaña , ebrio por supuesto, acerca de las vueltas de las montañas rusas y como el vomitó la primera vez que se subió a una de ellas. Esa fue quizá fue la experiencia más asquerosa y divertida que jamas haya tenido. Él estaba super entusiasmado de que sería su primera vez en una montaña con muuuchas vueltas, cuando llegamos al carrito y empezo el recorrido, a la cuarta vuelta que dio el vagón él vomito y como el señor gravedad hizo su trabajo cuando ibamos bajando de esa vuelta todo el vomito le cayo en su cabeza y cuando digo todo es todo.
Por otra parte, Sam estaba en la pista de baile, que en mi opinión parecía que una foca esquizofrénica hacia el ula ula con un aro de espinas, se veía ridículo. ¡Mi abuela baila mejor que él y eso que tiene 68 años! Pero en fin, es como enseñarle a un bebe a hacer una ecuación de segundo grado. A menos que el bebe sea Megamente combinado con Einstein lo lograría.
Le doy un trago a mi cerveza y hago una mueca. ¡Dios, esto sabe a pipi de gato! Decido dejarla a un lado e ir a tomar un poco de aire, con un amigo ebrio y otro foca... Creo que con eso tenía suficiente. Abro la puerta trasera que da a un callejón y empiezo a meditar ¿Qué es lo que dicen de los callejones? ¡Ah si! Te violaran, te mataran o venderán tus órganos por Segunda Mano. Lo tercero me da un ataque de risa, después de unos segundos hago una observación mental de que parezco un loco riéndose con sus frutas imaginarias así es que decido callarme. Suficiente aire por el momento, estaba apunto de volver cuando una persona llamo mi atención.
Era grande y fuerte, por lo menos alcanzaba el 1.90, vestía una chaqueta de piel color cafe y jeans de mezclilla desgastados, su cara era demasiado perfecta para ser real, incluso para un hombre como yo que era demasiado atractivo, tenía ojos de un azul muy peculiar, altos pómulos, nariz perfectamente proporcionada y barbilla marcada, actuaba como si estuviera nervioso sobre algo y pasaba empujando a la gente con demasiada prisa. Cuando paso sobre mi no entendí lo que dijo y solo siguió trotando casi al punto de correr. En ese momento, mi cerebro estaba procesando la opción de seguirlo o continuar con mi camino, me incline con la primera opción.
Estaba demasiado obscuro para verlo, así es que seguí a mis instintos y mi oído. Hubo un momento en que pensé haberlo perdido, pero poco después volví a oír sus pisadas firmes y rápidas. Hasta que llego a una fabrica que parecía abandonada, en mi mente se reproducía la escena en donde la típica musiquita de cuando la estupida rubia abre la puerta y el asesino saltaba y la mataba, pero en este caso yo era la estupida rubia que iba a abrir la puerta en donde se encontraba el asesino. El tipo entro como si nada y decidí esperarme unos segundos para luego entrar yo, me acerque, abrí la puerta y no pude creer lo que estaba frente a mis ojos.
Era una fábrica lo suficientemente grande como para que en ella cupiera la maquinaría necesaria para hacer algo bastante grande. Tenía dos pisos, yo estaba en el segundo que por cierto era mas una especie de pasillo de metal con un barandal del mismo. Abajo estaba el tipo que seguí y otros tres mas, dos chicas y un chico. Me agache y me acerque más al barandal tratando de ocultarme. Hablaban lo suficientemente fuerte para que yo los escuchara desde donde estaba, preferí andarme con cuidado.
-Llegas tarde Mike - dice una de las chicas que por cierto era demasiado atractiva. Tenía el cabello como el mío, tan negro como la noche.
-Lo siento, pero no todos tenemos la habilidad de ser puntual - responde el tal Mike, era el chico al que estaba siguiendo.
-Bien, pero la siguiente vez que llegues tarde empezare la sesión sin ti ¿esta claro? - pregunta la pelinegra, parece que ella es la líder. "Mike" se queda en silencio y ella vuelve a preguntar - ¿Esta claro?
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Them
ParanormalEllos todo lo saben. No saben nada de mi. Ellos todo lo ven. Soy invisible ante sus ojos. Kain Wesley es un chico con muchos problemas. Pero no uno tan grande como haberse metido en el camino de Ellos. Kain los ha estudiado desde que Ellos se conoc...