"Dulce Shoko-late" (Itadori x Shoko)

El primer encuentro

Esta historia se sitúa después del arco de Shi buya pero antes de los Culling games, dicha esta aclaración comencemos.

.

.

.

.

.

Luego de los incidentes ocurridos en Shi buya nuestro gallo se hallaba herido, no solo psicológica y espiritualmente a causa de todos los traumas perdidas y desgracias que le habían tocado vivir, también físicamente su cuerpo de hallaba al borde del colapso, tenia fatiga golpes varios huesos rotos y diferentes heridas como laceraciones.

Yuji se hallaba caminando con todo este peso y heridas, se sentía culpable por todo, por la perdida de sus amigos, por la perdida de Gojo, por la masacre masiva. Estaba en un momento critico.

Itadori: *entre lagrimas*  To-todo esto es mi culpa, si, si tan solo hubiera aceptado mi ejecución nada de esto estaría pasando. Si tan solo hubiera sido mas fuerte Kugisaki no habría muerto, todo esto, todo esto es mi maldita culpa

Itadori se hallaba melancólico e intentando recuperar su moral pero esta situación era mas de lo que cualquier chico de su edad podría aguantar. Estaba tan sumergido en esto que no se dio cuenta como una maldición se acercaba por detrás de el. Itadori sintió algo detrás de el .

Itadori: Pero que cojo-

Itadori no tuvo tiempo de reaccionar la maldición le tiro un zarpazo rápido el cual lo golpeo contra una pared, Itadori intento levantarse pero todas las heridas en su cuerpo no lo dejaban avanzar, la maldición se acerco mas a el.

Itadori pese a todo se levando y logro acertarle un golpe, lastimosamente la maldición antes de desaparecer logro empalarlo. Itadori quedo tirado en el suelo desangrándose mientras se resignaba a su realidad.

Itadori: *entre quejidos* P-parece que ¡cof! ¡cof!, todo esto acaba aquí, m-me da igual no, veo una mierda solo, solo quiero dormir un poco.

Mientras Itadori cerraba los ojos su visión, logro ver a alguien acercándose a el no podía distinguir bien la figura pero parecía ¿Una chica?. Itadori se desmayo sin mas quedando totalmente expuesto, mientras la figura misteriosa se acercaba a el.

.

.

.

.

Itadori abrió los ojos lentamente, poco a poco su visión borrosa mientras intentaba levantarse, logro ver el lugar, parecía un pequeño consultorio medico, como el resto de la ciudad estaba algo dañado, intento calmarse y respirar hondo, pero entonces comenzó a toser, había humo en la habitación. Al voltear para ver de donde provenía vio al lado de la camilla donde estaba a una chica que lo miraba fijamente sin hacer ninguna expresión. Tenia el cabello corto y castaño, una piel blanca un cuerpo pequeño y unos hermosos ojos color almendra. Tenia un cigarro en la boca, se lo quito y lo coloco en un cenicero.

Shoko: Veo que si sobreviviste, sinceramente no te tenia mucha fe

Itadori: ¿Q-quien eres? ¿Que hago aquí?

Shoko: Me puedes decir Shoko, y pues digamos que es una historia complicada. Veras, cuando Gojo fue a Shi Buya, me encargo una tarea antes de dejarte.

Itadori: T-tarea? que tarea.

Shoko: Básicamente era asegurarme que no murieras para que pudieras seguir con todo esto de derrotar a Sukuna, la verdad no tenia fe de encontrarte, no es que me importarse mucho tampoco.

Itadori: Bueno gracias por todo Shoko, pero hay cientos de maldiciones sueltas ahi afuera y muchas personas necesitan ayuda, así que si me disculpas.

Itadori intento levantarse pero entonces sintió un dolor inmenso en todo su cuerpo que lo obligo a tirarse nuevamente hacia atrás.

Shoko: Ey, mas lento velocista. Todavía estas muy herido, tienes fracturas, laceraciones y diversos órganos dañados, la verdad no se como sobreviviste, pero supongo que todo pasa por algo.

Shoko se levanto de la silla y se acerco a donde estaba Itadori pegando su cara algo a la suya. Nuestro gallo se sintió algo nervioso, las chicas nunca habían sido su prioridad.

Shoko: Solo intenta reposar un poco ¿vale?, después puedes ir a donde quieras.

Shoko camino hacia una puerta y salió de la sala. Mientras Itadori intentaba procesar todo, tenia cientos de tareas, responsabilidades y preocupaciones. Pero no podía hacer mucho en ese estado, solo le quedaba hacerle caso a Shoko, esa chica tan sarcástica que apenas conocía y que había visto pocas veces.