𝗮𝗹𝗹 𝗼𝗳 𝘁𝗵𝗲 𝗴𝗶𝗿𝗹𝘀 𝘆𝗼𝘂 𝗹𝗼𝘃𝗲𝗱 𝗯𝗲𝗳𝗼𝗿𝗲 - o.p.

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El sol bañó Mónaco con una luz cálida, pintando de dorado el lujoso puerto

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El sol bañó Mónaco con una luz cálida, pintando de dorado el lujoso puerto. Oscar Piastri, lejos de los circuitos y los flashes, disfrutaba de un domingo relajado junto a Sarah, su novia. Estaban sentados en la terraza de un pequeño café, con vistas al mar. Sarah, con su cabello castaño oscuro al viento y una sonrisa que iluminaba su rostro, era la imagen perfecta de la felicidad

— Recuerdas cuando te dije que esta canción me recordaba a ti?"— , preguntó Oscar, tomando su mano y entrelazando sus dedos. En sus auriculares sonaba "All of the Girls You Loved Before". Sarah sonrió, sus ojos brillando.

—¡Claro que lo recuerdo! Dices que soy la suma de todas tus ex, ¿no?—  bromeó, dándole un suave codazo.

—Bueno, no lo dije así! Solo quise decir que aprendí mucho de cada una y que tú tienes lo mejor de todas ellas—, se defendió Oscar, riendo.

Sarah se acercó y lo besó en la mejilla. —Eres muy romántico, ¿sabías?—.

—Bueno, lo intento sabes—, respondió él, rascándose la nuca y ganándose una pequeña risa por parte de la chica

Se quedaron en silencio un rato, disfrutando de la compañía del otro. Oscar observaba a Sarah, fascinado por su belleza natural. Ella era todo lo que él siempre había buscado: inteligente, divertida, y con un corazón enorme.

—Sabes que tengo mucha suerte de tenerte, ¿no?—, le susurró al oído.

Sarah asintió, sin apartar la mirada de él. —Yo también—

De repente, el teléfono de Oscar comenzó a sonar. Era Lando, su compañero de equipo.

—Hola, ¿qué haces? ¿Estás libre mas tarde?— , preguntó Lando por teléfono.

—Sí, ¿por qué?—, respondió Oscar.

"Quería invitarte a jugar al pádel.
—Puedes traer a Sarah también?—

—¡Claro! Iremos en un rato—, aceptó Oscar.

Después de colgar, se volvió hacia Sarah. —Lando nos invitó a jugar al pádel. ¿Te apetece?—

—¡Por supuesto!—, exclamó ella, levantándose de la silla.

Caminaron por el puerto, disfrutando del ambiente relajado. Al llegar a la cancha de pádel, se encontraron con Lando y su novia, Danielle. Después de saludar, se dividieron en parejas y comenzaron a jugar.

La tarde pasó volando entre risas, bromas y puntos espectaculares. Al final del partido, estaban todos agotados pero felices.

—¡Qué divertido ha sido el partido!—, exclamó Sarah, mientras tomaban de su botella de Gatorade

—Sí, lo he pasado genial—, coincidió Oscar.

—Oye, ¿y si mañana vamos a visitar el palacio?—, sugirió Lando.

—¡Me parece una idea fantástica!—, dijo Danielle.

—Cuenten con nosotros— respondieron Oscar y Sarah al unísono.

Mientras se despedían de Lando y Danielle, Oscar no podía dejar de pensar en lo afortunado que era. Tenía a su lado a la mujer que amaba, a unos amigos increíbles, y una carrera que lo apasionaba.

Al día siguiente, Oscar y Sarah exploraron el Palacio de Mónaco. Se perdieron en sus hermosos jardines, admiraron las obras de arte y se tomaron muchas fotos.

Al final del día, mientras caminaban de vuelta al hotel, Sarah se apoyó en el hombro de Oscar.
—Este ha sido de los mejores fin de semana de mi vida—, dijo ella.

Oscar la miró a los ojos y sonrió. —Y de los míos también—.

Se besaron bajo la luz de la luna, prometiéndose amor eterno. Y mientras caminaban hacia el hotel, Oscar no podía evitar pensar en el futuro. Sabía que, junto a Sarah, podrían enfrentar cualquier desafío.

 Sabía que, junto a Sarah, podrían enfrentar cualquier desafío

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Autorx; @/shelvstayy (me!)

𝗼𝗻𝗲 𝘀𝗵𝗼𝘁𝘀 - f1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora