Narra TN: Hoy tenia que ir sola a la universidad porque a Clara le cancelaron sus clases, durante mi clase me llegó un mensaje de Israel, pero con todo el ajetreo universitario no tuve tiempo de responder, después de unas horas por fin termino mi jornada universitaria. Salí del campus con la intención de pasar a comprar comida para luego ir al depa y comer junto con Clara, al salir estaba buscando en el celular donde comprar sushi cuando sentí una mirada, al levantar la vista me encontré otra vez con ese Sedan negro y con el mismo conductor, me invadió el pánico y abandoné la idea de comprar y caminé rápido rumbo al departamento mientras le respondía a Israel.
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Isra R 💗TN: Estoy bien, Isra. No te preocupes. Lo vi hoy, pero no pasó nada. Estoy intentando evitarlo, aunque es un poco difícil. Gracias por preocuparte.
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Habían pasado solo unos minutos desde que envié el mensaje a Israel, asegurándole que estaba bien, pero la sensación de incomodidad seguía conmigo. Mentiría si dijera que ver a Trigos fuera del campus no me había asustado, y aunque en esta ocasión no había intentado hablarme, la posibilidad de que lo hiciera me ponía los nervios de punta.
Mientras caminaba de regreso al departamento, con la cabeza llena de pensamientos, revisé de nuevo mi teléfono. Israel había sido tan atento y protector desde que le conté sobre Trigos, y aunque él estaba lejos, su preocupación me hacía sentir acompañada. Sabía que no quería que este tipo me siguiera molestando, y yo tampoco quería preocupar a Israel más de la cuenta. Sin embargo, había una parte de mí que se preguntaba cuánto más podría manejar sola.
Cuando llegué a mi departamento, Clara estaba en la sala, hojeando unos apuntes.
Clara: ¿Qué tal tu día?
TN: Normal... bueno, lo más normal posible
Clara: ¿Qué te pasa? ¿Todo bien con Israel?
TN: Sí, con Israel todo bien, pero hoy vi a Trigos fuera del campus.
Clara: ¿Qué? ¿Estás hablando en serio?
Clara: ¿Te dijo algo? ¿Te siguió?
TN: No, no me dijo nada. Solo lo vi ahí, sentado en su auto. No sé qué pretende, pero verlo ahí me hizo sentir muy incómoda.
Clara: Ese tipo no debería estar cerca de ti. ¿Le dijiste a Israel?
Asentí, mostrando el mensaje que me había enviado él.
TN: Me dijo que Emilio le contó, me dijo que si necesitaba algo, lo llamara. Pero no quiero meterlo más en esto. Ya tiene bastante con sus compromisos en el club y la selección.
Clara: Entiendo que no quieras preocuparlo, pero, ___, no deberías minimizarlo. Si vuelve a aparecer, tienes que decírselo a alguien más también, ¿ok? Tal vez a las autoridades del campus.
TN: Lo sé, tienes razón. Si lo vuelvo a ver, tomaré medidas.
Después de la conversación, me dirigí a mi habitación, sintiendo el peso de todo sobre mis hombros. Me tumbé en la cama y miré el techo, tomé el teléfono y me puse a mirar fotos antiguas, tratando de distraerme. Una parte de mí quería hablar más con Israel, pero no quería sobrecargarlo. Además, no había mencionado aún la foto de Nailea con su sudadera, y me daba miedo que esa conversación abriera una herida que no estaba preparada para enfrentar.
Suspiré, bloqueando la pantalla del teléfono. Mientras trataba de convencerme de que todo saldría bien, me di cuenta de que lo único que podía hacer ahora era esperar y ver qué pasaría a continuación, tanto con Trigos como con Israel.